Marvel sigue ofreciéndonos a sus personajes de dos en dos, algo que de por si no sería malo si no fuese porque ya se ha establecido casi por sistema y es una fórmula que no siempre funciona. Por suerte el caso que hoy nos ocupa es uno de esos en los que las personas al cargo se han dado cuenta de que no basta con hacer una copia barata del original o con una versión superperfecta que es mejor en todo que su predecesor, que lo que realmente hace falta es justo lo contrario, alguien con una personalidad y una voz propias y con esas imperfecciones que hacen a los personajes más humanos. Y eso es lo que es Kate Bishop/Hawkeye, un personaje que estrena ahora serie propia y en la que Kelly Thompson y Leonardo Romero tienen la difícil papeleta de intentar ser la heredera de la ya clásica etapa de Fraction, Aja y compañía, algo a lo que aún no han llegado pero ganas no parecen.
De vez en cuando estos personajes derivados son algo mas que una copia barata
Tras los eventos de la segunda Guerra Civil superheroica en la que su mentor y amigo Clint mato a Bruce Banner, Kate Bishop ha decidido cambiar de aires y regresar a California para hacer algo que no es lo que precisamente se le da mejor, ser detective privado. Sin experiencia, ni talento para ello, ni tan siquiera licencia para ejercer la profesión, Kate no deja que nada de eso la detenga ya que de alguna forma tiene que ganarse la vida y lo de ser superhéroe a tiempo completo no ayuda a pagar las facturas. Pero cuando un caso aparentemente simple se complica más de la cuenta, Kate tendrá que utilizar sus dos facetas profesionales si quiere sobrevivir a la amenaza a simple vista que ha desenterrado en la soleada costa oeste.
Kate sabe como hacer dejar una gran impresión
Mucho ha llovido desde que Allan Heinberg y Jim Cheung crearon a Kate Bishop en las páginas de sus Young Avengers hace doce años, un personaje que por aquel entonces no me intereso demasiado ya que me pareció la enésima “versión de”. Pero como suele pasar en el mundo del comic de superhéroes no siempre los creadores de un personaje son los que lo hacen grande (Lobezno, Masacre, etc…), y hubo que esperar a que Matt Fraction y David Aja la convirtieran en co-protagonista de su Hawkeye (y Fraction junto con Annie Wu y Javier Pulido en protagonista absoluta) para que la viese como un personaje independiente. Fueron precisamente esos dos autores quienes le dieron cada vez mayor protagonismo hasta el punto de protagonizar en solitario su propio arco argumental, intercalado en las aventuras de Clint, en el que Kate probó suerte por primera vez como detective privado en California.
La evolución de este personaje ha sido tan espectacular como necesaria
Y como decía al principio, Kelly Thompson y Leonardo Romero tienen por delante la complicada tarea de estar a la altura de sus predecesores (un poco lo que le sucede a Kate al menos a los ojos de los lectores) Lo primero que hay que agradecerle al nuevo equipo creativo es que no hayan optado por el camino fácil que siguen muchos de empezar de cero con el personaje ignorando el trabajo de sus predecesores, sino que han continuado a partir de lo que construyeron estos. Así que tenemos de vuelta a Kate a donde vivió sus primeras aventuras en solitario para retomar una carrera que no es lo que mejor se le da, pero a la que le pone muchas ganas.
Y cuantos lectores, al igual que los clientes de Kate, se habrán sorprendido de no encontrar al autentico Ojo de Halcón
Tantas ganas como las que están poniendo este nuevo equipo creativo que no puedo decir que conociera antes de este comic pero que han conseguido ganarse todo mi respeto en tan solo un par de números. Kelly Thompson fue novelista y articulista antes de dedicarse a esto de guionizar comics, y aunque no puedo decir que sus trabajos anteriores me llamasen la atención (ni me moleste en leerlos) lo visto aquí quizás me haga replantearme mi postura.Pero quien me ha dejado sorprendidísimo es Leonardo Romero, un jovencísimo dibujante brasileño de tan solo 23 años al que podríamos encuadrar también en esa escuela de la “línea clara” que tan de moda esta ahora (algo de lo que no me pienso quejar) y que aporta cierta continuidad estética al personaje. Un dibujante del que viendo aquí de lo que es capaz le espera un brillante futuro de seguir por este camino. Un equipo creativo en el que no podemos olvidar el magnífico trabajo de Jordie Bellaire, quien se complementa a la perfección con el trabajo de Romero y nos recuerda en cada página por qué sigue siendo una de las mejores coloristas del medio.
Visualmente la serie es todo un lujo
De momento no ha sido un mal comienzo para las aventuras de Kate en solitario, un comic que sirve de recordatorio de que estos personajes derivados no son de por si malos, solo poco inspirados, y me gustaría que desapareciese de una vez esta tendencia y que personajes como Kate, que ya tienen una veteranía y entidad propia, tuviese su propio nombre y no fuese simplemente “la otra Hawkeye” (algo de lo que se burlan los propios autores en el comic) Pero espero que esta moda idiota no haga que los lectores se pierdan comics divertidos como este, porque sería una lástima.