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La segunda temporada de Flash ha terminado demostrando que un rayo puede caer dos veces en el mismo sitio

La semana pasada fue en más de un sentido la semana de Flash, ya que coincidieron en el tiempo el comienzo de Rebirth y el final de temporada de la serie de televisión de la CW dedicada al famoso supervelocista. Un final de temporada en el que entre otras muchas cosas pudimos asistir a la esperadísima aparición de cierto personaje muy querido por los fans y en el que se han plantado las semillas de una tercera temporada que parece que va a ser movidita aunque no me acabe de hacer ilusión el camino que parece que van a seguir. Pero en general ha sido un final de temporada bastante satisfactorio que ha confirmado de nuevo a la serie de Flash como la mejor del universo televisivo de DC. Y como no, a partir de aquí SPOILERS.

De esta segunda temporada de Flash se podrán decir muchas cosas, pero no que los guionistas no hayan sido capaces de jugar con las emociones de sus espectadores, realizando homenajes constantes a momentos clave de  la historia de Flash como «El Flash de dos mundos» o las mismísimas «Crisis en Tierras Infinitas» Aunque ese juego emocional esta temporada ha tenido nombre y apellidos, Jay Garrick. Tras la enorme sorpresa del final de la primera temporada cuando apareció por un portal dimensional el casco alado del Flash original todos esperamos con ansia el estreno de la segunda temporada para ver si realmente podríamos ver en imagen real al personaje que dio origen a todo esto. Un ansia que se vio satisfecha cuando pudimos ver a Teddy Sears interpretando a Jay Garrick (una versión algo más joven de lo que a muchos nos hubiese gustado pero no estaba mal) trayendo consigo a Tierra-2, numerosos homenajes a la historia que dio origen al Muliverso DC, el Flash de dos mundos e incluso un uniforme bastante fiel al original que no parecía hecho por los diseñadores de vestuario habituales de la CW.

Como jugaron con nuestros sentimientos…

Pero todo era mentira. Nos contaron que Jay Garrick no existía, que eso era solo la identidad que el asesino en serie y supervelocista Hunter Zolomon/Zoom se había inventado para darle esperanza a la gente primero y que les doliese aun mas perderla. Una revelación que no solo no dejo indiferentes a los espectadores, sino que en muchos casos los/nos cabreo muchísimo. Algo que dice mucho sobre la percepción que se tiene de DC, que el primer impulso consiste en pensar que si, que en Warner/DC/CW son perfectamente capaces de cargarse a sus propios personajes, su historia y su legado, para contar una historia.

No puedo culpar a Waid, yo reaccione de la misma forma

Pero en esta ocasión tendríamos que haber tenido un poco más de fe en los responsables de la serie. Porque si, ese Jay Garrick era falso, pero la idea de esa identidad y el traje no habían salido sencillamente de la perturbada mente del villano. Y es que tras estar mareándonos buena parte de la temporada con la misteriosa identidad del prisionero de la máscara de hierro que Zoom mantenía cautivo en su guarida, se acabo revelando lo que era un secreto a voces desde el primer momento, que ese prisionero no era otro que el verdadero Jay Garrick y que este tenía la cara de John Wesley Shipp.

¡Aquí siempre lo dijimos!

El clamor de los fans de la vieja serie de Flash de los 90 pidiendo que John Wesley Shipp interpretase al Flash de la Edad de Oro comenzó en el mismo momento en el que se anuncio la intención de la cadena de rodar la serie de Flash. Un clamor que se vio frustrado cuando nos enteramos de que el actor había sido contratado pero para interpretar a Henry Allen, el padre de Barry. Pero esto no detuvo las teorías que seguían buscando algún resquicio que permitiese convertir a Shipp en alguna versión del clásico héroe, un deseo que finalmente se vio cumplido de la forma más simple y trágica de todas, matando al Henry Allen de Tierra-1 y revelándonos la “no-tan-sorpresa” (sobre todo tras contarnos que el apellido de soltera de su madre era Garrick y de que el actor dejase de teñirse el pelo) de que en otras tierras Henry no se llamaba Henry…

