Por fin ha llegado el día que tanto temíamos y esperábamos, el final de Batman Odyssey. ¿Sera capaz Neal Adams de responder a todas las preguntas que se nos han planteado a lo largo de la historia? ¿Tendrá por fin todo esto algún sentido? ¿Había un plan maestro detrás de toda esta aparente locura? Habrá que seguir leyendo para comprobarlo…
Tras el intento de Sensei de asesinar a su propio padre en casa del propio Batman este ha ido en su busca respondiendo a su desafío. Así que ahí tenemos a Batman corriendo una vez más por los túneles de acceso que llevan hacia la armería de Arkham… En serio, sigue sin ser buena idea almacenar todas esas armas de súper-villanos en un sitio que tiene ese historial de fugas… Y la idea de que Sensei vuelva a esconderse allí tampoco es que parezca la más sensata del mundo, pero a estas alturas la sensatez en este comic no es más que una leyenda urbana.
Pero no es Batman quien llega primero ante Sensei, es su amigo Jamroth que ha vuelto a la superficie para ayudarle. Sensei ante esta intrusión despliega a sus gnomos, ahora armados con armaduras y rifles de alta tecnología, pero no son rivales ante el gas somnífero de Robin, quien también acaba de llegar. Inconscientes los gnomos Sensei llama a sus… matones armados con armas de fuego… Si, debía estar quedándose sin presupuesto… Pero antes de que puedan mover un dedo son derrotados por Talia y los dioses egipcios, quienes también pasaban por allí. Batman mucho correr pero se le han adelantado todos…
Al verse sin matones a sueldo a Sensei no le queda más remedio que defenderse por sí mismo, y se dispone a entablar combate con Jamroth mientras se queja de que el cobarde de Batman no se atreve a mostrarse ante él. Pero Jamroth se niega a pelear contra él y saca… ¿una cámara de video? Así es, Batman le ha encargado que sea el cronista del combate entre Sensei y el propio Batman, quien es entonces cuando decide aparecer, dando la impresión de que había estado escondido hasta ese momento para que su entrada fuese más dramática… Bueno, cosas más raras hemos visto en esta serie.
Los golpes van y vienen, Sensei se mueve como el rayo y Batman para ganar movilidad se desprende de su capa. Sensei solo necesita ese momento de distracción para desaparecer de la vista y ocultarse donde uno menos lo esperaría, a la espalda de Batman, imitando cada movimiento que este hace como si fuese su sombra, haciendo imposible para el detective localizarle… Esto ya parece una película de los hermanos Marx…
Mientras este extraño combate tiene lugar, los prisioneros de Arkham, que siguen en sus jaulas de cristal se dedican a burlarse de Batman por no darse cuenta de que tiene a Sensei pegado a su espalda pero teniendo cuidado de no decir nada no sea que se les acabe la diversión. Pero Sensei se cansa de su juego y vuelve a golpear a Batman revelando su posición, pero pese a que el combate parece igualado no es así, Batman le señala a Sensei que su edad le hace lento y que por eso está resentido con su padre, ya que Ra’s al Ghul le ha negado el acceso al foso de lázaro que le permitiría restaurar su juventud y que eso le ha vuelto tan deshumanizado y peligroso que incluso su padre le teme.
Ra’s admite que le teme, pero solo como quien teme a un perro rabioso incontrolable, pero Jamroth y Robin se dedican a burlarse de el por temer a su propio hijo, ya no hay respeto por los mayores. Ajenos a todo esto Batman y Sensei siguen combatiendo aunque de una forma algo más amistosa de lo que uno podría esperar. Mientras intercambian golpes comentan en voz baja como era más fácil y cómodo luchar en la baja gravedad del inframundo. Es entonces cuando volvemos a tener un flashback y regresamos a aquel otro combate que tuvo lugar en las entrañas de la tierra. Ahí descubrimos que el único motivo por el que Sensei ataco las instalaciones de los científicos subterráneos fue el de atraer a Batman para ofrecerle un trato, que consiguiese por el algo que nadie ha conseguido en más de dos mil años, un trato en el que ambos tendrán que ceder un poco pero en el que ambos ganaran… pero habrá que esperar un poco para saber en qué consistía ese trato ya que volvemos a la otra pelea.
Batman agarra a Sensei por el cuello y afirma que está harto, que Sensei ha matado a cientos de personas y que eso se acabo, que esa es su ciudad y que son sus reglas. Es entonces cuando le pide a Robin que saque del bolsillo de su capa… ¡¿Su pistola?! Los villanos de las celdas (y los lectores) miran la escena con sorpresa y…
Batman sin dudar ni un instante dispara varias veces por la espalda a Sensei matándole en el acto… Voy a releer estas páginas porque aun no me lo creo… ya si eso vuelvo mañana…
Yo cuando comencé a leerme este comic me esperaba casi cualquier cosa, pero esto de ver a Batman empuñando un arma de fuego y ejecutando con ella a uno de sus enemigos no estaba dentro de lo que me atrevía a esperar de este comic. ¿Cómo saldrá Neal Adams de esta situación? ¿Cómo justificara que Batman mate a sangre fría a sus villanos tan alegremente? Mañana lo comprobaremos en la entrega final de Batman Odyssey.