Witcher 2, tan esperado y al final no dijimos nada. Tiene narices, porque allá por mayo, cuando salió, le dedicamos un artículo a la primera parte y a sus novelas. Pero, cosas de la vida, salió el juego y entre una cosa y otra… Pues no hubo artículo.
Y es que Witcher es uno de esos juegos con los que no puedes ser neutral, y que se convierte en uno de tus favoritos no solo porque el juego en sí sea bueno, si no porque la desarrolladora lo vende sin DRM y lo mejora constantemente sin costes adicionales. Vamos, que el trato al cliente de CDProjekt es tipo FX interactive, con lo que te acaban cayendo bien por cojones. Pero vamos ya con el Witcher 2, que bastante hemos remoloneado con él…
The Witcher 2 sigue la historia de la primera parte, con lo que hablar sobre ella ahora mismo sería un spoiler de la primera, con lo que mejor hablar de sus mejoradísimos gráficos que allá por mayo pusieron en ridículo a Crysis 2 (porque su motor gráfico Cryengine 3 de exprimir el PC nada de nada, aunque el juego estuviera bastante apañado) y que no han tenido rival hasta Battlefield 3, un juego del que seguramente no habréis oido hablar pero creo que va de pegar tiros en Irak o un sitio así, algo muy absurdo.
Es dificil hablar de los problemas de Witcher 2 cuando la misma CDProjekt se pasa el rato corrigiéndolos. De salida, el tutorial era confuso y las puertas eran engorrosísimas de abrir. Eso ya pasó a mejor vida. Luego, había algunos saltos de guión o momentos anticlimáticos; pues nada, que en la versión 2.0 tiene videos y de todo que van apañando la historia. Esta gente parece George Lucas, pero en vez de joder su trabajo lo que hacen es mejorarlo más todavía…
Y sí, en el juego eres Geralt de Rivia, un brujo cazador de monstruos que es una maquina de picar carne con sus dos espadas y experto en alquimia y algunos trucos de magia. Una suerte de jedi de espada y brujería, pero putero y borracho.
¿Que más puedo decir de este juego, sin reventarlo del todo? Pues que el final no me ha gustado, porque si la primera parte dejaba cabos sueltos, solucionaba la trama principal, mientras que Witcher 2 sólo es una preparación para la segunda parte; algo parecido a que sí el Imperio Contraataca fuera sobre el Emperador y al final de la película te dijeran que el Emperador ya saldría haciendo sus maldades en la tercera parte.
Por lo demás, en temas de interfaz ha mejorado bastante, y aunque se ha «consolizado», no ha sido en el mal sentido. El combate, que en un principio salió algo verde, ha sido mejorado bastante con los parches, con lo que para cuando salga en consola será una cosa bastante más fluida de lo que vimos en mayo.
Eso sí, lo peor con diferencia es la curva de dificultad. Según empieza el juego, nuestro Geralt es apaleado de mala manera en nisecuantas quests, para que una vez llegue el segundo acto todo sea un paseo porque Geralt ya pica carne, la mete en la cazuela y te sirve albóndigas de kayran (que es un monstruo muy feo).
En fín, que el juego es tela de recomendable, uno de los mejores del año, y que dejó en el más absoluto de los ridículos a Dragon Age 2 con su historia, sus personajes, variedad de escenarios y su capacidad de cambiar la historia con un par de decisiones.