Ayer vimos como es Marvel la editorial que más recientemente está sufriendo una sangría de autores, que aludiendo a diferentes razones se han largado para centrarse en sus trabajos personales de los que la mayor parte de los beneficios repercuten en ellos mismos. Hoy, tras estos datos más o menos objetivos, toca pasar al terreno de esa especulación que tiene bastantes visos de ser realidad. Y es que en esta espantada de autores da la impresión de que ha intervenido algo más que las razones puramente económicas.
Todos sabemos que en las grandes editoriales, a no ser que seas uno de esos autores intocables que convierte en oro todo lo que toca (y a veces ni en esos casos), no puedes escribir lo que te dé la gana. Tu trabajo dependerá siempre de los dictados editoriales, del crossover de turno en el que quieran meter tu serie o de los cambios que te vengan impuestos desde arriba por diversos motivos, desde las bajas ventas (bajas para una gran empresa) a maniobras publicitarias varias. Recordemos como Greg Rucka se largo de Marvel cabreado (aunque acabaron haciendo las paces y volvió a trabajar para ellos) cuando mientras escribía la serie del Castigador se entero por la prensa de que el personaje iba a unirse a los nuevos Thunderbolts y nadie en la editorial pensó que era buena idea comentárselo. Tenemos también lo quemado que ha terminado Hickman, que ha visto como la periodicidad de todas sus series propias se ha resentido, o lo mal que debió acabar Matt Fraction tras tener que abandonar su trabajo en 4 Fantásticos y FF para encargarse de un Inhumanity que nunca llego a buen puerto y como ha terminado fuera de Marvel pese a no haber dicho nunca en público los motivos. Y tal y como están las cosas no se cuanto aguantará gente como James Robinson (que también tiene unas cuantas series propias en el mercado) en la editorial, con todos los cambios que se vio obligado a sufrir por el trabajo de otros en sus All-New Invaders.
Todas estas interferencias han sido también más que obvias en el trabajo de Remender (si, me centro mas en el porqué su marcha es la que más he sentido). Lo que iba a ser una saga dentro de sus Uncanny Avengers, Axis, se convirtió en el evento del verano englobando a buena parte de las series de la casa. Su trabajo de casi dos años preparando a Ian Rogers para que fuese el nuevo Capitán América, se fue al traste cuando se anuncio que sería Sam Wilson quien se quedase con el nombre y el escudo, con pocos lectores creyéndonos que todo aquello fuese una pista falsa enorme. Cuando le acusaron de fomentar la pederastia por hacer que Sam Wilson tuviese una relación con Jet Black (de la que decían falsamente que era una niña) el personaje desapareció poco después sin dejar ni rastro. Sumémosle a eso todos los cabos sueltos que deja colgados con su marcha tanto en Uncanny Avengers como en Capitán América y parece claro que pese a sus buenas palabras hacia la editorial, el no poder trabajar a gusto ha tenido que influir y mucho en su marcha.
De haber sucedió algo así hace años, a estos autores no les hubiera quedado más remedio que aguantar y tragar con todo, irse a la competencia con la esperanza de tener un poco mas de libertad o malvivir autopublicandose. Pero desde hace un par de décadas y pico las cosas han cambiado y mucho para los autores. La creación de cosas como la línea Vértigo o sobre todo la creación de Image, le dieron una nueva libertad a los creadores de la que hasta entonces solo unos poquísimos privilegiados gozaban. Algo que se ha visto reforzado en los últimos años con lo que parece una segunda revolución de Image, pero esta vez protagonizada por los guionistas.
Lo digo mucho y no me cansare de repetirlo, Image está ahora mismo en el mejor momento de su historia tanto a nivel creativo como de éxito, Los títulos publicados por la editorial copan las listas de ventas, los premios y el reconocimiento del público, y esto es principalmente a los guionistas. Se acabaron los tiempos en los que los dibujantes eran las estrellas, la gente a quien sigue ahora en su mayor parte es a quienes escriben los comics, pero eso es que las grandes editoriales no parecen haber entendido. Si, en DC miman mucho hasta cierto punto a Geoff Johns y a Scott Snyder y en Marvel Brian Bendis es su niño bonito, pero a veces da la sensación de que a los demás autores los tratan como a simples engranajes intercambiables que pueden ser fácilmente reemplazables. Y aunque es cierto que escasez de autores con ganas de hacerse un nombre no hay, pero con la actitud de las editoriales, a no ser que te encuentre con un Dan Slott, con tanto cariño hacia uno de tus personajes que parezca que lo haría incluso gratis, lo que harás es lanzar a la fama a autores que pasaran de ti en cuanto su primera serie propia venda bien.
Yo puedo entender que a las grandes editoriales solo les importan las cifras de ventas, quedar bien ante el público y publicitar los personajes que aparezcan o vayan a aparecer en el cine y la televisión (lo que ahora mismo les importa de verdad), y que para ellos tanto los autores como los propios comics no son más que una pieza secundaria en toda esta maquinaria de hacer dinero. Lo que no parecen entender estos, o quizás sencillamente les da igual, es que yo, al igual que muchos otros, pese a tenerle muchísimo cariño a gran parte de todos estos personajes, soy sobre todo fan de los autores. De poco me sirve leer cada mes Superman, Capitán América o cualquier otra serie si los autores que se ocupan de ellos o son mediocres o tienen que cambiar el rumbo de su historia cada vez que a uno de sus jefazos les da porque la editorial necesita más diversidad o darle más popularidad a algún personaje que vaya a saltar al cine próximamente (lo pesados que están en Marvel con los Inhumanos o lo que está haciendo Mark Waid con S.H.I.E.L.D. es insufrible)
En cambio siguiendo a autores, sé que tengo un mínimo de calidad asegurada. Gente como Rick Remender, Greg Rucka, Ed Brubaker o tantísimos otros rara vez defraudan, e incluso aquellos que a veces son algo mas irregulares como Kieron Gillen o Matt Fraction siempre suelen tener más obras buenas que malas. Una garantía que no puedo tener leyendo mes a mes cualquier serie regular en la que no tengo forma de tener garantizado quien se estará ocupando de ella dentro de un par de meses o los cambios a los que se verá sometida por parte de la editorial, que lo mismo te quita personajes para colocarlos en otra serie o te mete con calzador al que toque promocionar entonces. Y por mucho cariño que le tengas a la editorial llega un momento que acabas haciendo un Diógenes y te niegas a leer nada mas de ellos.
Si, por una parte es triste que tantos autores a los que respeto y admiro no trabajen con esos personajes a los que tanto cariño les tengo, pero es precisamente por ese respeto y admiración por lo que me alegro de que les vaya tan bien en el terreno profesional que puedan permitirse mandar a paseo a las grandes editoriales, algo de lo que el resto de autores deberían tomar ejemplo y por muy bien que les vaya en Marvel o en DC tener siempre una o dos series propias, que nunca se sabe donde puede saltar el exito. Y las editoriales por su parte igual se dan cuenta de que a lo mejor no es buena idea eso de maltratar hasta el extremo de que se te larguen, a autores capaces de proezas tales como colocar a un personaje como Ojo de Halcón en lo más alto de la lista de best-sellers del New York Times…