Esto del cine es como el futbol o la política, todo el mundo opina sin tener ni puñetera idea. Y como opinan basándose en lo que les gusta o no, la cosa suele acabar como el rosario de la aurora, y esto de elegir la mejor película -friki- del año y que todos esten de acuerdo suele estar muy complicado.
En lo que si suele haber más consenso es en lo de la peor película del año, que seguramente todos coincidirán en decir que esa es After Earth y todo el rollo cienciólogo que arrastraba, aunque más de un fan de World War Z (el libro) dirá que no, que la peor es la peli con la que Brad Pitt trataba de adaptar el libro. Yo es que estoy muy harto ya de los zombis, y como que todas las historias apocalípticas de gente torpe comiéndose la cabeza del vecino me parecen ya todas iguales. Fíjate que vi World War Z y no me escandalicé ni la mitad de lo que lo hice con la última de Resident Evil -y eso que la Jovo me cae estupendamente. Aun así, no he visto suficiente cine este año como para hacer un top de lo mejor y lo peor, así que haré lo mismo que ayer y me pondré a repasar un poco como he visto el año.
Hay un tipo este año al que me gustaría darle un premio por pesado, y ese es Baz Luhrman. Alguno dirá que su Gran Gatsby pecaba de ser «excesivamente pretencioso», pero yo diría que el bueno de Baz no sabe hacer otra cosa, y que su Gatsby sólo es eso. La película ni se acerca a la versión de Robert Reford -que tampoco era la releche, aunque la tengo un poco olvidada- y seguramente es una de las que mejor vienen para quedarse dormido, porque la trama avanza a paso de burra y todo lo que nos meten por los ojos no tiene otro objetivo que el de maravillarnos por lo rico que es DiCaprio Gatsby y lo paleto que es el personaje de Tobey Maguire; es como si Luhrman se hubiera aburrido con el libro original y hubiera decidido contar lo que se le salía de las narices, pasando de hacer ninguna crítica a nada -cosa que no es de extrañar, que uno ve Moulin Rouge y le queda claro lo bonito que era ser prostituta a principios del siglo pasado.
Y luego está Pacific Rim, con Guillermo del Toro haciendo realidad uno de sus sueños de infancia: una película de robots gigantes contra monstruos gigantes que no de pena verla, sin corchopán. A mucha gente le ha convencido -M’Rabo es uno de ellos- pero a mí… Bueno, digamos que es una película cumplidora, que es divertida y es, pues lo dicho, para críos. No me acabo de creer a los personajes, pero a la vez me doy cuenta de que responden a los arquetipos de los animes y series de superrobotos en los que se basa Del Toro y que él fijo que conoce mucho mejor que yo, asi que me callo. Eso sí, Del Toro le ha dado una lección a Michael Bay de cómo hacer robots gigantes, una pena que el director de Transformers vaya a desaprovechar todas esas lecciones para su siguiente película -porque lo conocemos, sí.
Otro director mexicano, Alfonso Cuarón, ha conseguido colocar arriba otra de ciencia ficción, y hasta se rumorea que va directa para los Oscar del año que viene. Lo peor es que Gravity no es ciencia ficción estrictamente dicha, porque lo de mandar gente al espacio no es algo que no venga pasando ya desde hace ya cosa de 60 años, pero así nos va. Gravity es una historia de supervivencia, de muerte y renacimiento, en la que el personaje de Sandra Bullock trata de volver a la tierra sin tener una nave decente con la que poder hacerlo. En apariencia es una historia que se podría haber contado con exploradores en el desierto o en la antártida, pero Cuarón es consciente de que si una persona sube al cielo y trata de volver a la Tierra los posibles significados son demasiado jugosos como para dejarlos escapar, ya me entendéis…
2013 también pasará a la historia por el estreno de la tercera parte de la trilogía del cornetto, esas películas de Simon Pegg y Nick Frost en las que Edgar Wright demuestra lo pedazo director que es. Vamos a dejar las cosas claras, a este hombre no se le tiene suficientemente valorado, pero un tipo que hizo «visible» Scott Pilgrim se merece todo mi respeto. Y si es uno de los creadores de la trilogía del cornetto… En fín, sólo puedo decir que The World’s End es una de las mejores películas del año, y que la pena es que no tenga más éxito y que la vea más gente, porque las tres películas se merecían muchísima mejor distribución, porque al final si se las conoce es gracias al boca a boca de internet y no al nefasto tratamiento que ha tenido en los cines, siendo estrenada casi seis meses después del estreno original.
