El desarrollo de LA Noire duró la friolera de siete años, y pretendía ser un juego innovador, una especie de simulador de detective de novela negra. Las buenas intenciones, el tratar de hacer un juego más o menos profundo y con cierta densidad, una vuelta de tuerca sobre el sandbox habitual, estaban ahi. Sin embargo, del dicho al hecho la cosa siempre se complica…
Personalmente la ambientación de este juego me atrae, el rollo años 40, la investigación… Sin embargo, cuando nos ponemos a jugar lo que recibimos no es especialmente innovador; tenemos una aventura gráfica de las de point’n’click de las de toda la vida manejada por un interfaz «moderno», basado en patearse el escenario hasta que el mando vibre o suene una musiquita que te avise de que tienes una pista delante. Y para colmo, en la mayor parte de las ocasiones, la pista no es importante para la investigación, con lo que las «escenas del crimen» suelen ser bastante aburridas, y acaban pareciéndose mucho a esos juegos web de «sal de la habitación encontrando objetos».
Luego tenemos los interrogatorios, el plato fuerte del juego. Se supone que van un paso más allá respecto a los RPGs o las aventuras gráficas, que tienes que fijarte en las expresiones de los sospechosos para decidir si creerles, si mienten o si dudas de lo que dicen. Se supone que la captura de movimientos faciales hacía posible que esos interrogatorios sonaran creibles, realistas, distintos a lo que habíamos visto hasta ahora. Pero entre que los cuerpos de los personajes no son tan realistas como las caras y parece gente encerrada en cuerpos de madera, y que las opciones que nos dan son sólo tres y son tremendamente «inciertas», acaban sacándote de quicio.
Me explico; en el primer caso que hice, un hombre ha desaparecido y tienes que interrogar a su mujer sobre el asunto. Cuando ella te cuenta que el se pasa el día en el bar y por eso no hablan mucho entre ellos, se me ocurrió no creerla y dudar sobre ello, sin querer acusarla directamente de mentir. Pues no. Mi personaje se lanzó a acusar a la mujer de haber matado a su marido para hacerse con el piso, o algo peor. La reacción era tan absurda y exagerada que me hizo preguntarme que clase de papanatas había escrito semejante mierda, y si lo que te falla en un juego de estos es un guión que no es creible… Pues vas jodido, porque los personajes son más planos que un juego de MegaCD.
Y sí, la reconstrucción de Los Ángeles es enorme, pero lamentablemente no es interactiva en absoluto y de tan grande que es llega a ser hasta engorrosa; un laaaaaaaaargo recorrido entre misión y misión, entre interrogar a un acusado y otro… Como decía, el juego tiene buenos propósitos, pero a la hora de la verdad, es como si los que han hecho el juego no se hubieran molestado en jugarlo (que no dudo que lo habrán hecho) y se hayan dado cuenta de que es aburrido.
Ah sí, me dejo en el tintero el combate y todo eso. No es el mejor juego para conducir, no es el mejor para disparar, no es el mejor para pegarse de puñetazos o perseguir delincuentes… Pero el jazz de la banda sonora es agradable, y si te pones el casco de «necesito creerme que esto es una aventura gráfica y me tragaría hasta el Jurassic Park» igual te va…