Solo le falto añadir que echaba mucho de menos a su esposa Joan

Pero curiosamente, y por complicar un poco más las cosas, este Jay Garrick no es originario de ese mundo que conocemos como Tierra-2 y que tan poco tiene que ver con su contrapartida del comic, sino de otro mundo diferente al que ya denominan Tierra-3. Asi que ahora se da la paradoja de que en la CW Tierra-3 es el hogar del Flash de la edad de oro (y quien sabe de que otros personajes…ejem) y Tierra-2 el lugar en el que todos los héroes tienen un gemelo malvado (Deathstorm, Reverb, Killer Frost, Doctor Light, Atom-Smasher) y los villanos son tipos decentes (Floyd Lawton)… Deberían buscar alguna excusa para intercambiar la numeración de esas tierras antes de que todo se vuelva aun más confuso.

¡No lo llames Tierra-2, eso es Tierra-3!

Y malabarismos argumentales aparte, ha sido un gustazo poder ver a John Wesley Shipp volver a ponerse en la piel de un Flash ahora que tiene la edad adecuada para ser el original, aunque le haya tocado sufrir llevar un traje que aunque seguro que es bastante más cómodo que el que utilizo en los 90, tirar por la borda la simplicidad del diseño del falso Jay/Zolomon para adoptar un diseño lleno de ese “horror vacui” que parecen sufrir siempre los diseñadores de vestuario de la cadena, algo que les ha llevado a recargar el diseño del uniforme con un montón de relámpagos dorados por todas partes e incluso uno de esos cuellos altos que Jim Lee (¿tendrá algún sobrino tonto trabajando en la cadena?) mete en todos sus rediseños y que a Shipp le sienta como una patada en la cara) Aunque al menos nos queda el consuelo de que se han atrevido a darle unos colores vivos y brillantes.

Que poco hacia falta para que el traje fuese perfecto

Y por suerte para todos el propio actor ya ha confirmado que su nuevo personaje jugara un papel importante y regular en la próxima temporada de Flash, lo que sumado a la aparición sorpresa de Rex Tyler/Hourman en el final de temporada de Legends of Tomorrow y su declaración de ser miembro de la Justice Society of America hace que nos queden pocas dudas de que no vamos a tardar demasiado en poder ver en acción al grupo entero (y de paso decepciona que Arrow no terminase su temporada también con alguna aparición de otro miembro de la JSA) Ahora solo nos queda cruzar los dedos para que los diseños de ambos héroes y los de sus futuros compañeros sean un poco menos “New52” y mas “Golden Age”

¿Que les costaba recuperar este «easter-egg» de Constantine y meter al Doctor Fate en el final de temporada de Arrow ayudandoles contra Damien Darkh?

Pero el placer por la revelación de que existía un autentico Jay Garrick no nos debería hacer olvidar al falso. Hay que felicitar a Teddy Sears por su gran trabajo como Hunter Zolomon/Zoom y por lo bien llevado que estuvo el que su versión de Jay Garrick tuviese en muchos momentos tan poco que ver con el Jay del cómic. Y es que acabe perdiendo la cuenta de las veces que me sentó mal esa interpretación de un Jay cobarde atemorizado de Zoom, como dije mas arriba, disfrutan jugando con nuestros sentimientos. Pero tras la sorprendente revelación de que este Jay era en realidad el villano de la temporada (y que a Barry se la habían colado por segunda vez de la misma forma) es cuando el actor parece habérselo pasado mejor poniéndose en la piel del perturbadisimo e inquietante asesino en serie y que tuvo un inesperadisimo final que de nuevo homenajeado a un momento importante de los cómics.

