Ahora sí que hemos terminado del todo, se acabo, ya no queda más. Y si alguien me ve proponer alguna vez reseñar un evento al completo, crossovers incluidos, que me pegue un tiro. Si ayer vimos como la serie principal terminaba de muy mala manera dejando un muy mal sabor de boca en algunos aspectos (en demasiados) y los últimos números de las miniseries más flojas del evento, hoy toca despedirnos con un poquito más de calidad. Si, no todo ha sido malo y ha habido cosas rescatables y algunas realmente buenas, pero algo me dice que con la actitud de la DC actual veremos poco de lo segundo en el futuro. Y sin más rodeos, vamos a despedirnos de una vez de Convergence y de algunos de mis personajes favoritos, que a saber cuándo volveré a ver, y como siempre, con SPOILERS por todas partes.
Convergence Plastic Man and The Freedom Fighters #2
Ante los horrores de los cyborgs asesinos de Futures End, Plastic Man y los Freedom Fighters no tienen más remedio que aliarse con su más odiado enemigo, Silver Ghost y su ejército nazi. Y es que estas monstruosidades mecánicas suponen una amenaza demasiado grande, y a pesar de sus diferencias irreconciliables ninguno de los dos bandos quiere ver convertidos a los habitantes de su Nueva York en materia prima para los cyborgs. La alianza con los nazis demostrara ser relativamente útil cuando sus científicos descubren que los cyborgs comparten una mente común y que destruyendo la fuente de dicha mente pueden acabar con todos sus enemigos de una sola vez. Pero para poder llevar a cabo su plan tendrán que dividirse, los Freedom Fighters y el ejército nazi crearan una distracción que mantenga entretenida a la mente colectiva mientras Plastic Man y Silver Ghost se infiltraran en el corazón de la ciudad enemiga para volar la mente colmena que lo controla todo. Pero como no podía ser de otra forma, el nazi no es nada de fiar y lo que pretende realmente es hacerse con la tecnología que hace funcionar a los cyborgs para crear con ella un ejército de perfectos soldados nazis. Recaerá en manos de Plastic Man, alguien que siempre ha dudado de sí mismo y de su papel de héroe, la responsabilidad de detener a Silver Ghost y salvar a los miles de neoyorquinos a los que ha jurado proteger. Simon Oliver consigue mostrarnos una cara poco habitual de un personaje habitualmente tan cómico como Plastic Man, la de héroe atormentado sobre quien recae una responsabilidad que nunca ha buscado, y no lo hace nada mal. Aunque es una pena que el resto de los Freedom Fighters apenas los haya desarrollado, pero viendo lo que ha sucedido cuando otros guionistas han querido abarcar mucho en estas miniseries tan cortas, casi que lo agradezco. Además tenemos a un John McCrea sigue cumpliendo con creces en la parte artística y de remate tenemos que los nazis siguen siendo unos villanos cojonudos, poco mas se puede pedir.
Convergence Detective Comics #2
Pese a los desesperados intentos de la Cazadora de acabar con el Superman comunista de Red Son, este no es solamente tan indestructible como su contrapartida de Tierra-2, sino que al igual que este no quiere participar en el desafío de Telos y prefiere encontrar una solución que permita sobrevivir a ambas ciudades. Pero mientras Superman y Robín tratan de enfriar los ánimos y llegar a algún tipo de acuerdo son interrumpidos por la aparición sorpresa del héroe del pueblo ruso… The Batman. Encontrarse con alguien que en casi todos los aspectos es idéntico al padre y mentor que han perdido no es fácil para Robín y la Cazadora, pero no tienen demasiado tiempo para reponerse ya que las fuerzas soviéticas se encuentran sobre ellos. Pero Batman es Batman en cualquier universo y este no es una excepción, por lo que se ofrece a distraer al ejército para que ellos puedan escapar no sin antes darles un pequeño regalo que les ayudara a derrotar a Superman la próxima vez que se encuentren con él. Este no tarda demasiado en localizarles gracias a sus poderes y de nuevo el combate es abismalmente desigual, o lo es hasta que Robín hace uso del regalo de Batman… Kryptonita. Superman por fin esta a sus pies, tienen en sus manos el ganar el desafío y salvar su ciudad, pero Robín es incapaz de hacerlo. Batman le educo y le enseño que matar es una línea que no se debe cruzar, una creencia que comparte este Superman tan diferente en muchos aspectos al que conocen pero idéntico en los importantes, por lo que acuerdan no combatir, lo que no sienta bien a Telos quien les devuelve a su Metrópolis avisándoles de las consecuencias. Las amenazas de Telos aparentemente se quedan en nada (estaba demasiado ocupado pegándose con Deimos) pero las experiencias vividas ayudaran a Robín a decidir qué clase de héroe quiere ser a partir de ese momento… Len Wein sigue demostrando que aún le queda cuerda para rato y nos da una solida historia a la que solo le criticaría la irracionalidad de la Cazadora en algunos momentos, aunque es algo disculpable dadas las circunstancias. Eso y también otro pequeño ejemplo de la mala coordinación que ha salpicado este evento por todas partes, como eso de que Robín y la Cazadora puedan conducir a través de Telosworld y llegar a su Gotham de Tierra-2 ¿No se suponía que solo había una ciudad por universo? Pero con lo negligentemente coordinado que ha estado Convergence no vamos a culpar a Len Wein de esto. Si a todo esto le añadimos que Dennys Cowan y Bill Sienkiewicz siguen formando una pareja artística formidable, nos encontramos con otra de las lecturas más agradables de esta última semana.
