No, no hablo de hace veinte años, hablo de hoy. Hoy mismo. Hace veinte años era más inocente y os habría dicho que una porra, que X-Men podía volver a ser mejor y patatín y patatán, pero en el fondo habría estado de acuerdo. Para estar mal, mejor no estar. Pero de un tiempo a esta parte se rumorea que Fantastic Four va a cerrar y esas malas lenguas -las de Bleeding Cool- también dicen que este no es el baile de siempre de abrir y cerrar series, que esta vez es un cierre indefinido. Que Ike Perlmutter quiere cargársela y se la carga, y a tomar por saco Reed Richards y el legado de Lee y Kirby.
Y es que para entender este absurdo nos tenemos que remontar a los 90, con Marvel hundida en la bancarrota y malvendiendo las licencias de sus personajes. Universal, Columbia, Lionsgate… Una tras otra pasaron por las oficinas de Marvel y compraron la película de personajes como Hulk, Capitán América o Iron Man, todas las licencias se vendían baratas y nadie quería desaprovechar la oportunidad. Para cuando Ike Perlmutter y su alegre banda de jugueteros consiguieron comprar Marvel y trataron de reflotarla, se encontraron que casi todos los personajes de la compañía tenían sus derechos cinematográficos vendidos al peor postor, y que la mayor vía de proyección de la empresa estaba prácticamente cerrada. Conscientes de que esto tenía que cambiar inmediatamente, Marvel se puso manos a la obra para renegociar todos los contratos que pudo, y con el tiempo pudo recuperar a todos los Vengadores, Motorista Fantasma o Daredevil. A dia de hoy -y con contadas excepciones- sólo queda fuera de Marvel Spiderman – de cuyas películas si tienen los derechos de explotación del merchandising- y el roto más grande que le han hecho a la editorial en toda su historia, X-Men y Fantastic Four.
Porque la 20th Century Fox firmó un contrato draconiano con Marvel que le concedía los derechos de imagen real para TV, Cine y demás formatos, además del merchandising y todo lo que pillaran por delante. Marvel apenas ve las migajas de todo lo que produce la Fox de X-Men y Fantastic Four, y a lo único que puede acogerse es a esperar a que Fox tenga un traspiés y puedan ejecutar la cláusula que indica que los derechos vuelven a Marvel si la Fox se pasa 6 años (más o menos) sin hacer una película de la licencia. Y esto precisamente es lo que les pasó con Daredevil, pero han escarmentado y han empezado a grabar una película de Fantastic Four para el año que viene. Película que tiene toda la pinta de ser un mojonazo indecente, de estar hecha con prisas y de importarles bien poco a la compañía, que se limita a retener la licencia porque puede y porque quiere, todo sea por evitar que Marvel la recupere y -visto lo visto- tenga éxito donde ellos han fracasado.
Por eso -y después de haber puesto en marcha para nada toda la maquinaria judicial de Disney- dicen que Ike Perlmutter se ha picado. ¿Que no soltais Fantastic Four, Galactus, la Tía Petunia y Estela Plateada? Pues que os jodan, ¡abandono los 4 Fantásticos! No piensa sacar más series, ni merchandising, ni nada de nada que tenga que ver con esos personajes. Ya no existen, nada, cero patatero. El villano cósmico definitivo es Thanos, reclamamos a Ronan como personaje cósmico -a pesar de que su primera aparición es en Fantastic Four- y haremos lo posible para que nadie vaya a ver vuestras películas de mierda. Y es que aunque Marvel tiene los derechos de las series de animación de X-Men, si que es cierto que Disney canceló Wolverine & The X-Men y desde entonces ya no se les ha visto más por ninguna parte -con la excepción de las versiones anime que ya estaban firmadas antes de la compra, claro.
Y con esto volvemos al principio, con mi idea de cancelar X-Men. Admitámoslo, Bendis ha dejado la serie muy mal. Cíclope es un terrorista que echa balones fuera constantemente y no es capaz de reconocer sus errores, la serie ha perdido el norte por completo desde el momento en que se acepta como «normal» el que los mutantes nieguen su humanidad -cuando uno de los rasgos principales de la serie era que los mutantes eran «humanos nacidos con habilidades especiales»- y Marvel ha tenido que recurrir ultimamente a «eventos» como matar a Lobezno. Ya. Como que se puede matar a Lobezno… En fín, que con los mutantes se ha perdido el norte.
Por eso hay que cerrar X-Men, porque Fantastic Four tenía que haberse cerrado hace mucho. Equipo creativo tras equipo creativo, la serie ha estado bombardeada por autores que deshacían todo lo que había hecho el anterior para dejarlo tal y como lo habían dejado Lee y Kirby hace cuarenta años. Ese absurdo se ha ido perpetuando a lo largo de todos estos años, y a la serie apenas se le ha permitido avanzar en todo este tiempo. Misteriosamente, durante las etapas de Fraction y Robinson se ha respetado el trabajo de Hickman, pero tanto da, con la cancelación se volverá a resetear todo y todos los juguetes se quedarán en su sitio. Y es que si la serie la hubieran cancelado cuando la dejó Walter Simonson a principios de los 90, tampoco nos habríamos perdido gran cosa… O no. Imaginemos que Marvel hubiera cerrado X-Men a la marcha de Claremont. X-Men, Excalibur, Factor-X… Todo fuera, nunca más. Nos habríamos perdido el Factor X de Peter David, el Excalibur de Davies en solitario, el regreso bueno de Claremont a X-Men, la etapa Morrison… Pero nos habríamos librado de la etapa Lobdell, la etapa Brubaker, la de Fraction, la de Claremont y los Neo… No, no saldríamos ganando. Porque como lectores podemos leer lo que nos de la gana, y aunque es cierto que una etapa mala te puede perjudicar la imagen que tiene mucha gente de una serie y sus personajes -para mucha gente la Patrulla X clásica es la de Jim Lee, lamentablemente-, al final siempre puede acabar llegando un Jason Aaron con buenas ideas y hacerte un Wolverine & The X-Men. Que venga un Kieron Gillen y te arregle a Mr Siniestro, o que Peter David convierta a un secundario como Madrox en la estrella de su propia serie.
Entiendo a Ike Perlmutter, y eso que me he leido absolutamente todos los números de Fantastic Four. Y me los he leido religiosamente, oiga. Y he tragado mucha mierda, pero porque yo he querido. Porque yo tenía derecho a no leerlo, igual que dejé de leer DC porque cada semana me sentía como si esos cómics me estuvieran pateando los testículos. Pero eso no quiere decir que, «para que yo no sufra», deban cancelar Superman. O Batman. O Fantastic Four, una de las series más viejas de Marvel y de la cual es una vergüenza que no conserve la numeración original. Sigo sin creerme los rumores de que la van a cerrar indefinidamente, aunque sea para «dejarla en barbecho» durante el estreno de la -seguramente horrenda- película de la Fox-, pero si me creo que la situación para Perlmutter sea inaguantable. La probabilidad de que Fantastic Four o X-Men creen un nuevo personaje que le «robe» la Fox es demasiado insultante como para ser admisible -ya dijo Claremont que tienen terminantemente prohíbido crear nuevos personajes-, y, si toda la rumorología es cierta, probablemente hasta Bendis empiece pronto a aguantar presiones desde arriba para que no cree nuevos personajes en X-Men. O para que, directamente, siga haciendo mal su trabajo y X-Men sea una mierda. Que hoy en día, lo es. Pero que no la cierren, ya dejaré yo de leerla…