Pasito a pasito la parrilla televisiva va camino de convertirse en una simple sucursal de Marvel y DC (algo que agobia profundamente a Diógenes y yo que me alegro de ello) con el estreno de cada vez más series que se basan en algún comic de superhéroes. Pero como suele pasar en estos casos cantidad y calidad no van de la mano y aunque hemos podido disfrutar de algunas grandísimas series dentro de este género, el último estreno tristemente no ha estado a la altura de lo deseado. Pero aunque el estreno de Powerless ha resultado decepcionante, en este caso hay circunstancias atenuantes que podrían explicar el pobre resultado final de un estreno al que le tenía bastantes ganas.
Deben vivir en Astro City porque ese tipo volando fuera de plano es Samaritan…
Emily Locke (Vanessa Hudgens) siempre ha querido marcar la diferencia, hacer algo con su vida que cambie las de los demás para mejor. Para ello ha dejado su pequeña ciudad para mudarse a Charm City, un lugar en el que todos sus sueños pueden hacerse realidad… si no los estropean las constantes peleas entre los incontables superhéroes y supervillanos que la habitan. Pero en eso consiste precisamente su nuevo trabajo en Wayne Security, en asegurarse de que todo el mundo esté protegido de las súper amenazas que les rodean, aunque lo que no se imaginaba Emily es que el mayor problema que iba a encontrarse en esta nueva etapa de su vida no vendría por parte de ningún supervillano sino de la desilusión y pesimismo de unos compañeros de trabajo que han perdido la fe en lo que hacen.
Nunca entenderé como la gente normal y corriente quiere vivir en ciudades así de peligrosas
Yo tenía muchas ganas de ver esta serie porque ofrecía algo diferente al resto de la oferta superheroica televisiva. No era ni un dramón tremendamente serio como las series de Marvel en Netflix ni una de las formulaicas (aunque divertidas) series de la CW. Se trataba de una comedia que iba a permitir echar un vistazo en línea irónica al mundo de los superhéroes… El problema es que ha cometido el mayor crimen que puede tener una comedia, no hacer gracia. La premisa era buena, contaba con grandes talentos como Danny Pudi y Alan Tudyk y la Warner parecía haberles dado carta blanca para jugar con todo el Universo DC a su antojo…. ¿Pero qué es lo que ha podido pasar?
¡Deberían ser graciosos!
Para intentar entender esto habría que remontarse a cuando se anunció originalmente la serie y recordar que lo que se nos prometía entonces era bastante diferente. La idea original era que la protagonista, Emily, trabajaba en una compañía de seguros (que no tenía nada que ver con Industrias Wayne) que se encargaba de lidiar con las consecuencias de las batallas entre héroes y villanos, pagar a los damnificados, reconstruir lo dañado, etc. Una premisa de la que algunos afortunados en la ComiCon de San Diego pudieron disfrutar el año pasado en la proyección que se hizo del primer episodio piloto. El problema es que esa premisa era más que parecida (por no decir idéntica) al comic de Marvel Damage Control/Control de Daños, un comic que también estaba previsto convertir en serie de televisión y del que se rumorea que podrían hacer su primera aparición en imagen real en Spider-Man: Homecoming.
El parecido entre la idea original y este comic era mas que sospechoso
Y pese a que en ningún momento nadie ha dicho nada concreto sobre los motivos, ese piloto fue descartado y se rodó uno nuevo en el que la premisa y los personajes cambiaron a lo que pudimos presenciar la semana pasada. Quizás fueron discretas presiones por parte de Marvel, o quizás es que en la Warner temiendo meterse en algún litigio prefirieron ir a lo seguro y asegurarse de que su nueva serie no se parecía más de la cuenta a un producto de la competencia, pero fuesen cuales fuesen los motivos detrás de este cambio, el resultado es el mismo, rodar un nuevo episodio piloto en tiempo record cambiándolo todo y por el camino perder al showrunner y creador de la serie, Ben Queen, antes de que la serie llegase a estrenarse.
Si parece que ellos mismos se ven venir lo peor
Eso podría explicar el Powerless que finalmente nos hemos encontrado, una serie sosa, sin gracia, con actores actuando en piloto automático, con un aire a comedia “vieja” y en la que los incontables guiños al Universo DC que aparecían en el piloto original se han visto prácticamente reducidos a constantes referencias a Batman y Superman. Algo perfectamente comprensible si pensamos en el poco tiempo que han debido tener para rehacer todo el trabajo hecho hasta el momento y que me hace tener una mínima esperanza de que con el paso de los capítulos (no demasiados espero) la serie remonte y sepa encontrar su rumbo y sobre todo su humor.
Bueno, al menos algún chiste gracioso tienen perdido por ahí
En el lado positivo creo que solo puedo destacar dos cosas. Lo primero es que pese a que la ejecución es un tanto pobre, la serie sigue plenamente integrada en un Universo DC que recuerda más al del comic (superpoblado) que al del cine o la televisión, y así nos encontramos desde momentos ridículamente divertidos (lo único que me ha hecho gracia de todo el piloto) como ese cameo de un gigantesco Starro trepando por un edificio o el que la ciudad sea asolada por peleas entre héroes y villanos aunque estos sean de tercera fila como Crimson Fox y Jack O’Lantern.
Eso si, casi parece un sketch de Robot Chicken
El otro elemento positivo que he encontrado, y es triste que esto sea de lo poco destacable, es su cabecera. Powerless huye de la tendencia moderna de reducir las cabeceras a un logo y unos segundos de música y nos da una cabecera que nos muestra lo insignificantes que resultan los ciudadanos de a pie en las batallas superheroicas utilizando portadas reales de comics de la casa. Y es que yo me dejare convencer por lo que sea, pero una serie que mete en su cabecera el Green Lantern de Gil Kane o el Batman de Norm Breyfogle ya consigue que les dé un voto de confianza.
Que triste que esto sea lo único destacable…
Si, el comienzo ha sido más que flojo y si no fuese porque está ambientada en el Universo DC no creo que le diese una segunda oportunidad. Pero también hay que recordar que series como Parks and Recreations, The Office o Conmmunity tuvieron unos comienzos realmente flojos y acabaron convirtiéndose en grandísimas comedias, así que quizás valga la pena aguantar un poco más (o mejor esperar a que la serie mejora, si lo hace, y subirse al carro ahí) Que la idea tiene potencial y lo de ver una comedia ambientada en el Universo DC resulta tan (tristemente) «raro» que espero que remonten y se convierta en algo grande. Y si no, en el peor de los casos, siempre podemos esperar a que Marvel estrene Damage Control…