Star Trek Into Darkness, El Hobbit 2 y Elysium… Pues como que han sido decepciones a distintos niveles. JJ Abrams ha decepcionado y hasta da miedo por lo que pueda acabar saliendo en Star Wars VII, El Hobbit 2 sigue siendo más de lo mismo, pero ahora con elfos arios übermensch y Watson siendo perseguido con Cumberbatch en plan Tio Gilito, y Elysium… Mirad, si Distrito 9 era una película que cubría sus carencias con la narración estilo «documental», Elysium no tiene esa excusa y su metáfora sobre ricos y pobres queda totalmente desnuda y mal narrada, con personajes simplones y tramas excesivamente predecibles. Al guión le hacía falta un poco más de horno, que la dirección de Blomkampf lo necesita y mucho.
Sin embargo, y siendo Brainstomping como es una web basada principalmente en el cómic -es lo que nos da más combustible para nuestro odio, vaya- tenemos que hablar del montón de películas de superhéroes que se ha estrenado este año. La última en estrenarse, Thor 2, avanza a trompicones, con un montaje hecho por el peor enemigo del director -Alan Taylor- y que se esforzaba en repetir escenas que no añadían ninguna información. Por lo demás, Portman y Hemsworth no tienen ninguna química -aquí podria ser cabrón y decir que la cosa era tan chunga que tuvieron que llamar a la mujer de Hemsworth para que el beso entre ambos quedara bien- y la conclusión final ha sido que Tom Hiddleston es lo mejor de la película. Sé que algunos me van a matar porque les ha encantado, y me gustaría volver a verla un día de estos para poder ver si me he perdido algo, peroa día de hoy esa es la sensación que me ha quedado.
The Wolverine, con un James Mangold que prometía, con todo el equipaje que trae ser un proyecto cancelado por Darren Aronofsky… Ha pasado sin mucho ruido a lo largo del año, y poca gente parece acordarse ya de ella. No he oido que nadie diga que es una mala película -que no lo es- pero el hecho de ser de superhéroes y no haya tantas explosiones como en Thor o Man of Steel parece que ha dejado al personal un tanto seco. Hay que tener en cuenta que el cómic original de Claremont y Miller no dejaba de ser una historia de ninjas y samurais, sobre lo que le hace humano al individuo y los sacrificios que debe hacer uno en la vida y blablabla, y aunque la película se pasa por el forro algunas de estas cosas, trata de ser fiel al original a su manera, y acaba siendo una road movie con mutantes y katanas. Es una película más que decente, pero alguno salió del cine como quien va a ver Toy Story esperando que sea una crítica a la industria juguetera…
El taquillazo del año. Y encima se lo ha merecido…
Y por fín llegamos a Iron Man 3, así que poned en marcha el video para leer este párrafo, que para algo lo he metido. Nada voy a decir ya que no haya dicho ya en su momento, hay gente a la que no le gustó la lluvia de armaduras, gente a la que no le gustó el Mandarín, gente que no entendió directamente nada… Lo dicho, yo ya no voy a decir nada al respecto, es raro que uno tenga que pensar a la hora de ver un blockbuster, pero Shane Black ha dejado todas las piezas del puzzle y el trabajo de completarlo está en la cabeza de cada espectador. Lo que me parece lamentable es que a esta película pretendan meterla en la misma liga que mamarrachadas como Man of Steel; no, no. Este año Iron Man ha volado bien alto, y no ha sido sólo por la cantidad de alcohol que llevaba en vena…