Siempre hay series de televisión que al no estar basadas en ningún libro famoso, un comic de moda o ser el remake de alguna película, su estreno pasa algo desapercibido. Algo así es lo que le sucedió a Ascension, la miniserie de ciencia-ficción que SyFy estreno a finales del año pasado y cuyo estreno me pillo casi por sorpresa. Pero si el estreno paso un tanto desapercibido, hay que reconocer que Ascension supo hacerse notar durante su emisión por la “polémica” que generó entre ese sector del público que no sabe diferenciar entre “mala serie” (aunque tampoco es que sea una serie perfecta ni mucho menos) y “serie que no se desarrolla como yo me había imaginado”. Así que con algo de retraso vamos a ver que nos ofreció esta serie que ni es tan mala como algunos quieren hacer ver pero tampoco es tan buena como a otros nos hubiera gustado que fuese.
En 1963, con el temor de que la Guerra Fría se volviese algo más cálida y se terminase con la destrucción de la Tierra, el gobierno Estadounidense puso en marcha un proyecto para asegurarse de que la humanidad sobreviviera. 350 voluntarios entre mujeres, hombres y niños, escogidos de entre lo mejor del país fueron lanzados al espacio con la misión de colonizar un planeta habitable en la órbita de Próxima Centauri en un viaje que debía durar cien años. Cincuenta años después del inicio de la misión la vida en el interior de la Ascension ha seguido su rumbo aunque no exenta de problemas, la vida en un entorno cerrado tan pequeño no está libre de fricciones, pero la tripulación de la Ascension se las ha arreglado para mantener cierta estabilidad. Pero el delicado equilibrio de esta sociedad que ha tenido que evolucionar de una forma tan peculiar, se irá al garete cuando durante la celebración del 50º aniversario del despegue se produzca un misterioso asesinato, el primero en toda su historia, que pondrá patas arriba la vida en el interior de la nave colonia y destapara más de un oscuro secreto…
La idea de una nave colonia embarcada en un viaje que durara generaciones debe ser tan vieja como la propia ciencia-ficción, eso sumado a que da la impresión de que han querido (y a ratos conseguido) copiar a Battlestar: Galactica (si hasta tienen a Tricia Helfer haciendo de experta manipuladora) hace que en principio parezca que Ascension no ofrece nada nuevo. Pero aunque la serie no es perfecta, y tendrían que pulir muchísimos detalles si esta tiene continuidad (hay algunos actores que necesitan clases de interpretación y tramas culebroneras de las que podrían deshacerse), Ascension tiene sus puntos interesantes. Es cierto que a veces hay que estirar un tanto la “suspensión de la incredulidad” pero la idea de esa pequeña sociedad cerrada tan dividida en algunos aspectos resulta interesante y los guionistas han sabido guardarse algunas sorpresas de esas que te dejan pegado a la silla.
Aunque esto ha provocado las airadas reacciones de cierto sector intransigente del público (un día aprenderé a no leer foros de series de televisión) que sigue sin ver con buenos ojos que la versión que ellos se han imaginado no coincida al milímetro con lo que los creadores han desarrollado. Y no querría terminar esto sin mencionar lo currada que esta la serie a nivel visual. La estética retro de esa sociedad evolucionada a partir de los sesenta e idílica en su superficie, está muy conseguida, y se nota que se han dejado un dineral en la construcción de decorados, aunque es una lástima que los efectos digitales no siempre están a su altura.
Lamentablemente, y aunque no hay nada confirmado oficialmente, no le veo mucho futuro a esta serie. Viendo la forma que tuvo la cadena de estrenarla, emitiendo sus seis episodios de dos en dos durante tres días seguidos, da la impresión de que la han querido “quemar” y estrenarla para rellenar la programación y olvidarse de ella. Aunque espero equivocarme, porque polémicas y pequeños defectillos aparte , Ascension tiene potencial para ser una serie bastante interesante y sería una pena quedarnos sin ver desarrollarse ese potencial (o no, que cualquiera se fía a estas alturas) y sin ver qué sucede después del cliffhanger con el que nos han dejado colgados.