El titulo de este post no podría ser más acertado, se ve que la ABC buscaba un reemplazo para la ya terminada Lost/Perdidos y han hecho todo lo que ha estado en su mano para conseguirlo. Esta serie parece querer atraer de nuevo a cualquier precio a todos esos espectadores que se quedaron “huérfanos” con el final de Lost, pero ¿Lo han conseguido? Mmm, pues no del todo, pero no será porque no lo estén intentando a lo burro.
La serie comienza con la llorada desaparición y aparente muerte del Doctor Emmet Cole, un explorador y naturalista famoso en el mundo entero gracias al programa de televisión que ha seguido sus andanzas durante años. Pero mientras el mundo lamenta su desaparición, su esposa no esta tan convencida de ello, ya que jamás apareció el cadáver. Así que con la financiación de la cadena de televisión que producía el programa y la ayuda de su hijo y unos amigos, se embarcaran en un viaje por el amazonas siguiendo los pasos del Doctor Cole con la esperanza de encontrar su rastro.
Durante su trayecto acabaran encontrando el Magus, el barco en el que el Doctor Cole realizo todos sus viajes, varado en un afluente del amazonas que no aparece en ningún mapa. El barco se encuentra en muy mal estado, abandonado y con lo que parecen restos de una sangrienta lucha ¿Qué ha sucedido allí exactamente? Pronto lo descubrirán gracias a los diarios y las grabaciones que el Doctor Cole dejo en su camarote. Durante años su expresión favorita en el programa de televisión fue “Hay magia ahí fuera” pero mientras que todo el mundo asumía que se refería a la “magia” de la naturaleza en realidad se refería a magia real, a la magia que ha estado buscando por el mundo durante años y que parece que finalmente encontró.
Ya desde el episodio piloto nos han querido dejar claro de qué va la serie, huyendo de las ambigüedades que plagaron Lost durante años y que acabaron provocando la huida de muchos espectadores cuando la serie se decanto definitivamente por la ficción. En The River no quieren que tengamos dudas y nos dejan bien claro que la magia es real, es peligrosa y está detrás de la desaparición del Doctor Cole. Y por si eso fuera poco nos hacen otro guiño más a Lost haciendo que la primera amenaza a la que se enfrentan sea ni más ni menos que una criatura formada por humo negro…
El principal problema que le he encontrado a la serie es que, a pesar de ser bastante entretenida, carece de personajes carismáticos. Todos son, de momento, bastante sosos cuando no directamente planos, a diferencia de lo que ocurría en Lost que ya desde el principio hubo unos cuantos personajes que consiguieron ganarse el favor del público casi desde el comienzo de la serie. Quizás con suerte, con el discurrir de la serie los personajes se desarrollen un poco, pero de momento son sosetes. Curiosamente el único personaje con carisma es precisamente el ausente, el Doctor Cole, al que solo vemos a través de flashbacks y en las grabaciones que la tripulación del Magus revisa con la esperanza de encontrar alguna pista que les revele que fue lo que le sucedió y donde pueden encontrarle.
La serie además la han querido vender como una especie de falso documental grabado por el equipo de televisión como contrapartida a la financiación de la expedición. El problema es que esto en la práctica se traduce solamente en que hay algunos planos que parecen estar realmente grabados por los cámaras del programa o por las cámaras por control remoto que dejan en su camino para que les graben desde ángulos raros. Pero hasta ahora eso es más un engorro que algo que realmente beneficie a la serie. Pero imagino que con el paso de los episodios irán dejando de lado.
Pero pese a estos pequeños problemillas que tiene la serie, a mi me está gustando bastante, ha conseguido eso tan difícil estas últimas temporadas de dejarme con ganas de ver el siguiente episodio. Eso sumado a la sequia que ha habido en las últimas temporadas de series de tipo fantástico hacen que esta serie sea bastante recomendable. Aunque eso sí, de momento está bastante lejos de ser la nueva Lost, pero no va por mal camino.