La moda de la ciencia-ficción en televisión sigue imparable y lo último en llegarnos ha sido la secuela de la película Minority Report en formato de serie. Esto de continuar películas en la pequeña pantalla no es nada nuevo, es algo que sin ir más lejos podemos ver ahora mismo cada semana en Dominion, pero al igual que con esta los resultados finales dejan algo que desear…
Año 2065, Washington, D.C., el programa de prevención de crímenes conocido como Precrime Unit fue desmantelado hace once años y desde entonces la policía ha tenido que resolver los crímenes a la antigua usanza, después de que se cometan. Pero el desmantelamiento del programa no ha hecho que los tres hermanos que daban vida al proyecto hayan dejado de vivir atormentados por las horribles visiones del futuro que siguen teniendo. Por eso uno de ellos, Dash (Stark Sands), decide pasar a la acción y tratar de evitar por su cuenta todos esos crímenes futuros que no deja de ver. Sera entonces cuando su camino se cruce con el de la Detective Lara Vega (Meagan Good), una nostálgica policía que pese a sus reticencias iníciales acabara colaborando con Dash para hacer de Washington un lugar más seguro.
La idea de la serie no es mal, aunque no soy un gran fan de la película, el problema es que vistos los dos primeros episodios de la serie el desarrollo está siendo un poco soso. Los protagonistas tienen poco carisma y poca química entre ellos, y de lso secundarios prefiero ni hablar, que entre ese gemelo «malote» de Dash que no se le parece en nada y el jefe y ex-pareja de Vega, consiguen reducir aun mas el carisma medio del reparto. Y encima todo parece indicar que la serie será un simple procedural mas, con su caso de la semana y sin indicios hasta ahora de que haya ninguna trama a largo plazo que anime un poco la serie. Eso sumado a que la serie es de la cadena FOX hace temer que difícilmente veremos temporada completa de esta serie.
Lo triste es que estamos ante una de esas ideas con posibilidades y que de vez en cuando demuestra que puede ir a más. El estar ambientado en ese futuro no demasiado lejano y ver los avances tecnológicos que utiliza la policía, los cambios en la sociedad o como se habla casi con nostalgia de nuestro presente, son ideas que podrían dar bastante más de sí, pero que aquí se convierten en meros accesorios de fondo sin demasiado interés.
Y pese a que hay otras muchas series demasiado formulaicas que funcionan pese a que en cada episodio se repite el mismo esquema, estas suelen hacerlo gracias al carisma de sus protagonistas. Da igual cuantos asesinatos resuelvan Castle y Beckett o que Ichabod y Abby maten a un demonio diferente cada semana, la buena química entre estas parejas hace que valga la pena seguir sus series incluso en sus momentos más bajos. Incluso Lucifer, pese a parecerse tanto al comic como un huevo a una castaña, consiguió que sus protagonistas me cayeran mejor y me apeteciera seguir viéndoles en acción. Y eso es algo que ni Dash ni Vega han conseguido hasta ahora ni tienen pinta de lograr en el futuro.
Así que pese a que esta serie tenia muchísimo a su favor para convertirse en uno de mis estrenos favoritos de la temporada, de momento lo único que ha conseguido es que me plantee si seguir viéndola tras solo dos episodios, y lo dice alguien que se ha tragado enteras Falling Skies y Under The Dome. Pero es que en estos tiempos en los que hay mas series que tiempo para verlas, la época de conformarse ya paso y toca seleccionar, y por desgracia Minority Report no tiene pinta de ir a mejor y mucho tendrá que cambiar en los próximos episodios para que siga viéndola.