Esta semana se ha estrenado una nueva serie de ciencia ficción en el canal SyFy sobre la que tengo sentimientos encontrados. Por un lado es una serie producida por Ronal D. Moore, el creador de la moderna Battlestar Galactica, y por otro… es una serie producida por Ronal D. Moore, el creador de la moderna Battlestar Galactica, si, aun no he conseguido olvidar como la serie desvarió de mala manera en sus episodios finales. Pero al final la curiosidad (y el descubrir que el creador de la serie es Cameron Porsandeh y no Moore) se impuso y piqué, por lo que me vi del tirón los tres primeros episodios de Helix, así que veamos lo que me he encontrado.
De entrada lo primero de lo que uno se da cuenta al ver esta serie es que la originalidad parece brillar por su ausencia, ya que uno tiene la sensación de estar viendo una precuela apócrifa de The Thing/La Cosa, mezclada con un poquito del primer Resident Evil, y aunque eso no tendría porque ser necesariamente malo, tampoco tiene porque augurar algo bueno. En Helix nos encontramos con que el Doctor Alan Farragut del Centro de Control de Enfermedades recibe una visita de un representante del ejercito para informarle de que en una estación de investigación en el Ártico, Arctic Biosystems, se ha desatado una enfermedad de origen desconocido y que desde allí han solicitado la ayuda de su equipo y la de su ex-mujer. ¿El científico que ha solicitado su ayuda? Su hermano el también Doctor Peter Farragut.
Una vez en la estación, Farragut y su equipo se encuentran con que la situación es mucho peor de lo que habían imaginado, la enfermedad que se está extendiendo por la estación no se parece a nada que se haya visto jamás sobre la faz de la tierra. La enfermedad tiene un efecto devastador sobre los cuerpos de sus víctimas mortales y los portadores presentan unos síntomas nunca vistos que les obligan a contagiar la enfermedad de forma compulsiva. Parece claro que esta enfermedad no tiene un origen natural y se trata de algo diseñado para funcionar de esa forma. Imposibilitados de marcharse de la estación por el miedo a que la enfermedad se propague por el mundo, el equipo de científicos del CCE tendrán que enfrentarse no solo a esta misteriosa enfermedad, sino al hecho de que quienes dirigen la estación parecen saber más de lo que aparentan sobre esta misteriosa enfermedad de diseño…
Tras el visionado de los tres episodios emitidos hasta la fecha sigo teniendo prácticamente los mismos sentimientos encontrados, aunque en esta ocasión por motivos diferentes. La serie ha empezado bien, está correctamente realizada, tiene un peculiar uso de la banda sonora que consigue transmitir muy mal rollo, se nota que han invertido dinero en ella y la historia consigue mantener la tensión sin limitarse a introducir un susto gratuito detrás de otro… El problema es que, al menos de momento, es una historia que ya hemos visto en numerosas ocasiones. Desde el estreno de La Cosa de John Carpenter son muchos quienes han tratado de imitar aquella historia, hemos visto innumerables telefilmes similares, episodios en series como expediente-X o en Los Limites de la realidad, etc y claro, todas ellas recuerdan a lo que nos están contando en Helix.
¿Serán capaces los responsables de Helix de salir de la sombra de todas esas historias anteriores y contar algo realmente original o nos limitaremos a ver un refrito de cosas ya vistas? Sería una pena que sucediese esto último porque la serie tiene posibilidades de contar algo diferente, y ya se han insinuado algunas cosas que podrían darle un giro curioso a la historia. Lo preocupante es que si en una serie de tan solo trece episodios ya has emitido tres y la historia aun resulta demasiado familiar, igual nos encontramos ante otro fiasco. Teniendo en cuenta que a esta serie le quedan solo diez episodios para el final de temporada seguramente aguante hasta el final aunque solo sea por la curiosidad de ver si consiguen hacer algo nuevo. Como pienso siempre en estos casos, confiemos en lo mejor pero preparémonos para lo peor, pero confiemos poquito.