Cualquier lector habitual de Brainstomping sabe que (para disgusto de Diógenes que siempre esta protestando por algo) cuando veo una serie nueva me gusta comentarla en cuanto veo el episodio piloto. Pero hay ocasiones en las que por distintas razones prefiero esperar a terminarla antes de dar mi opinión. Esto es lo que me ha sucedido con The Magicians, una serie que incluso que he visto su primera temporada completa no estoy seguro del todo de sí me ha gustado o no. Y es que a diferencia de lo que pasa con otras series estadounidenses que me quedo con la sensación de que les sobran episodios, con esta me ha sucedido que he acabado atragantado y saturado.
Creo que a estas alturas me merecería un soborno por parte de SyFy
Quentin Coldwater ha vivido buen aparte de su vida acosado por depresiones, con internamientos periódicos y sintiéndose siempre fuera de lugar en el mundo real y a salvo como en casa en los mundos de fantasía de su saga de libros favorita. Algo que cambiara para siempre cuando sea aceptado en una muy exclusiva universidad, Brakebills, en la que descubrirá que esos mundos de fantasía en los que buscaba refugio no solamente son reales, sino que el mismo tiene en su interior el poder para ser un mago. Pero aunque en un principio parezca que todos sus sueños se han hecho realidad, Quentin no tardara en descubrir que tanto para él como para sus nuevos compañeros lo que se acerca es una pesadilla.
¿Hogwarts? Eso no se lo que es…
Basada en la trilogía de libros [The Magicians (2009), The Magician King (2011) y The Magician’s Land (2014)] escritos por Lev Grossman, esta serie de SyFy ha conseguido algo que yo creía imposible en el mundo de la televisión estadounidense, consegur que no solo no parezca que sobran episodios, sino dar la impresión contraria, que esta primera temporada hubiera necesitado bastantes más episodios. Y es que el mayor problema de esta serie ha sido él en ocasiones aceleradísimo ritmo de la misma, un ritmo tan frenético que ha provocado que en esta primera temporada de solo trece episodios ya se haya adaptado prácticamente todo el primer libro y buena parte del segundo (aunque aquí tengo que hablar de oídas que aun no los he leído). Algo que hasta cierto punto es comprensible ya que una de las tramas del segundo libro era paralela a la historia del primero, pero aun así la serie hubiera necesitado de al menos diez episodios más.
Y Peter Jackson de aquí seria capaz de sacar tres o cuatro temporadas por libro…
Y pienso esto porque en más de una ocasión me encontré al comenzar un nuevo episodio con la sensación de que me había saltado alguno. Tan frenético ha sido el ritmo en algunos tramos de la serie que los personajes han ido “saltando” de un punto a otro de la historia y simplemente no ha dado tiempo en muchos casos a mostrar las consecuencias de lo que sucedía en un episodio porque en el siguiente ya estaban metidos en otra situación aun más complicada. Algo que viendo la serie en su conjunto me ha dejado convencido de que todo ha sido porque querían terminar esta primera temporada con un cliffhanger concreto y han metido toda la prisa posible a la historia para llegar a ese punto determinado de la misma.
Va todo tan rápido que mas que magos parecen metahumanos de Central City…
El otro problema que le he encontrado a la serie es que su presunto protagonista, Quentin (Jason Ralph) es lo más soso e insípido que me he encontrado nunca. No sé si eso es un problema del actor o una decisión consciente de los guionistas que han querido jugar con la idea preconcebida que muchos espectadores tendrían sobre lo que debe ser un protagonista. Porque aquí Quentin ha sido un personaje que durante buena parte de la serie se ha ido dejando arrastrar por los demás, sin destacar especialmente como persona o como mago y pareciendo simplemente alguien que pasaba por ahí en el peor momento posible.
Si, esa es su expresión habitual durante casi toda la serie
Pero pese a todo no puedo decir que la serie no me haya gustado. Al final, y problemas a un lado, las cosas con las que he disfrutado de la misma han sido más que las que no. De entrada, y aunque es verdad que las comparaciones son inevitables (y a veces odiosas) los creadores de la serie han sido capaces (aunque por los pelos) de que The Magicians sea algo más que una simple versión adulta de Harry Potter+Las Crónicas de Narnia (aunque debiéndole muchísimo a ambas sagas literarias)
Los referentes de esta serie no están nada disimulados
Algunos de los secundarios han conseguido compensar la falta de carisma del protagonista. La forma de manejar el concepto de la magia ha sido en ocasiones bastante imaginativo, rozando la genialidad en momentos puntuales. Tambien ha resultado interesante como no se han cortado un pelo a la hora de mostrar el lado mas desagradable de la misma, tanto por los efectos de esta como el que para algunos sea una adiccion mayor que la de cualquier droga.
No, la serie no es para estómagos sensibles
Así que ahora solo queda esperar a que en la segunda temporada los responsables de la serie pisen un poco el freno o al menos que la cadena les de mas episodios y que la historia pueda transcurrir de una forma algo menos atropellada, porque sería una pena que una serie con tanto potencial acabase siendo un completo desastre solo porque no han sido capaces de condensar un poco la historia.