Me vais a perdonar que me ponga repollo, pero es que últimamente me estoy encontrando en los medios de comunicación un carro de falacias argumentativas que me tienen acojonado. No siendo yo ni mucho menos un experto en la materia, me echo las manos a la cabeza cuando en esto de internet (y en la tele todos los días, vaya) veo como debates francamente interesantes se van al garete porque un perfecto imbécil ha soltado una falacia lógica de libro. Y todo esto debería poder evitarse más a menudo porque, al fín y al cabo, se supone que estamos en el siglo XXI y muchas de estas falacias ya fueron cartografiadas por los griegos hace unos dos mil quinientos años…
De estas falacias saben un rato los filósofos, los abogados y hasta los psicólogos, porque gran parte de su trabajo es argumentar, ya para ello ante todo deben detectar todas las trampas que esas falacias pueden crear en su trabajo. Una falacia, por naturaleza, es un argumento en una discusión que aparenta ser cierto pero que en realidad es un esperpento sin ninguna base. Son pequeñas trampas dialécticas en las que todos podemos caer sin querer y que muchos oradores sin escrúpulos (políticos) utilizan sin cortarse un pelo, como acusar a una persona externa de problemas internos para no tener que justificar la propia incapacidad. La llegada de internet ha hecho que nos comuniquemos mucho más y más fácilmente, pero a la vez nos ha hecho estar mucho más expuestos a tener que padecer a salvadores de la humanidad que nos bombardean con sus falacias. Harto como estoy de tener que explicar lo malo que es Jim Lee a pesar de que Rob Liefeld es peor, creo que no vendría mal refrescar algunas de las falacias lógicas más habituales y como detectarlas. Y mañana ya hablaremos de tebeos, películas o lo que sea.
Vaya por delante que en estos temas soy un aficionadillo indocumentado que no sabe todo lo que le gustaría saber sobre el tema, así que acepto correcciones que no vengan en plan ad verecundiam. Pero vaya, que la idea de este post es evitar que nos creamos muchas de estas falacias -que en muchos casos son directamente mentiras con la peor intención, vaya- con las que estamos siendo bombardeados a diario en esto del internet. Vamos a ello:
1. Ad Hominem: La más habitual y la que tenemos que soportar constantemente, que el argumento del contrario es falso sólo por venir del oponente. Consiste en desacreditar a tu oponente para poder invalidar su argumento porque proviene de alguien que ya está desacreditado. «Eres un hombre blanco y tu raza históricamente ha oprimido a otras razas, luego tu opinión sobre el racismo en los cómics de mutantes es inválida.» Otra falacia relacionada serían las falacias Ad Lazarum y Ad Crumenam, en la que la opinión de uno se desacredita por ser más pobre o más rico.
2. Hombre de paja: La adoro, y tristemente es la más habitual de ver estos días; consiste en coger la parte que te interesa del argumento contrario y retorcerla para poder atacarla a gusto. «-¡Que hermosa es Moscú! -Moscú era la capital de la URSS, ¿eres comunista?»
3. Ignoratio Elenchi o Conclusión Irrelevante: Lo que yo llamaría mezclar el culo con las temporas, sacar una conclusión que no tiene nada que ver en absoluto con lo que proponemos: «Jim Lee es un tipo simpático que trata muy bien a los fans, por lo que debe de ser un gran dibujante». Lo que hace verosimil esta falacia es que te dan una proposición lógica y perfectamente creíble sobre la que colocan su falacia como si fuera su conclusión lógica, es lo que llaman en inglés un «Red Herring», jugar al despiste. Otros argumentos parecidos son Ad Misericordiam y Ad Baculum, que vienen a ser manipular a tu interlocutor para para inspirarle misericordia en el primer caso y miedo por las consecuencias en el segundo.
4. A Silentio: Básicamente «el que calla otorga», sacar conclusiones en base a silencios sin ninguna base racional; «Como nadie ha respondido a mi tweet de ayer a las 5 de la mañana, todo el mundo me da permiso para ahorcar al bebé de la vecina». Tristemente, ésta es una de las falacias lógicas más habituales, porque la gente que las suelta se las cree.
