Una vez más voy a contar mis primeras impresiones de un comic del que solo me he leído el primer número. Igual no es muy justo y habría que esperar un poco más y todo eso, pero siempre he pensado que el primer número (o episodio o lo que sea) es el que tiene que engancharte, el que te deje con ganas de seguir con los siguientes y si este falla es que los responsables están haciendo algo mal. Esto ha sido lo que me he encontrado con el primer numero de una nueva serie de Marvel que esperaba con muchas (muchísimas) ganas, el Iron Fist: The Living Weapon escrito y dibujado por Karee Andrews, y que lo único que ha conseguido provocarme es indiferencia.
Danny Rand está siendo entrevistado por una periodista acerca de su faceta superheroica, pero mientras este rememora su violento y triste pasado nos vamos dando cuenta de que este Puño de Hierro es algo diferente al que estamos acostumbrados a ver. Danny parece desconectado de sus emociones, como si ya nada ni nadie le importase lo mas mínimo, y ni siquiera el irse a la cama con la periodista le hace dejar de parecer un cascaron vacio. Lo único que parece provocarle alguna emoción es la obsesión de que su padre, aquel que les arrastro a su madre, a él y a su socio de negocios a una expedición para llegar a K’un Lun, estaba loco.
Pero la obsesión de Danny con su pasado se ve interrumpida por el ataque de unos ninjas que Danny ni sabe quien los envía ni le importa, lo único que le importa es que le permitirán dar rienda suelta a esa otra cosa que le provoca alguna emoción, la violencia. Danny se libra de sus atacantes de forma brutal y despiadada solo para encontrarse con que un misterioso cyborg se encuentra en su piso amenazando a la periodista buscando a una misteriosa chica… y que ya no es capaz de invocar su poder.
Poderes o no, Danny sigue siendo uno de los mejores artistas marciales del mundo y no tiene problemas para acabar con la vida de su atacante, momento en el que sus poderes vuelven a funcionar sin problemas. Es entonces cuando hace acto de presencia la misteriosa chica a la que buscaba el cyborg, una pequeña niña de aspecto tibetano acribillada por flechas y que con su último aliento le dice que debe regresar a K’un Lun…
Este comic lo esperaba con muchísimas ganas, había pasado ya un tiempo desde que se cancelo la última serie del personaje y lo echaba de menos. Las entrevistas que había dado Karee Andrews hicieron que estas ganas aumentasen, no paraba de hablar de que se había releído las etapas más importantes del personaje, como admiraba el trabajo de los autores que estuvieron antes que el, como quería llevar al personaje por nuevos caminos… Todo parecía demasiado bonito para ser verdad, y casi que lo fue. Decir que este comic me ha dejado muy frio es quedarme corto, puede que tuviese las expectativas muy altas por culpa de las entrevistas, siendo Puño de Hierro uno de mis personajes favoritos y habiéndome releído hace muy poco la impresionante etapa de Brubaker, Fraction y Aja. Pero teniendo en cuenta que Diógenes fue incapaz de terminarse el comic (y el detesta los comics de artes marciales y la última etapa del personaje le dio un poco igual, por lo que no es un caso de expectativas demasiado altas), a lo mejor el problema no lo tengo yo precisamente…
El principal problema que me encuentro es que la lectura de este comic me ha dejado tan desconectado de todo como se encuentra el propio protagonista. Lo que sucede en el no me importa nada y no es solo por lo poco que cuenta, sino como lo cuenta. Si, algo raro le sucede a Danny y a sus poderes, unos tipos armados le atacan y debe volver a K’un Lun, pero esta contado de una manera que al menos a mi me da igual. Pasan cosas pero no sabemos porque, hay unos malos muy malos que quieren algo que también desconocemos y ni siquiera sabemos para quien trabajan. Si lo que Karee Andrews quería era que nos sintiésemos tan desconectados emocionalmente como Puño de Hierro, enhorabuena, porque lo ha conseguido.
En el mismo número de páginas con el que ha contado Andrews para contarnos su historia, Brubaker, Fraction y Aja tuvieron tiempo de ponernos al día con el origen de Puño de Hierro y su situación en aquel momento relacionada con Civil War. Nos presentaron a los secundarios de la serie, nos contaron como una empresa china quería comprar una tecnología de la Rand Corporation y como esta empresa no era más que una fachada de HYDRA, quienes trabajaban para un viejo enemigo de Danny, Davos/Serpiente de Acero. Y también vimos como este ultimo respondía ante un poder superior y enviaba a dos asesinas a atentar contra la vida de un viejo adicto al opio en Tailandia que se libraba sin problemas de su ataque y que resultaba ser Orson Randall, el anterior Puño de Hierro, cuando siempre se nos había dicho que Danny Rand era el primero y único. Nos dejaban bien claro de que iba la serie y que podíamos esperar encontrar, y todo ello acompañado de un impresionante dibujo de David Aja que demostró que entre otras muchas cosas, lo de “coreografiar” peleas también se le daba de miedo (y de quien Andrews debería aprender un par de cosillas)
Se que las comparaciones suelen ser injustas y debería juzgar este comic solo por sí mismo y no con respecto a las etapas de otros, pero yo al menos no soy capaz de hacer eso. Siempre he pensado que si alguien va a encargarse de contar las historias de un personaje ya establecido, debería intentar ser tan bueno como los mejores que han pasado por el personaje antes que él, y en este caso no ha sido así. Pero aún es pronto para tirar la toalla del todo, el comic no es del todo malo, aunque se nota que Andrews es mejor dibujante que guionista, ya que casi todo lo bueno que soy capaz de sacar de este comic es acerca del dibujo, como la original forma de presentar los flashbacks, el uso del color o la composición de pagina. Puede que el señor Andrews deba buscarse un co-guionista que le eche una mano o a lo mejor es todo culpa del maldito “decompresive storytelling” que hace que en este primer número solo nos cuente muy por encima que es lo que va a suceder porque hay que estirar las historias para el recopilatorio.
Pero por frío que me haya dejado este cómic, le daré unas cuantas oportunidades más de las que normalmente daría, que para algo se trata de uno de mis personajes favoritos. Porque está claro que si esto fuese un personaje de nuevo cuño o alguno que no me importase nada probablemente no le daría ni una oportunidad al segundo número. Aunque es posible que la serie mejore, (realmente quiero y espero que mejore) pero lo que está claro que Karee Andrews no ha triunfado precisamente, al menos conmigo, con el conseguir que este primer número me deje con ganas de leer mas. Aunque por lo que he visto por ahí estoy en minoría en este caso y este primer numero ha funcionado bastante bien, pero habra que esperar a ver como se comporta el mercado con los siguientes números y si el éxito de este primero se ha debido a que no soy el único que esperaba con ganas el regreso de Puño de Hierro.