No voy a aburrir a nadie repitiendo una vez más eso del buen momento que está viviendo ahora mismo el cómic de ciencia-ficción, pero es así. De todos los colores y para todos los gustos, así es lo que podemos encontrar ahora mismo en el mercado, resultando difícil que haya alguien que no encuentre alguna lectura con la que disfrutar. Pero aunque leyendo este blog a veces parezca lo contrario, Image no es la única editorial que está viviendo un gran momento (aunque si es la que mejor esta) y en esta ocasión vamos a fijarnos en un titulo publicado por Dark Horse, Past Aways, cómic con el que Matt Kindt y Scott Kolins nos recuerdan algo que muchos autores parecen empeñados en olvidar, que los cómics pueden ser divertidos.
La misión de Arthur y sus compañeros parecía sencilla, un simple viaje de exploración para visitar una sociedad primitiva de la que apenas sabían nada, estudiar las costumbres de los habitantes de aquel remoto lugar, tomar muestras y grabaciones y regresar a su hogar. Pero aunque el viaje de ida fue sencillo el de vuelta no lo fue tanto y todo el equipo quedo atrapado sin posibilidad de regresar a casa… en la remota Tierra de 2014. Pero este viaje en el tiempo tuvo otra peculiar consecuencia, ya que viviendo en una época miles de años anterior a la suya, el Universo retuerce todas las leyes de la física y la lógica para no dejarles morir antes de haber nacido. Pero tras un año atrapados en una época que no es la suya y que no entienden y odiando al hombre que les llevo allí, no les quedara más remedio que reunirse de nuevo cuando descubran que su viaje fracturo el continuo espacio tiempo y que toda clase de criaturas y monstruosidades de otras épocas están apareciendo en el presente y que ellos son los únicos capacitados para proteger la Tierra.
Matt Kindt ha dicho en alguna ocasión que sus personajes no son héroes, que son exploradores, por lo que pese a que en varias entrevistas les ha comparado con los 4 Fantásticos, yo diría que se parecen mucho mas a otra creación de Jack Kirby algo menos conocida, los Challengers of the Unknow. Pero sea cual sea la influencia que ha inspirado estos Past Aways, el resultado ha sido un cómic emocionante y tremendamente divertido. Y es que en la mejor tradición de los viejos cómics de Marvel, nos encontramos con un grupo de personajes imperfectos, llenos de fallos y problemas, que se detestan a ratos, que pelean constantemente, pero que acaban poniendo a un lado sus diferencias por el bien común.
Y si a esto le añadimos el trabajo de un Scott Kolins que se encuentra mejor que nunca y al que el guion le da la oportunidad de dar rienda suelta a su expresividad e increíble imaginación con el lápiz, el resultado no podría ser mejor. Criaturas monstruosas propias de una pesadilla, maquinarias gigantescas y llenas de detalles que no tienen mucho que envidiar a Kirby o Moebius, nada parece un desafío para este dibujante que no ha dejado de mejorar con el tiempo y que nos deja claro a cada página que aún le queda mucha capacidad para asombrarnos con su trabajo.
Aunque sea una pena reconocerlo, hay que dar gracias de que al mismo tiempo que en las dos grandes editoriales la calidad media de las series baja cada vez mas provocada por constantes interferencias editoriales que hacen que autores de calidad no puedan dar de sí todo lo que son capaces, el mercado de los comics “creator-owned” goza cada vez mas de mayor calidad. Así que mientras siga esta triste tendencia por parte de las dos grandes, nos queda el consuelo de que no vamos a sufrir precisamente por falta de material de calidad para leer.