La afición a la ciencia-ficción a veces se me hace muy cuesta arriba. Cuando se trata de material de lectura no hay ningún problema, hay miles de libros y comics que descubrir y releer que me podrían mantener entretenido el resto de mi vida, pero el panorama cambia un poco cuando se trata del cine y la televisión. Constantemente vemos como se llevan a la pequeña o a la gran pantalla buenas ideas que son desaprovechadas (Under The Dome) o ideas lamentables que uno no entiende como han recibido luz verde (The After). Y esta sequia de buenos productos hace que acabe dándole una oportunidad a casi todo lo que se estrene incluso cuando se trata de una serie de la CW… Así es como me he acabado tragando los primeros episodios de The 100, un nuevo pasito mas en esta resurgir de la moda de la CF que de momento me ha dejado una sensación algo irregular.
Hace casi cien años una guerra nuclear arraso por completo la Tierra y los únicos supervivientes de la humanidad se encontraban en las múltiples estaciones espaciales que la orbitaban. Con el paso de las décadas estas estaciones fueron fusionándose y ahora solo existe una super-estacion, el Arca. Pero allí los recursos escasean y el paso de casi un siglo se nota y mucho en los sistemas que mantienen el Arca en funcionamiento y que están comenzando a fallar por todas partes. Con un equilibrio tan precario las leyes que rigen el Arca son extremadamente rígidas. Cualquier crimen cometido por un mayor de edad se castiga con la muerte, mientras que los menores son encerrados en unas celdas que parecen demasiado amplias para tratarse de un lugar en el que escasea el espacio… Por no hablar de que igual es demasiado radical eso de que la pena de muerte sea el castigo por todos los delitos…
Pero el gobierno del Arca quiere averiguar si la Tierra es habitable de nuevo y para ello nada mejor que enviar a la superficie del planeta a un centenar de estos jóvenes delincuentes para utilizarlos como conejillos de indias. ¿Qué puede salir mal en eso de poner tus esperanzas en un montón de críos a los que has tenido que encerrar porque no saben cumplir las normas? Los cien jóvenes son enviados a la superficie, incluidos el hijo del Canciller del Arca y la hija de la Doctora Griffin (Paige Turco), directora del proyecto, nada mas logico que enviar en una misión suicida a los hijos de dos de las personas mas importantes del Arca… Pero una vez en la superficie sucede lo “inesperado”, una parte importante de este grupo decide sabotear el proyecto para quedarse a vivir allí abajo sin el control del Arca y sin ningún plan para sobrevivir más allá de “¡fiesta!” (pero de forma casta, que los menores no pueden practicar sexo)… Sigh.
El aparente fracaso del proyecto y el intento de asesinato del Canciller destapan las intrigas por el poder que existen dentro del arca y que están encabezadas por el consejero Kane (Henry Ian Cusick) alguien que, bajo la excusa de hacer lo mejor por la supervivencia de la raza humana, no se detendrá ante nada ni nadie para hacerse con el poder. Y es que la situación a bordo del Arca es bastante más peliaguda de lo que aparentaba, el enviar a un centenar de personas a la superficie no ha sido solo una forma de comprobar la habitabilidad de la tierra, sino una forma de deshacerse del exceso de habitantes y poder ganar un poco más de tiempo, ya que en su estado actual los sistemas vitales de la estación no duraran más de cuatro meses.
La situación en la superficie no es mucho mejor. La mayor parte del grupo ha terminado, voluntariamente o por la fuerza, bajo las ordenes de Bellamy Blake, un infiltrado a bordo de la capsula en la que han descendido y que parece estar llevando al grupo a seguir los pasos de “El Señor de las Moscas”. Por su parte el minúsculo grupo encabezado por Clarke Griffin, la hija de la Doctora Griffin, son los únicos preocupados por nimiedades como encontrar comida y refugio. Pero en su viaje para localizar un antiguo refugio antinuclear presuntamente lleno de víveres y equipo se encontraran con que la situación en la Tierra ha cambiado bastante en el último siglo, ya que aunque parece que la radiación ya no es un problema los habitantes de esta inexplorada Tierra sí que lo serán…
Como suele pasar en estos casos el punto de partida no es malo, tiene posibilidades, el problema está en el desarrollo. Da la impresión de que lo que buscan es atraer al público de los Juegos del Hambre (y al igual que esta también está basada en una saga de libros) en una historia que parece que va a dedicarse a tomar prestados elementos de El Señor de las Moscas y Mad Max en la parte de la Tierra y de Battlestar: Galáctica en el espacio. En principio no es una mala combinación, pero abundan los personajes y situaciones estereotipados que hacen que todo tenga un aire demasiado predecible. Puedo equivocarme, de hecho espero equivocarme, pero da la impresión de que The 100 va a ser una colección de tópicos tomados de aquí y de allá.
Así que no, no tengo demasiadas esperanzas en esta serie pero si la suficiente curiosidad como para aguantar unos pocos episodios más para ver cómo evoluciona la cosa. Igual, y tal y como sucedió con Arrow, un comienzo irregular acaba dando pie a una serie de lo más entretenida. Habrá que cruzar los dedos para que esto no se acabe convirtiendo en otro Star-Crossed o un Under the Dome.