Black Ops III es la demostración clara de que a estas alturas ya nadie quiere hacer un Call of Duty que se parezca a lo que la gente cree que es Call of Duty. Porque hay que reconocer que la mayor parte del público conoció la franquicia con Modern Warfare, y aunque algunos añoramos los tiempos en los que Call of Duty era Carentan y Dawnville, tenemos que reconocer que lo que vendió de verdad fue lo de la guerra moderna. Hasta ahora.
Porque si la serie Black Ops pasó por toda la guerra fría en su primera parte y por el futuro cercano en la segunda, Treyarch en la tercera parte se va 50 años al futuro y directamente nos cuenta una historia de ciencia ficción, con supersoldados cyborgs pegándose con superrobots y mechas ultrahiperdopados. Y si le sumamos a todo este escenario de la campaña principal las accesorias sobre los zombis, nos queda claro que si estos juegos se siguen llamando «Call of Duty» es porque ése nombre vende bastante más que Titanfall o Battlefield, le pese a quién le pese.
Jugablemente tenemos un juego que a ratos nos recuerda más a un Jedi Knight que a un Call of Duty, con nuestro personaje exhibiendo unos poderes que van desde controlar robots a paralizar enemigos o hacerlos explotar, haciendo que nuestro personaje ande por las paredes y demás actividades que parecen más salidas de Matrix que de un FPS «realista». Pero es que este juego se juega así, combinando tus armas con tus poderes y haciendo que el juego sea bastante más frenético y menos «defensivo», con lo que a este paso Call of Duty dejará de obligarnos a apuntar todo el rato y podremos corretear y matar tranquilamente al estilo Wolfenstein The New Order.
Tengo que reconocer que empecé la campaña de Black Ops III casi a regañadientes, cagándome en todo porque la historia volvía a ser un revuelto incomprensible y a la vez insustancial sobre guerra sucia entre gobiernos y personajes caracterizados a golpe de decir que son soldados. Pero a medida que la cosa avanzaba, me iba a encontrando con que había algo raro en esa trama. Algo que no pensaba que se fueran a atrever a hacer en un Call of Duty, esa franquicia que supuestamente es tan «realista». Porque éste juego no se parece tanto a The Unit y todas las glorificaciones del ejército de EEUU que habíamos visto hasta ahora como a algo muchísimo más divertido, una película de ciencia ficción que…
…dirigió James Cameron allá por el 1984, una película llamada Terminator. Porque nada más empezar la campaña, al final de la primera misión, a nuestro personaje le arranca todas las extremidades uno de los robots más hijos de la gran puta jamás visto en un videojuego. El Terminator en cuestión se ensaña con nuestro personaje de una forma totalmente desapasionada y metódica, golpeándonos en el estómago hasta acabar con nosotros. Luego ya en los siguientes episodios nos hacen la de Robocop y nos reconstruyen, pero para entonces ya empiezan a introducir elementos de realidad virtual que empiezan a sugerirnos la existencia de una tecnología demasiado avanzada para un Call of Duty. Y cuando a medida que avanzamos por las misiones y encontramos los perversos experimentos de la CIA para meterse en la cabeza de la gente, empezamos a darnos cuenta de que todo este galimatías de historia es una cortina de humo, y que estamos enfrentándonos en realidad a una inteligencia artificial. Skynet ha sustituido a los Raúl Menendez y Zakhaev del juego, y espero que nada vuelva a ser lo mismo…
¡Mirad que robot más hijodeputa!
Porque después de este juego y ya que parece que Call of Duty no podrá volver a la Segunda Guerra Mundial más que en algún que otro «cameo», lo mejor que pueden hacer es ir más al futuro. A rifles de plasma y a asaltar estaciones espaciales, a pegarse con alienígenas y a hacerle la competencia directa a los Halo. En los tres estudios de desarrollo que Activision tiene para realizar a estos juegos está claro que tienen ganas de hacer algo diferente, así que yo me he quedado encantado con la idea. Aunque personalmente me gustaría que a Treyarch le volvieran a dejar hacer un juego de Spiderman, o que a lo poco que queda de Raven la dejen volar libre de una vez en vez de perjudicármela de esa manera… En fín, que este año tenemos otro CoD con una historia más simple que el asa de un cubo y contada de la forma más enrevesada posible, pero por lo menos a ratos ha sido divertida. Eso sí, si acabaste hasta las narices de los otros juegos ni te acerques, que para colmo en PC tiene problemas de framerrate…