5. Petición de Principio: Ésta es puro veneno; Consiste en dar por probada una idea basándose en una premisa anterior que no está probada. Esta falacia puede complicarse a lo largo de varias frases, con lo que detectarla se convierte en un juego de darle con el martillo al topo bastante molesto a la hora de buscar la proposición falsa. Como aquí no quiero enrollarme más de la cuenta, pongo aquí un ejemplo bastante simple: «¿Sigues pensando que Jim Lee es el mejor dibujante del mundo?» Responder que no sería afirmar que alguna vez hemos creído que Jim Lee es el mejor dibujante del mundo, con lo que la falacia conseguiría su objetivo de hacernos creer que alguna vez hemos pensado que Jim Lee es bueno.
6. Falacia Ecológica: Tergiversar el resultado de una encuesta, «-9 de cada diez dentistas recomiendan masticar chicle nosecuantos para combatir la caries -Luego 1 de cada 10 dentistas quiere que no combatas la caries.» Otra variante sería la generalización apresurada, que sería sacar conclusiones en base a una muestra estadística insuficiente: «Como todos mis primos bizcos son idiotas, todos los bizcos son idiotas».
7. Ad Ignorantium: Decir que algo es verdadero o falso en base al desconocimiento: «-No se puede probar la existencia de dios. -Luego Dios existe/no existe». Ambas conclusiones son falsas, porque no se puede probar la existencia de Dios y tampoco se puede probar que no existe. En cualquier caso esto ya os lo aclaro yo, nada existe hasta que se demuestre lo contrario; con esto acabas antes y evitas tener que donarle dinero a Sandro Rey para que te quite un mal de ojo.
8. Ad Logicam: Que viene a ser invalidar todo el punto de vista del contrario por encontrar un solo fallo en su argumentación: «-Manara es un gran dibujante, luego el Clic debe de ser un gran cómic. -El Clic tiene un guión horrendo y eso hace que no sea un gran cómic, luego Manara no es un gran dibujante». El argumento ad logicam sería el concluir que Manara no es un gran dibujante porque hemos llegado a la conclusión de que El Clic no es un gran cómic.
9. Ad Nauseam: Que parecerá una tontería, pero es el clásico repetir una mentira hasta que se convierte en una verdad. Consiste en que uno de los interlocutores repite a lo largo de la conversación una afirmación falsa hasta que su oponente acaba tomarla por verdadera de forma inconsciente. «Iron Fist en su primera aparición era asiático» y repetirlo así un millón de veces en twitter, vaya.
10. Ad verecundiam: Consiste en dar como argumento válido algo que ha dicho una autoridad en la materia porque lo ha dicho él y no porque haya una demostración asociada. «Si Rob Liefeld dice que Jim Lee es un experto en anatomía, Jim Lee es un experto en anatomía». En este caso no sería Ad Verecundiam porque Rob Liefeld no es una autoridad del dibujo precisamente, pero si el mundo estuviera jodidamente loco y lo tuvieramos por tal, Jim Lee sólo sería un experto en anatomía si Rob Liefeld lo demostrara con argumentos concretos, no con afirmaciones por sus narices. Otra falacia relacionada con esta es Ad Populum, que básicamente viene a ser «Como todo el mundo dice que Jim Lee es un gran dibujante, Jim Lee es un gran dibujante». ¡Los cojones!
Una variante de Ad verecundiam sería Ad Antiquitatem, una falacia se basa en que por el hecho de que todo se haya hecho siempre de la misma forma, hacerlo de otra forma debe de estar mal. «Las chicas no deben jugar a videojuegos porque tradicionalmente no lo hacían». Su equivalente Ad Novitatem viene a ser lo mismo pero dando lo nuevo por lo bueno: «Las chicas si deben jugar a videojuegos porque tradicionalmente no lo hacían». Básicamente el Antiquitatem lo usan los de derechas y el Novitatem los de izquierdas, vaya.