Puede que algún lector habitual de Brainstomping se haya dado cuenta de que me gusta bastante el personaje de ROM El Caballero del Espacio (¡¡el mejor comic de ciencia ficción de los 70/80!!) Un personaje al que cuestiones legales mantuvieron en el limbo editorial durante décadas impidiendo incluso la reedición de sus comics clásicos. Pero como ya he comentado alguna vez todo cambio con la llegada de Chris Ryall, editor de IDW y fan de toda la vida de ROM, gracia a quien la editorial adquirió los derechos del personaje y lo relanzó este mismo año. Pero este fue un relanzamiento agridulce, si, ROM volvía pero reseteado, con un nuevo origen, historia y sin poder contar ni con todos los elementos que habían sido creados por Marvel ni con ese universo en el que tan bien le habían integrado. Pero pese a que todo eso se ha perdido y ya no lo veremos más que en una hipotética reedición del material clásico, Ryall y compañía se han asegurado de que todo sea lo más parecido posible a aquellos comics que tanto ilusionaron a los lectores capaces de hacerlo y que a ROM no le falten personajes con los que relacionarse.
Es casi un sueño de infancia hecho realidad
Para mi uno de los mayores atractivos de ROM fue su absoluta integración en el Universo Marvel, una decisión que vista con perspectiva resulta algo incomprensible porque Marvel debía saber que algún día perderían los derechos del personaje. Pero fuese buena o mala idea desde el punto de vista empresarial, desde el punto de vista creativo fue todo un acierto. Y es que en su cruzada por erradicar de la tierra la amenaza de los Fantasmas del Espacio, ROM se cruzó con todo el mundo en una constante serie de malentendidos en los que todos los héroes de la tierra le tomaban en principio como a un asesino al no ser capaces de ver a los alienígenas infiltrados entre ellos. Fue adversario y aliado de la Patrulla-X, los Héroes de Alquiler, 4 Fantásticos, Shang-Chi, Namor, el Doctor Extraño, fue amigo de Ben Grimm y tuvo como sidekick al mismísimo Rick Jones, difícilmente se podía estar más integrado. Pero como todos sabemos aquello se acabó, Marvel perdió los derechos y ahora IDW solo podía publicar las aventuras de un héroe solitario… ¿O había una alternativa?
Estaba tan integrado que le falto poco para convertirse en Heraldo de Galactus
Chris Ryall sabia tan bien como yo y como cualquiera que hubiese disfrutado de los comics de ROM que este funcionaba mejor como parte de algo más grande, y si bien no tenía un universo superheroico con el que jugar, nada le impedía juntar a ROM con otros “juguetes”, en el sentido más literal de la palabra. Y es que ROM no es el unico viejo juguete de cuyos derechos dispone IDW, ya que estos no solo había conseguido los derechos de los Micronautas (otros personajes en la misma situación de ROM) sino que desde hacia tiempo disponian de otras licencias jugueteras. Y es que otra cosa no, pero a ROM no le iban a faltar compañeros de juegos en esta segunda vida suya.
No son sus viejos compañeros de aventuras pero no es un mal grupo el que han reunido
ROM, Micronautas, Transformers, G.I.Joe, M.A.S.K. y Action Man… El Nuevo Universo de IDW puede ser muchas cosas, pero despoblado no es una de ellas. Un universo que han presentado a lo grande en el crossover titulado Revolution y en el que al largo conflicto que se ha desarrollado a lo largo de los años entre los humanos y los mecánicos visitantes de Cybertron en los comics de Transformers, se le une ahora la invasión de los diabólicos Fantasmas del Espacio, unos refugiados del Microverso y un Caballero del Espacio incomprendido al que todos toman por un enemigo. Sí, no es el viejo Universo Marvel pero de momento la cosa no ha empezado nada mal.
Como siempre ROM tiene el problema de ejecutar a sus enemigos sin explicar primero lo que esta sucediendo
Y eso que esta pintoresca mezcla de personajes formada por robots gigantes, alienígenas minúsculos, caballeros espaciales y diversas unidades de elite del ejército en principio no tienen demasiado que ver entre sí (aunque algunos como los G.I.Joe y los Transformers ya han compartido aventuras juntos en el pasado). Básicamente IDW ha combinado todas las licencias de juguetes de las que disponen, muchas pertenecientes a muñecos que llevan décadas fuera de circulación, de la misma forma en la que todos de pequeños hemos mezclado juguetes de diversa procedencia, y es que ya se sabe cómo son las cosas, la nostalgia vende y más si se combina. Y curiosamente la mezcla funciona, probablemente porque a estas alturas y gracias a Marvel y DC estamos más que acostumbrados a universos de ficción poblados por toda clase de personajes que en ocasiones tampoco parecen tener nada que ver entre si.
¡Ojos de Serpiente contra los Micronautas! ¡Cualquier cosa es posible!
Pero como ya digo, IDW, Chris Ryall, Christos Gage, Cullen Bunn y demás autores implicados han conseguido que todo funcione, y en buena parte es porque en cierto sentido es como antes. Héroes de muy diversa procedencia enfrentados entre sí porque aún no se han dado cuenta de que tienen un enemigo común que les está manipulando. Todo ello en una saga bastante divertida y que avanza a un ritmo poco habitual en estos casos (vamos, que no van a cámara lenta para rellenar paperbacks sin contar nada) y que está sirviendo para cimentar este recién nacido universo compartido.
Lo mejor es que esto no es el final, es solo el principio
Aunque es verdad que viendo lo que están haciendo y recordando lo que ha sucedido en el pasado no puedo evitar pensar que ROM está destinado a repetir su pasado y cuando IDW acabe perdiendo los derechos de alguna (o de todas) de estas licencias el personaje volverá a estar en un limbo editorial con complicadas posibilidades de reedición. Pero a estas alturas ya solo me preocupo de disfrutar del presente y de fantasear con que dadas las buenas relaciones que existen entre Marvel e IDW y algunos pasados crossovers entre ambas editoriales igual algún día podemos encontrarnos un crossover entre Revolution y el Universo Marvel para que ROM se reencuentre con sus viejos amigos. Que soñar es gratis y a veces hasta se cumple.
Si fueron capaces de hacer este crossover yo ya me creo cualquier cosa