Y no olvidemos de que sigue existiendo el Hunter Zolomon de Tierra-1, por lo que no descartaría el regreso de Sears como villano en el futuro

Aunque estas no han sido las únicas sorpresas de la temporada. La sorpresa final, y que me hace bastante poca ilusión, vino en los momentos finales del episodio, cuando un Barry consumido por la rabia de haber perdido a su padre, decide mandarlo todo a la mierda, viajar al pasado al momento en el que el Flash Reverso asesino a su madre y salvarle la vida. Algo que cualquiera que haya leído comics de Flash en el último lustro sabe que va a desembocar irremediablemente en Flashpoint. Por lo que ahora solo nos queda esperar que sean capaces de contarnos una versión de la historia algo mejor que la del comic (algo que tampoco tiene demasiado merito) y que cuando ese arco argumental concluya no nos den una versión “New52” de la serie (aunque dudo que fuesen capaces de darle un traje más feo a Barry) Aunque en el lado bueno tenemos también la confirmación de que Tom Cavanagh volverá a ser un personaje regular de la serie aunque aparentemente interpretando a otra versión diferente de Harrison Wells.

¡¿Que falta hace esto?!

Pero aunque el balance ha sido en general positivo, la serie también ha tenido sus altibajos, en los que aparte de un montón de villanos desaprovechadísimos ha los que han utilizado como si fuesen pañuelos de usar y tirar, han sido dos elementos lo que más me ha chirriado en esta temporada. Lo peor ha sido sin duda ese inevitable tono culebronero en el que caen en ocasiones las series d la CW, algo que en esta segunda temporada ha estado centrado en el personaje de Patty Spivot, la pareja de Barry en el New52 y cuyo papel en la serie fue básicamente el de reemplazar a Iris como “interés romántico que no puede saber que Barry es Flash porque eso la pondría en peligro”. Una trama algo ridícula cuando tenemos en cuenta que esa identidad secreta ya la conocen todos sus aliados y muchos de sus enemigos  que siendo una detective de policía en una ciudad llena de metahumanos su vida ya está en peligro cada día. Un personaje que de la misma forma que apareció desapareció sin dejar ni rastro de la serie y sin aportar demasiado a la misma.

Si es que Patty llego a la serie para pasarlo mal

Pero si hablamos de aportaciones pobres a la serie no podemos dejar de mencionar a esta versión de Wally West que nos ha tocado sufrir. Una versión que aparte de sufrir los mismos problemas que su contrapartida del New52, adolescente gamberro que se mete en líos con la ley porque sufre mucho, no han estado muy acertados a la hora de escoger el actor. Uno de los principales problemas que tengo con Keiynan Lonsdale es que aparenta tener la misma edad que Barry (en la vida real se llevan año y pico), lo que tira un poco por la borda esa faceta de “mentor-protegido” del comic, pero si eso se puede pasar por alto, es más difícil ignorar que el actor no está resultando ser demasiado bueno en su trabajo. En los momentos de calma Lonsdale mas o menos se defiende (pero por los pelos), pero cada vez que ha llegado el momento de alguna escena dramática nos hemos encontrado con una interpretación plana en la que Lonsdale repite sus frases sin emoción alguna, lo que chirria algo mas cuando en muchas de esas escenas le ha tocado compartir plano con su padre en la ficción, ese actorazo que es Jesse L. Martin.  Así que al final me creeré que le han contratado solo porque también es cantante y que de verdad la CW está planeando en secreto hacer un crossover musical.

Admito que las fotos están escogidas con mala leche, pero es que el jodido es poco expresivo

Como decía más arriba el balance de esta segunda temporada ha sido positivo pese a que aun tienen algunos elementos que se pueden mejorar y, al menos a mí, me ha dejado con muchas ganas de ver ya su tercera temporada (pese a Flashpoint, sigh) Así que ahora nos toca pasar un verano especulando con lo podemos esperar encontrar en ella, esperando cada convención de comics importante para ver que nuevos actores y personajes se anuncian para esta (¡necesitamos más JSA!) y confiar en que Arrow tome ejemplo de Flash y se ponga las pilas en la próxima temporada televisiva, que falta le hace.

Ahora solo hay que repetir la primera escena con el Jay de verdad e ir a saco a por la segunda

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