Decir que James Robinson es uno de mis guionistas de comics favorito es quedarme corto, es verdad que ha tenido trabajos muy olvidables (cry for justice… argh) siempre ha tenido más trabajos buenos que malos, y es que tan solo por su trabajo en “La Edad de Oro”, Starman y Shade ya se merece todos los honores habidos y por haber. Pero en la DC actual se ve que eso de tratar bien al talento no va con ellos y acabaron consiguiendo que Robinson se largase de allí. Pero lo que pierden ellos lo ha ganado Marvel, quienes le contrataron casi inmediatamente. ¿Y qué serie le han dado a este escritor que ha demostrado con creces que lo de revitalizar personajes de la Golden Age se le da de miedo? Pues no podían ser otra que los Invasores, los All-New Invaders (aunque aun esperamos que se encargue del Doctor Extraño…) Así que vamos a ver si la edad de Oro de Marvel se le da tan bien como se le dio la de DC.
Tanalth The Pursuer, una agente del Imperio Kree, se encuentra en la Tierra cumpliendo una misión para la Inteligencia Suprema, localizar las piezas de the God’s Whisper, un arma Kree capaz de doblegar a los propios dioses, pero dicha arma lleva décadas desmantelada y sus piezas ocultas. La localización de las piezas se encuentra en los recuerdos de los hombres que la ocultaron, la Antorcha Humana original, Namor y Bucky/Winter Soldier, aunque ellos mismos ni siquiera recuerden haberse encontrado jamás con dicha arma. Pero ninguno se encuentra precisamente en su mejor momento, Bucky ha perdido el amor de su vida y pretende estar muerto ante el mundo mientras sigue luchando como Winter Soldier para tratar de reparar el daño causado en su “vida pasada”. Namor está lidiando con las consecuencias de haber poseído parte del poder del Fénix, lo que le ha mantenido apartado de la comunidad superheroica, con la enésima destrucción de Atlantis y con las mamarrachadas de Hickman. La Antorcha Humana por su parte aun se está recuperando de lo que se vio obligado a hacer durante los Secret Avengers de Remender para salvar la Tierra, cuyo recuerdo aun le atormenta.
Este último se ha retirado del todo y ahora es simplemente Jim Hammond, mecánico en la pequeña ciudad de Blaketon, Illinois, y su vida se limita a reparar coches y a comer en el bar del pueblo en compañía de sus nuevos amigos, todo muy alejado de su ajetreada vida superheroica. Pero Tanalth está dispuesta cumplir con su misión como sea, y si para conseguir la información que se esconde en el cerebro de Jim Hammond tiene que reducir el pueblo a cenizas y asesinar a todos sus habitantes lo hará sin dudarlo un instante. Por suerte para él, el ataque de Tanalth no ha pasado desapercibido precisamente y sus viejos compañeros Capitán América (que empieza a estar tan pluriempleado como Lobezno) y Winter Soldier se dejaran caer por allí para ayudar a su antiguo camarada de armas, y es que como suele pasar en estos casos, el ataque del villano lo único que ha conseguido es reunir de nuevo a este grupo de superhéroes…
La verdad es que ha sido un placer recuperar al James Robinson de siempre, porque otra cosa no, pero no puede decirse que estos últimos años hayan sido fáciles para él. Tras publicar un Cry for Justice que parecía teledirigido por la editorial, y en el que Robinson estaba irreconocible con ese estilo “dark & gritty”, pudimos ver como lo que estaba construyendo en las series de Superman se lo desmantelaban de mala manera. También vimos como no podía mantener una formación estable en su JLA porque a cada rato le quitaban personajes, y al final esta última serie acabo desapareciendo por culpa de New52, aunque no sin antes poder dar una emotiva despedida a Donna Troy.
Parecía que en el nuevo Universo DC iban a darle por fin lo que todos estábamos esperando, las aventuras de la JSA, pero aquello no fue como esperábamos. Sus planes originales eran ambientar la serie en los años cuarenta y contar con detalle los orígenes del grupo, algo parecido a lo que hizo Matt Wagner con Sandman en “Sandman Mystery Teathre”, pero se lo rechazaron. Su segunda idea fue ambientar las aventuras del grupo en los años cincuenta/sesenta y sorpresa, se lo rechazaron también. Al final lo único que le dejaron hacer fue ambientar la serie en la actualidad y protagonizada por veinteañeros embutidos en trajes modernos que si no han sido diseñados por el propio Jim Lee, poco ha faltado. Robinson acabo abandonando la editorial en la que había estado trabajando durante tantísimo tiempo pero parece que ahora en Marvel le van a dejar resarcirse por todo aquello, porque sus Invasores son de momento todo lo que sus fans podíamos esperar de él.
Y es que es imposible leer estos All-New Invaders y no sentir ese aire a lo JSA, que quizás sea algo irracional porque lo leemos sabiendo quien lo escribe, o quizas sea que Steve Pugh esta irreconocible y casi parece el Dale Eaglesham de la JSA, pero esa sensación está ahí. La amenaza del pasado que resurge décadas después, los héroes que han seguido caminos separados y que deben unirse de nuevo… es casi como comenzó su serie de la JSA hace ya tantos años. Hay quien pueda argumentar que eso es malo, que estos son otros personajes y que no debería tratarlos de la misma forma, pero teniendo en cuenta que desde que se acabo la serie de Roy Thomas hace décadas, los Invasores no han sido más que pasto de flashbacks y series olvidables, y viendo lo bien que le funciono a Robinson el revitalizar a los héroes de la Edad de Oro de DC, no pienso quejarme.
Encima Robinson en la web de Marvel ha comentado cuáles son sus personajes favoritos de la Edad de Oro de la editorial, y ha dejado caer que si la serie funciona piensa recuperar a Red Raven porque tiene unas cuantas ideas para él. Y teniendo en cuenta que el Red Raven original se había criado en una ciudad de exiliados de Attilan y lo pesados que están en Marvel metiéndonos a los Inhumanos hasta en la sopa no dudo que acabe convirtiéndose en miembro fijo del grupo, por no hablar de que conociendo a Robinson y su cariño por los héroes alados, debe haber estado pensando desde el primer momento que los que los Invasores necesitan es su propio Hawkman. Uno casi diría que en Marvel quieren restregarle a DC por la cara lo que han perdido y que Robinson va a disfrutar aquí todo lo que no ha podido en los últimos años.
El tiempo dirá si aplicar el “estilo Robinson” a los personajes Marvel funciona igual de bien que con la JSA y si esta vez los Invasores conseguirán mantenerse en el mercado como una franquicia más de la editorial, que con lo mal que lo ha debido pasar este hombre, se ha ganado volver a disfrutar del éxito. Eso sí, a ver si en Marvel abren los ojos de una vez ¡y le dan de una vez el Doctor Extraño para que haga con él lo que quiera!