La nueva temporada televisiva ha comenzado y nuevamente he roto la promesa que me hago a mi mismo todos los años, no aumentar el número de series que veo semanalmente. Este año pretendía de verdad hacerlo (más o menos) ya que eran varias las series que se estrenarían basadas en cómics (Flash, Gotham. Constantine, Agent Carter…) y esas no quería perdérmelas. Pero una vez la curiosidad ha sido mas fuerte que mi voluntad y la curiosidad me ha llevado a picar con el piloto (y el segundo episodio) de una serie que destacaba un poco sobre las demás por sus elementos fantásticos. Y es que es difícil que no te llame la atención una serie policíaca en la que uno de los protagonistas es un forense inmortal condenado a vivir… Forever (lo sé, merezco la muerte por este juego de palabras)
El Doctor Henry Morgan (Ioan Gruffudd) es un forense que trabaja para la policía de Nueva York al que se le da demasiado bien no solo tratar con los muertos, de quienes puede identificar la causa de su muerte casi sin hacerles la autopsia, sino también con los vivos, ya que sus dotes deductivas no tienen nada que envidiar a cierto detective de Baker Street. Pero claro, cuando te has pasado más de doscientos años ejerciendo tú profesión raro sería no ser bueno en ella. Si, el Doctor Morgan es inmortal, pero eso no significa que no pueda morir, en los dos últimos siglos ha muertos cientos de veces de las mas diversas maneras, pero siempre ha regresado instantáneamente a la vida en la masa de agua mas cercana (si, es una forma de inmortalidad bastante arbitraria que quiere dejarnos claro que aquí no vamos a encontrar ninguna explicación pseudocientífica, esto es magia por cojones)
Pero su aislamiento voluntario de la humanidad, recluyéndose en las salas de autopsia desde hace décadas mientras estudia su condición, llega a su fin cuando se implica más de lo habitual en un caso que le pondrá en contacto con la Detective Jo Martínez. Empujado por ella y animado por Abe, un niño al que adopto hace setenta años y que ahora actúa casi como su padre, y quien le recuerda que puede que no sea capaz de morir, pero hace mucho que no ha vivido, decidirá tomar parte mas activa en sus casos y se convertirá en colaborador habitual de la policía. Pero al mismo tiempo los misterios sobre su extraña condición darán un giro inesperado por primera vez en siglos.
Las series protagonizadas por un “detective inmortal” no son precisamente una novedad, ahí tenemos Forever Knight, New Amsterdam o el Angel de Joss Whedon. Y las series policiacas con investigadores aficionadas son un género en sí mismo en la televisión (Amateur Sleuth que lo llaman los yankis) del que todos hemos visto alguna que otra serie en algún momento: Diagnostico Asesinato, Se ha escrito un crimen, los misterios del Padre Dowling, el Mentalista, Castle… Con esta ultima tiene un parecido en tono mas que sospechoso, como si la ABC tratase de atraer al mismo tipo de público, el problema es que aunque Ioan Gruffudd no es mal actor, ni tiene el carisma de Nathan Fillion ni los secundarios de la serie destacan demasiado… Y ahí es donde cojea un poco (entre otras cosas) la serie. El protagonista cae bien, el personaje de Abe (Judd Hirsch) con su relación de hijo/padre de Morgan resulta interesante y la Detective Martínez (Alana de la Garza) tiene posibilidades (por desgracia principalmente la posibilidad de mantener una tensión sexual no resuelta durante varias temporadas), pero el resto podrían desaparecer ahora mismo y nadie los echaría de menos.
Forever no es mala, pero es un poco del montón, y de no ser por lo peculiar del protagonista, que es una mezcla entre Sherlock Holmes y Connor Macloud, no le hubiera dado ni una oportunidad. Lo visto hasta ahora es divertido aunque no demasiado original, caso de la semana que solo se puede resolver gracias a las habilidades superiores de su protagonista y con un misterio de fondo a largo plazo de esos que tiene pinta que estiraran todo lo posible. De momento creo que seguiré viéndola pero no me atrevo a recomendarla, pero si a alguien le apetece ver un Castle sobrenatural algo más soso puede darle una oportunidad, a lo mejor hay suerte y de aquí al final de temporada nos sorprende, pero esperaría sentado por si acaso.