Convergence Justice Society of America #2
La Sociedad de la Justicia de América ha renacido (parte de ella al menos) y tienen que defender Metrópolis del horror mecánico al que los Armeros de Qward llaman sencillamente “El Arma”. Este artefacto de destrucción masiva se está abriendo paso por la ciudad destruyendo todo a su paso e incluso la primera generación de héroes pasa apuros para destruirla. Y es que “El Arma” no es una simple maquina, es capaz de pensar y adaptarse y responder a cada ataque que se lanza contra ella. Pero la JSA no han durado tantísimo tiempo rindiéndose, por lo que reuniendo toda su experiencia y su poder acaban derrotando a la creación de los Qwardianos, regresando entonces a su viejo ser de ancianos retirados sentados literalmente en un banco en el parque… Yo esperaba mucho mas de esta miniserie, muchísimo más, pero al final me he tenido que conformar simplemente con el componente nostálgico (eso es como una droga). La historia es mucho más simple de lo que me hubiese gustado, una simple batalla que se estira a lo largo de casi todo el numero y en la que apenas se profundiza en los personajes mas allá de que estos se alegran de volver a ser jóvenes pero aceptan que su momento ya ha pasado y que esto no es más que su última batalla. Y eso es precisamente lo que menos me ha gustado de esta miniserie es ese tono de despedida que tiene, con referencias constantes a lo largo de todo el comic de que esta es su ULTIMA batalla, repitiéndonos de forma nada sutil que ya va siendo hora de decir adiós a estos personajes y que toca dejar paso a la nueva generación. Y aunque en el comic se refieren con esto a Infinity, creo que todos sabemos a quienes se refieren en realidad… Pero ha sido bonito verles en acción por “ultima” vez, por lo que pese a que quizás no debería haber reservado esta miniserie para el día de hoy, me siento incapaz de colocarla entre lo peor de lo peor. Lo sé, no debería dejarme llevar por los sentimientos, pero mientras Diógenes no me pague, no pienso comportarme con profesionalidad.
Convergence Booster Gold #2
El Booster Gold original está muriendo debido a las energías temporales que su cuerpo a acumulado tras tantos años viajando en el tiempo, pero en sus últimos momentos el destino le ha llevado junto a alguien que fue como un hermano como él y a quien creía que jamás volvería a ver, Blue Beetle. Este, aunque no acaba de entender del todo de donde ha salido este Booster que viste de forma tan extraña, cuando ve el mal estado en el que se encuentra su amigo no lo duda un instante y le lleva a las instalaciones de su compañía para tratar de averiguar que le sucede. Rip Hunter, Goldtsar y el Booster Gold del New52 tienen sus propios problemas, ya que se encuentran en la Metrópolis del siglo XXX con una muy clásica Legión de Superhéroes que no va a dejarles marchar hasta que les aclaren de donde han salido. Pero Rip Hunter ha pasado por demasiadas cosas y no le cuesta demasiado librarse de ellos, partiendo en la busca de un Booster Gold que envejece por momentos ante la impotente mirada de su mejor amigo. Pero Rip aparece justo a tiempo y con una posible solución para salvar la vida de su padre pero que podría tener un alto precio y que les obligara a viajar a Vanishing Point, la fortaleza de los Linear Men situada al final del tiempo. El plan de Rip Hunter consiste en exponer a su moribundo padre a la fuente de energía que mantiene en funcionamiento la fortaleza, un campo de energía que mataría a cualquier humano que entre en contacto con él pero que dadas las especiales circunstancias de la condición de Booster le permitirá sobrevivir en cierto modo. El plan de Rip funciona y lo que sale de los restos de la fuente de energía de la fortaleza ya no es exactamente un hombre ni Booster Gold. John Michael Carter ha sido transformado en el nuevo Waverider, quien utilizando los nuevos poderes a su disposición devuelve a los héroes a sus respectivas ciudades, cede el testigo al nuevo Booster Gold, oculta a su familia donde nadie pueda hacerles daño y viaja al centro de la batalla para ayudar a salvar el Multiverso (como se vio en Convergence #8) Dan Jurgens sigue siendo de los que mejor