Pocas películas dieron más que hablar el año pasado que The Interview. La comedia gamberra protagonizada por Seth Rogen y James Franco en la que se burlan sin piedad del dictador Norcoreano Kim Jong-Un provocó (presuntamente) un ataque hacker desde Corea del Norte hacia Sony, sufrió amenazas que hicieron que la compañía no se atreviese a estrenar la película en cines para más tarde replanteárselo y estrenarla en unas pocas salas y en plataformas digitales… Todo ello consiguió que durante unas cuantas semanas no se hablase de otra cosa en medio mundo que de esta película, pero ¿De verdad valía la pena tanto revuelo por ella?
Dave Skylark (James Franco) es el presentador de “Skylark Tonight” uno de los programas de entrevistas y cotilleo más populares de Estados Unidos, pero ni es muy respetado por sus compañeros de profesión ni nadie se atrevería a considerarle un periodista de verdad. Su mejor amigo y productor del programa, Aaron Rapoport (Seth Rogen), es todo un profesional que soñaba con hacer un autentico programa de noticias y comienza a pensar que a lo mejor esta malgastando su talento en ese programa. Pero todo cambia cuando descubren que Kim Jong-Un (Randall Park), el dictador de Corea del Norte es un gran fan del programa y que está dispuesto a concederle a Dave una entrevista en exclusiva en su país. Eso despertara el interés de la CIA, quienes tienen una propuesta inesperada que hacerles a Dave y a Aaron, viajar a Corea del Norte para entrevistar al dictador… y asesinarle.
Después de ver This Is the End/Juerga hasta el fin me convertí en un rendido admirador del humor gamberro de Seth Rogen y James Franco, por lo que esperaba el estreno de The Interview con bastantes ganas y me decepcionó que en un principio Sony no se atreviese a estrenarla. Pero como ya sabemos al final dieron marcha atrás un poco y hemos podido disfrutar de la película. ¿Valía la pena tanto alboroto? Es verdad que no estamos ante una obra maestra de la comedia, pero tampoco es ese horror de película que algunos han querido hacer ver. Si, The Interview tiene un humor muy “grueso” muy basto y poco o nada sutil que puedo entender que no sea del gusto de todo el mundo, pero es que muchos han reaccionado (incluso amigos que me han decepcionado) como si estuviésemos ante una de las peores películas del año.
Yo no sé que esperaban algunos sobre esta película o si es que todo lo del hackeo, el boicot y la “media marcha atrás” de Sony provoco que las expectativas fuesen muy altas, pero yo me encontré exactamente lo que esperaba. Es verdad que no es tan divertida como “This is the end” pero es una de las películas con la que más me he reído el pasado año. A primera vista si, solo ve el humor burro de Rogen y Franco, los chistes malos de “caca-culo-pedo-pis”, o lo exageradamente sobreactuado que esta James Franco (aunque siendo justos, no mucho más que muchos presentadores de cotilleos reales)
Pero bajo esa (divertidísima) capa de “humor de sal gruesa” podemos encontrar no solo la obvia crítica a esa dictadura Norcoreana que de no ser tristemente real seria una parodia en sí misma. También podemos encontrar una feroz crítica a cierto sector de los medios de comunicación que buscan audiencia a cualquier precio, en la que colaboran en unos impagables cameos algunas estrellas autenticas y que han conseguido que ahora sienta un inmenso respeto por Eminen. Y eso sin olvidar que la otra ración de palos que reparte esta película la recibe el propio gobierno de Estados Unidos y su política de intervencionismo exterior, que no todo es burlarse del dictador enajenado.
Que si, que vale, no estamos ante una película que realice una crítica profunda acerca de esos temas, ni ante una obra maestra del humor inteligente. Es solo una divertida película en la que sus creadores se ríen de sí mismos, de la triste actualidad, tocan algunos temas sensibles que seguro han molestado a más de uno y lo hacen todo con un humor que en ocasiones parece fruto de la mente de un niño de diez años. Y yo al final me lo he pesado de miedo con ella, que es lo que al final importaba.