Hace un par de semanas se estreno en España Thor: El Mundo Oscuro/The Dark World, y por fin tras algunos retrasos tuve la oportunidad de verla. Marvel Studios sigue construyendo su universo cinematográfico de forma impresionante, y aunque la calidad de sus películas es un tanto desigual, hasta ahora siempre han sido capaces de proporcionar un producto de lo más entretenido, y esta vez no ha sido una excepción. Así que vamos a ver qué es lo que podemos encontrarnos en esta nueva entrega de las aventuras de nuestro Dios del Trueno favorito.
Alan Taylor es quien toma las riendas de la secuela de Thor sustituyendo a Kenneth Branagh, y se ve que su experiencia dirigiendo historias ambientadas en mundos de fantasía seudomedievales (ha dirigido varios episodios de Juego de Tronos) le ha venido muy bien para contarnos las nuevas aventuras de Thor (Chris Hemsworth). En esta nueva entrega del universo cinematográfico/televisivo nos encontramos con la continuación de los eventos narrados en los Vengadores y vemos cual fue el destino de Loki después de que Thor le llevase prisionero de regreso a Asgard. Pero las tareas de Thor no terminaran con llevar a su hermano ante la justicia de Odín, tendrá que quitarse la camiseta en los primeros minutos de la película para recordarnos por que le han contratado y además tendrá que poner orden en los nueve reinos, sin saber que sobre todos ellos se avecina una nueva y terrible amenaza.
Hace miles de años Malekith el Elfo Oscuro construyo un arma imparable, el Aether, con la que pretendía devolver al universo su oscuridad original en el momento en que se produjese la conjunción de todos los reinos de Asgard. Solo la intervención de Bor, el padre de Odín, y los ejércitos de Asgard, pudieron derrotarle y evitaron que el Elfo Oscuro llevase a cabo sus planes. Dando a Malekith por muerto Bor escondió la temible arma elfica en donde nadie pudiese encontrarla jamás. Pero cinco mil años más tarde, cuando se repite la alineación de los nueve reinos, el arma es encontrada por accidente y Malekith y los suyos despiertan de su largo sueño para intentar de nuevo conseguir sus malvados objetivos. Thor será lo único que se interponga entre él y la destrucción de buena parte del universo, por lo que si quiere salvar a toda la creación y a su amada Janes Foster, no le quedara más remedio que buscar al más insólito aliado en su lucha, su hermanastro Loki…
dios «alienigena»de las mentiras!!
Esta secuela de Thor, aunque está lejos de ser tan redonda como los Vengadores, ha sido capaz de “superar” a su primera entrega en unos cuantos aspectos. Aunque la acción transcurre tanto en la Tierra como en los distintos reinos de Asgard, es el hogar de Thor quien tiene más protagonismo. Por fin vemos de Asgard algo más que la Ciudad Dorada y podemos ver aquí y allá algunos de los elementos más importantes de la “mitología” de los personajes. Incluso se llega a visitar algunos otros de los nueve reinos, aunque esto último se quede en poco más que una anécdota, Svartalfheim es un descampado y en Vanaheim hay bosques… La pena es que aquí se deja a un lado la ambigüedad que suele haber en los comics sobre si los Asgardianos son dioses de verdad o solo super-alienigenas se ha abandonado, dejándonos claro que los habitantes de Asgard son simplemente seres muy poderosos y longevos que residen en otro planeta y cuya ciencia se confunde con la magia. Así que con este planteamiento dudo que acabemos viendo en próximas entregas el Valhalla, las Valkirias o Hela y su reino de los muertos. Pero al menos permanece la posibilidad de poder ver algún día en pantalla grande a Bill Rayos Beta, otra alienígena más no desentonaría en esta versión de Asgard.