escriben a Booster Gold y consigue que el final de esta miniserie sea entretenido y emotivo, pero pese a ser pese a todo una de las lecturas mas entretenidas del evento, la resolución no me ha gustado nada. Y es que aquí como sucedió en la miniserie de la JSA, volvemos a asistir a uno de esos momentos de “el héroe que conocías ha dicho adiós, confórmate con su versión New52” Lo que parecía que iba a ser una oportunidad de ver de nuevo en acción a viejos personajes ha terminado siendo en muchos casos algo así como un dedo regodeándose en hurgar en una herida que aun no se ha cerrado del todo. Y si no me equivoco estarán haciendo esto porque con el próximo estreno de Legends of Tomorrow en DC querrán hacer algo con Rip Hunter, no creo que tardemos mucho en ver a su versión del New52
Convergence Shazam #2
Con sus poderes restaurados y sus enemigos derrotados, la familia Marvel se enfrenta ahora al ataque de la ciudad contra la que Telos les quiere obligar a luchar. Así que mientras Mary Marvel, Capitán Marvel Junior, Bulletman y Bulletgirl se quedan en la retaguardia protegiendo Fawcett City, el Capitán Marvel parte en solitario hacia la victoriana Gotham Luz de Gas para detener el ataque en su origen. Pero allí se encuentra con que el responsable no es otro que Batman, quien aunque en principio está dispuesto a lo que sea con tal de que su ciudad sea la superviviente (en contraste con todos los otros Batman vistos hasta ahora, lo único que podría criticarle a Parker) este no tarda en dejarse convencer por el Capitán Marvel de que lo mejor es trabajar juntos contra la amenaza común, una amenaza que en ese momento es precisamente Telos, sino un viejo enemigo de la familia Marvel que no estaba tan derrotado como parecía. Mr. Atom se ha reconstruido con la tecnología steampunk de esta curiosa Gotham y ahora no es solo más grande y poderoso que nunca, sino que ha puesto bajo su control a los villanos de la ciudad y ha creado con ellos una nueva versión de The Monster Society of Evil. El combate resulta desigual incluso pese a la oportuna llegada de los compañeros del Capitán, pero este no tarda en darse cuenta de que están enfocando mal el combate, y de que su verdadero enemigo no es precisamente el gigantesco robot, sino el mucho más pequeño y maquiavélico Mr. Mind quien en esta ocasión no piensa dejarse capturar. El combate ha terminado, Fawcett City se ha salvado y a la Familia Marvel solo les queda alegrarse de que su historia no tiene fin, solo pequeños momentos de los que disfrutar como si fuesen los últimos. Jeff Parker sigue dejando claro que ahora mismo es uno de los guionistas más inspirados del mercado y que lo de adaptar a los tiempos modernos ese estilo casi “retro” (de héroes que sonríen y disfrutan con lo que hacen, tristemente eso parece retro) sin que parezca una parodia se le da como nadie. Evan “Doc”Shanner no se queda atrás y también nos demuestra que es uno de los mejores dibujantes actuales en este género superheroico/aventurero prácticamente por las mismas razones que su compañero de fatigas. Por todo ello se han ganado de nuevo el honor de ser lo mejor que ha dado Convergence y espero que esta no sea más que una de las muchísimas colaboraciones que les veremos hacer en el futuro.
Y se acabo del todo. Casi tengo ganas de llorar, en parte por haber llegado al final sin perder la cabeza, pero también por tener que decir adiós de nuevo a personajes como la JSA, a quienes han querido darles una despedida que parece más una eutanasia. Pero si sobrevivieron a la campaña de odio contar el género en los años cincuenta y al horror de los noventa, no me cabe duda de que podrán sobrevivir a Dan Didio y compañía. ¿Y qué podemos esperar en el futuro de lo visto aquí? Pues si hacemos caso a lo dicho por Jeff King hace un par de semanas no será la última vez que veamos a todas estas versiones anteriores de los personajes, pero conociendo a DC eso significara que como mucho nos contaran esa nueva y extraña versión de Crisis en Tierras Infinitas en las que Parallax y el Superman post-Crisis decidieron intervenir para salvar a todo el mundo, lo que visto lo visto me hace temer lo peor. Pero eso será una historia para otro día.