Mucho se habla de la mierda a diario, es imposible estar vivo y no estar en contacto con la mierda en alguna de sus formas. Pero pese a que casi se podría decir que la mierda nos rodea ¿Qué sabemos realmente de ella? ¿La conocemos lo suficiente como para hablar de ella con conocimiento de causa o nos da tanto asco que preferimos ni pensar en ella? Vamos a indagar un poco en que es realmente la mierda para comprobar si de verdad sabemos lo que es.
La mierda como ya digo, nos rodea por todas partes, como lo es en su forma física como subproducto del proceso de digestión de los seres vivos. Y es que cagar cagamos todos, desde el humilde obrero hasta los reyes y emperadores pasando por las estrellas de cine y los intelectuales, sin olvidar a los animalitos de la naturaleza. De cagar no se libra nadie y es, junto con la muerte, lo que tenemos en común todos los seres de este planeta.
Eso si, como se trata de un subproducto tendemos a pensar que no es algo importante, que la mierda es mierda y ya está, pero no es así. Es sorprendente la riqueza y variedad que puede tener la mierda. De esto se dio cuenta hace años el Doctor Ken Heaton cuando en 1997, en las páginas del Diario escandinavo de gastroenterología, publicaron lo que se conoce como la “Escala de heces de Bristol”. Está claro que la década de los noventa fue la década de a mierda.
En esta escala vemos como la mierda se puede clasificar en siete categorías:
Tipo 1: Trozos duros separados, como nueces, que pasan con dificultad.
Tipo 2: Como una salchicha compuesta de fragmentos.
Tipo 3: Con forma de morcilla con grietas en la superficie.
Tipo 4: Como una salchicha; o serpiente, lisa y suave.
Tipo 5: Trozos de masa pastosa con bordes definidos, que son defecados fácilmente.
Tipo 6: Fragmentos blandos y esponjosos con bordes irregulares y consistencia pastosa.
Tipo 7: Acuosa, sin pedazos sólidos, totalmente líquida.
De todas estas categorías, las ideales son la 3 y la 4, fáciles de expulsar y sinónimo de buena salud intestinal. La 1 y la 2 nos indican que estamos estreñidos, que hay que tomar más de esos yogures que anuncian José Coronado. Y por ultimo tenemos las categorías 6, 6 y 7, estas son sinónimo de diarrea o cólera y son sin duda las más asquerosas de todas. ¿A que es sorprendente lo que se puede aprender del cómo funciona nuestro cuerpo?
Pero la mierda no tiene por qué ser física, también existe en su forma metafórica como parte de nuestro vocabulario diario. Expresiones como “Váyase a la mierda” “Esta película es una mierda” “Y una mierda pa’ti” forman parte indispensable de nuestro lenguaje. Uno es incapaz de imaginarse a personajes míticos de nuestra cultura como Don Fernando Fernán Gómez o Arturo Pérez Reverte sin utilizar esta expresión. Nos sentiríamos desnudos si no pudiésemos mandar a alguien a la mierda o clasificar como tal el trabajo de otra persona o incluso nuestra propia suerte.
Todo esto y mucho más es lo que vamos a aprender esta semana sobre la mierda. Sí, nos alejamos un tanto de los temas habituales del blog, pero hay que pensar que entre hablar de la actual situación de DC Comics, de los fundadores de Image o de la situación que vivimos actualmente en España y hablar de la mierda, no hay tanta diferencia como podría parecer a primera vista. Así que a pasarlo bien y a defecar en categorías 3 y 4, que si no toca ir al médico.