A quienes si hemos visto, pero poco, es al resto de los Asgardianos. Idris Elba sigue estando impresionante como guardián de Bifrost y consigue que nos dé igual el color de su piel, e incluso le han dado alguna escena que otra que le permita lucirse más que en la anterior película. Lady Sif también tiene sus pequeños momentos de lucimiento, demostrando que Warner ha perdido a una gran Wonder Woman y que en Marvel seria idiotas si no acabasen intentando darle película propia. Los tres Guerreros no podían faltar, y aunque también sabe a poco su presencia, Fandrall es mas Errol Flyn que nunca y Volstagg aunque más delgado sigue teniendo una numerosa prole a la que contar historias. Eso sí, Hogun sigue estando tan desaprovechado como en la primera entrega, aunque en esta ocasión al menos le han respetado el mostacho. Si en Marvel siguen queriendo expandir su universo, ya sea en más películas o en miniseries de televisión, deberían ir pensando en darles algún proyecto en solitario tanto a Lady Sif como a los Guerreros donde los personajes puedan desarrollarse en condiciones.
Aunque la película no es perfecta ni mucho menos, hay un par de escenas redundantes que se nos muestran dos veces desde distintos puntos de vista, y cuya repetición no aporta nada al desarrollo de la historia. El otro problema que he encontrado es durante la batalla final, cuyo ritmo se corta un par de veces al meter con calzador un par de escenas humorísticas que al menos a mi me “sacaron” de la película. Pero probablemente lo “peor” de esta secuela de Thor sea el villano de la misma, Malekith. Este personaje había sido creado por el mismísimo Walter Simonson en la que sin duda es la mejor etapa de Thor en su historia, por lo que director y guionistas de la película tenían muy buen material en que basarse. Por si esto fuese poco, está interpretado por un actorazo como Christopher Eccleston, así que el personaje tenía todas las papeletas para ser un grandísimo villano, pero…
Pero lo que uno se encuentra en la película es un villano soso y sin carisma que es malo “porque si”, y que esta solo un poco por encima del Justin Hammer de Iron Man 2. Pues por lo que han contado actor y director, el problema ha sido que todas las escenas rodadas que profundizaban en Malekith, en su trasfondo y sus motivaciones, se han quedado en la sala de montaje. No sé quien o quienes habrán tomado la decisión, pero lo que han conseguido es un villano de lo mas plano, nos tocara esperar a ver si estas escenas eliminadas acaban viendo la luz como extras de la edición domestica o como parte de una hipotética versión extendida. Y de cómo Kurse ha terminado convertido simplemente e un tipo grande cuyas motivaciones son simplemente seguir a Malekith prefiero ni hablar.
Y el mayor beneficiado de este recorte que le han metido a Malekith no ha sido otro que Loki (y no dudo que sea precisamente esto lo que haya motivado el tijeretazo) Que Tom Hiddleston se ha convertido en una estrella gracias a su papel de Asgardiano, nadie lo pone en duda. El actor rebosa carisma y se convierte en protagonista de cada escena en la que aparece, y ya se habla incluso de darle una película propia, pero esto podría acabar suponiendo un “problema” para Marvel. Podría acabar pasando como con Robert Downey Jr, su personaje ha caído tan bien y tiene tanto éxito que puede que acaben dependiendo demasiado de él. Así que a Marvel Studios mas les vale empezar a crear nuevos villanos y no cargárselos en la sala de montaje, que el día que uno de estos actores se canse de salir en estas películas, o el estudio no quiera pagarles la millonada que pidan por renovar su contrato, se van a ver jodidos.
También contamos con algún cameo que otro de lo más inesperado y otra de esas escenas post-créditos que enlazan esta película con una de las próximas películas de Marvel, escena que por cierto ha dejado a cuadros a más de un espectador que solo conoce a los personajes por el cine y que no se han enterado de nada, pero que consiguieron que yo recibiese una lluvia de codazos del friki que tenia sentado al lado. Pero pequeños problemas a un lado, nos encontramos ante una película muy divertida, otra mas, que demuestra que Marvel sigue por el buen camino, es verdad que no llega al nivel de Vengadores o de Iron Man 3, pero ha conseguido superar a su predecesora en muchos aspectos. Ahora solo nos queda esperar a comprobar si Capitán América 2 y Guardianes de la Galaxia consiguen aguantar el tipo y superar lo visto hasta ahora y sentarnos a disfrutar de esta “edad de oro” de superhéroes en el cine.