Darksiders II es Darksiders I pero con más hostias. Si el primero tenía Hostias, hostias, hostias, Darksiders II tiene Hostias, hostias, hostias y más hostias. ¿Quereis una explicación más detallada? Bueno, me esforzaré un poco… Pero no demasiado, es verano y hace calor.
Aquí esta Muerte, el jinete del apocalipsis que va siempre descamisado menos cuando se carga a alguien.
Darksiders II continúa el estilo de la primera parte de mezclar un poco Legend of Zelda con el matamata moderno estilo God of War y demás macarradas. Su componente de exploración se basa en misiones secundarias, y se avanza a golpe de mazmorra en las tres o cuatro zonas en las que se divide el juego (como siempre, la primera zona es la más grande, para acabar con microzonas que casi son un pasillo hasta la mazmorra principal). Sin embargo, el hecho de que este juego no lo protagonice Guerra, el jinete del apocalipsis si no su colega y hermano Muerte hacen que cambie un poquillo el sistema de juego (aunque no mucho). Muerte funciona más parecido a los Prince of Persia de Ubisoft, corriendo por las paredes y tal, con lo que en este juego se mezcla el puzzle 100% Zelda con el de PoP, con lo que tenemos unos puzzles bastante más interesantes que los del original.
Aun así, no se puede decir que el juego sea mejor que el original: de entrada la historia es bastante más intrascendente y no aporta gran cosa a la del juego del original. Para entendernos, el juego se desarrolla durante los 100 años en los que se pasa Guerra prisionero por empezar el apocalipsis antes de tiempo. Eso a Muerte no le parece nada bien, con lo que en vez de buscar pruebas de que Guerra es inocente, decide «deshacer» su pecado, cual Control+Z cualquiera. Pecado que, por cierto, consistió en cepillarse a toda la humanidad y provocar una prematura guerra entre el cielo y el infierno, por eso de que ángeles y demonios se tienen ganas y aprovechan cualquier excusa para dejar nuestro planeta hecho una porquería por un quitame esos humanos.
Pero tampoco creo que debamos comernos mucho la cabeza porque la historia sea instrascendente para la trama principal de la serie; lo que tenemos entre manos es un mata mata cuya diversión esta en los combos y en los puzzles que nos vamos encontrando, un juego que no cae en los vicios de otros de obligarnos a hacer tareas repetitivas y que tiene un acercamiento directo a la acción y premia la exploración. Algo que, con los tiempos que corren, es digno de celebrar.