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El espanto hecho videojuego – Aliens: Colonial Marines

IA, que viene del inglés, I-A, Inteligence Artificial. Que lo deja claro la palabra, es inteligencia, pero es artificial. Vamos, que no lo es. Porque lo artificial no es de verdad, o sí, pero es de verdad de mentira, porque lo ha hecho alguien. Por eso si un alien se olvida de tí en cuanto le das la espalda, es porque es IA, Intelligence Artificial.
-Jefe de Proyecto de Aliens: Colonial Marines.

Y a mí que me da que pronto vamos a tener compañía…

Así de surrealista ha debido de ser el desarrollo de la cosa esta de Aliens que nos han regalado Sega y los mil doscientos equipos que han participado durante un tortuoso desarrollo de seis años (eso es casi medio Duke Nukem Forever, para que os hagais a la idea). El juego, por llamarlo algo, cuenta la historia de siempre pero en peor: marines espaciales matan aliens de papel, gritan mucho frases de las películas y se pegan contra malvados mercenarios (PMCs los llaman ahora) que sirven a los malvados intereses corporativos de la Wayland Yutani. Y todo eso sin recordarnos esa horrible película de Charlize Theron el año pasado que prometo no volver a mencionar.

¡No me lo puedo creer! ¡Han hecho un juego lo suficientemente malo como para dejarnos bien!

Pero Aliens: Colonial Marines es capaz de retrotraernos a sensaciones que no vivíamos desde… Que te diré yo… Homefront o Moh:Warfighter. Esos enemigos que te disparan a través de las paredes, esos cadáveres que se disuelven en ácido al morir muy oportunamente (humanos incluidos) esos NPCs totalmente atontaos que te siguen a todas partes contándote la historia y jugando por tí, y que son completamente incapaces de apartarse para que puedas disparar a gusto… Pero eso da igual, porque puedes disparar a través de ellos. Aunque eso también tiene un lado malo, tus enemigos también pueden disparar a través de ellos. Y no se te ocurra tirar una granada a través de tu utilísimo compañero, porque rebotará y te dará en los morros. Sin embargo, no se os ocurra pensar ni por un solo momento que tus compañeros no piensan en tí, porque jamás te abandonarán. Cuando, harto de sus mierdas, salgas corriendo mientras montones de xenomorfos y soldados de la Wayland te ignoran porque están muy ocupados mirando las jurásicas texturas de la pared, te aseguro que al terminar tu carrera, tus compañeros estarán allí. Teleportándose por arte de magia, pero estarán allí. Aunque a veces no lo están, y tendrás que volver atrás porque el ascensor o la puerta que tienes que cruzar no se abrirá hasta que vengan ellos. Pero tampoco es como si tu, TODO UN MARINE, fueras a querer dejarlos abandonados, ¿verdad? Después de todo, el juego se ocupa CONSTANTEMENTE de recordarnos de que los marines no dejan nunca a un hombre atrás (cosa que nos provocará una risa tontísima al final de la campaña).

Por algo yo siempre me quedo sola al final de la película…

Y me diréis, ¿y que tal es matar aliens? Pues… Lo peor del juego. A lo largo del mismo, te pasas más tiempo liquidando mercenarios que cucarachas, pero es que os aseguro que se agradece una burrada; matar aliens es un coñazo insufrible, sus animaciones son total y absolutamente lamentables y tienen la manía de ser invulnerables a ciertas armas a melee, a deflagraciones y a hacer lo que les viene en gana según les apetezca. Puede que disparando a algunos mercenarios a la cabeza el tiro mágicamente falle, que ellos usen balas perforadoras que me den a través de mis compañeros y de todas las paredes del juego, pero ellos no me obligan a pegarles a melee con la tecla V, luego con la E y luego rezar para que mi recortada, a dos palmos del bicho, ACIERTE. Otro elemento maravilloso sacado directamente de las películas es el sensor de movimiento (tranquilos, no voy a hablaros del Kinect). Como recordaréis, el sensor era un radar que te indicaba las cosas que se movían frente a tí. Así, al entrar a una habitación con nuestro sensor en la mano, podíamos ver como en ella había varios bichos y acojonarnos un poco más con el pitidito del trasto. Sin embargo en el juego este no vale para casi nada, porque según entras en una habitación los bichos todavía no existen y en muchas ocasiones sólo spawnean ante tus propios ojos. Deben de usar el mismo teleportador que tus marines NPCs…

-¡Anda que no estabas mejor conmigo en el bar que asustando marines en un videojuego, atontao!

Poco más puedo deciros, más allá de estar profundamente decepcionado con la cosa esta. Aliens VS Predator 2 fue en su día un juegazo, y todavía no he visto nada que este a su altura. Otro juego basado en los bichos estos que también me gustó en su día fue el Alien 3 de Supernintendo, y hasta cierto punto la recreativa aquella de Aliens VS Predator que realizó Capcom a principios de los 90. Por lo demás, Aliens: Colonial Marines es como el resto de juegos que se han basado en la serie Alien, una auténtica basura. Me da igual que la culpa de este desmadre sea de Sega, del pasotismo de Gearbox o de la incompetencia de los demás equipos subcontratados, el resultado final es digno de que se puedan oir tus gritos de horror en el espacio. Y ojo, que el juego trae bajo el brazo un aviso a navegantes: si los tiempos de desarrollo largos quieren decir que el juego va a ser una mierda (cosa normal, porque si se alargan es que hay problemas serios) no me quiero ni imaginar la inmensa mierda que debe de ser The Last Guardian…

Por cierto, alguno igual se está preguntando por qué no he puesto una sola captura del juego en todo el artículo. Que conste que yo quería ahorraros el mal rato, pero creo que este gif animado (que a estas alturas casi es un meme) resume perfectamente todo el juego:

Lo peor es que en las demos anteriores al lanzamiento los aliens estaban muchísimo mejor animados que esta cosa…

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