Hace unas semanas la NBC estreno su nueva serie Emerald City, basada en los libros de Oz de L. Frank Baum. Una adaptación bastante libre que en esta ocasión no se limita a adaptar el libro más popular de la saga cuya historia nos suena a todos, sino que combina elementos de todas las novelas. Pero las libertades que sus responsables se han tomado con la obra original no solo se han limitado a eso, sino que le han dado un nuevo enfoque bastante diferente al que estamos acostumbrados y que parece responder a una pregunta que nadie se había hecho ¿Qué pasaría si el equipo de Juego de Tronos dirigiese un spin-off de Once Upon a Time? Porque básicamente esa es la sensación que los primeros episodios de esta serie me han transmitido y aun no sé si eso me acaba de gustar.
Eso si, el poster parece obra de un becario mal pagado
Desde que Dorothy Gale (Adria Arjona) supo quién era su madre biológica ha sentido tanto el miedo como la necesidad de conocerla, pero lo que nunca se le paso por la cabeza fueron las circunstancias en las que se daría ese encuentro y que terminarían con Dorothy siendo engullida por un misterioso tornado que la ha transportado a un mundo irreal. Y en ese lugar tan extraño al que ha llegado, el misterioso mundo de Oz, Dorothy se encontrara con numerosos enemigos pero también con algunos aliados, pero ella lo único que quiere encontrar es un modo de regresar a casa, y lo encontrara aunque tenga que atravesar todo ese mundo sorteando los innumerables peligros que salgan a su paso para llegar a su destino en la Ciudad Esmeralda y obligar al Mago de Oz que la devuelva a su hogar.
Este camino de baldosas amarillas es bastante menos glamuroso que el que hemos visto en otras adaptaciones
Leído así esa sinopsis podría encajar incluso con la famosa adaptación de los años 30 que protagonizo Judy Garland (mi única toma de contacto con la obra de L. Frank Baum que nunca he leído), pero nada podría estar más lejos de la realidad. Los creadores de la serie han querido darle a la famosa historia un enfoque un tanto diferente y moderno que incluye algunos cambios curiosos. Aquí Dorothy es una enfermera que roba medicinas de la clínica en la que trabaja para dárselas a su tía, y llega a Oz a borde de un coche de policía “prestado” en el que encuentra una pistola y un pastor alemán al que acabara llamando Toto. Otros personajes clásicos de la obra como los monos voladores aquí son drones equipados con cámaras que vigilan todo el reino de Oz, y ni siquiera los famosos compañeros de Dorothy se han librado de este lavado de cara. Ya que en el primer episodio nos encontramos como Dorothy rescata no a un espantapájaros que quiere tener un cerebro, sino a un soldado crucificado y amnésico que quiere recuperar la memoria. Unos cambios que me hacen esperar con muchísima curiosidad la aparición del Hombre de Hojalata y el León Cobarde.
Como poco esto es un enfoque curioso
Un enfoque que es el que me hace tener esa sensación de “Juego de Tronos + Once Upon a Time” ya que por un lado tenemos el toque moderno, con armas de fuego y unos elementos fantásticos algo reducidos, y por otro lado esa fantasía que me resisto a llamar realista, pero que tiene menos de cuento de hadas de lo que tenía la película de los años 30 y sí mucho de ese “dark & gritty” (presuntamente adulto) que podíamos encontrar en la obra de George R.R Martin, con un mundo sucio, brutal y despiadado que se parece a cualquier cosa menos a un cuento infantil. Pero esta es una mezcla que de momento no funciona mal del todo y que está tocando algunos temas que no esperaba encontrar.
Hay que reconocerlo, no desentonarían demasiado en el Storybrooke de Once Upon a Time
Pero si hubo algo que me decidió a lanzarme a ver esta serie fue la participación en ella de Vincent D’Onofrio en el papel del Mago de Oz. Desde que redescubrí a este actor en el Daredevil de Netflix me ha fascinado su habilidad para retratar personajes complejos (lo sé, igual debería repasarme toda su filmografía anterior) y tenía mucha curiosidad por ver que sería capaz de hacer con su versión del mago de Oz. Aquí de nuevo el Mago es un farsante, solo que en lugar de ocultarse tras complicadas maquinas se oculta a simple vista, bajo una fachada de seguridad y poder que esconde a un hombrecillo gris e impotente dispuesto a hacer lo que sea necesario para mantener la posición que tanto le ha costado ocupar. Un papel en el que D’Onofrio se mueve como pez en el agua dejando entrever brevemente, en ocasiones de forma muy sutil, al verdadero hombre detrás del mago y que le convierte tal y como imaginaba, en uno de los principales alicientes para ver la serie.
Si, su aspecto parece ridículo y excesivamente teatral, pero es deliberado y tiene sentido
Pero la que sin duda ha sido para mí la mayor curiosidad de la serie es la propia Ciudad Esmeralda. Una ciudad que aquí parece menos épica y fantasiosa que en anteriores adaptaciones pero que sin duda resultara muy familiar a muchos espectadores. Porque aquí de nuevo tenemos esa curiosa mezcla de realismo y fantasía que hace no que la ciudad parezca diseñada por Gaudí, sino que realmente ha sido así, ya que parte de la serie se ha rodado en varias localizaciones en Barcelona. Así nos encontramos con que la fortaleza del mago parece la hermana pequeña de la Sagrada Familia y que esta se encuentra enclavada en el interior del mismísimo Parque Güell. Un curioso detalle que le da otro toque de interés a esta serie.
Es curioso lo bien que encaja la arquitectura de Gaudí en un entorno fantástico como este
Pero pese a lo que dicen las malas lenguas (esas que viven en la boca de Diógenes, la envenenada y la otra) habitualmente me bastan con un episodio o dos de una serie para tener claro si esta me gusta o no, pero con esta serie no acabo de tenerlo claro. Emerald City tiene muchos elementos que me han gustado, y ha conseguido picar mi curiosidad sobre cómo van a seguir representando al resto de personajes de los libros. Pero después hay otros elementos que me dejan algo frio como sus dos protagonistas y su escasa química. Pero tanto los secundarios como la ambientación me están resultando de lo más interesante, así que tendré que esperar a ver como evoluciona todo a ver si los creadores de la serie son capaces de aprovechar todo su potencial.