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A Dance with Dragons: El señor Martin lo ha vuelto a hacer

Sujetaos fuerte, porque después de pensármelo por un rato (un par de segundos) he decido hacer un post lleno de spoilers salvajes del libro, sin ninguna piedad para vosotros, oh pobres lectores. Asi que si alguien osa ir más allá, es libre de darle al «Leer más» debajo de esta bonita imagen de gatitos:

 ¿Que? Ponga lo que ponga alguno se pensará que ya es un spoiler, asi que digo yo que si pongo esto nadie se quejará. A menos que crean que son los siniestros gatitos de Tommen…

Dance with Dragons es un libro que engaña, porque en ningún momento nadie baila con dragones ni na de eso. Vale, se supone que el título es metafórico, y se refiere a eso de que todo el mundo se vuelva loco así de sopetón a conseguirse un dragón. Y es que aunque lo de los dragones se sepa desde el final del primer libro, durante el segundo Daenerys poco hizo más allá de vagar por ahi con su kalashar de juguete y en el tercero si que «salió del armario» y se lió a arrasar la costa de los esclavos con sus dragones de juguete. Dragones que, según empieza el libro, son como caballos y uno de ellos esta desaparecido en combate y es más grande que Optimus Prime.

Que rápido se hacen mayores…  

La cuestión es que de repente a Dany le salen novios por todos lados, y desde el propio Ser Jorah (nuestro entrañable y peludo pederasta favorito) hasta los propios exesclavistas de Mereen, pasando por príncipes dornienses, primos, mercenarios y hasta piratas vikingos, todos quieren liarse con la niña para tener un dragón con el que conquistar algo. Con lo que tenemos que el libro podría haberse llamado A Dance with Dragons o Algo pasa con Dany.

 ¡Cuantos novios le salen a esta niña!

Mientras tanto, en el muro… Pues poca cosa, porque lo que tenemos es una partida de Plants VS Zombies pero sin plantas, y Jon Nieve está un pelín desesperado. Asi que, contraviniendo todos los consejos de sus hermanos de la Guardia, se lía a reclutar salvajes del norte y a acogerlos, darles de comer y todo eso, llegando hasta a pedir préstamos a la banca de Braavos (los reyes de las hipotecas basura, y si no que se lo pregunten a Cersei) y a soportar a la familia de Stannis más de lo que permite su salud mental. La pena es que claro, el chaval va forzando la máquina poco a poco, y para cuando llega el final del libro y después de mil y pico de páginas de ignorar al resto de la Guardia y meterles a todo tipo de frikis norteños por todos lados, pasa lo que pasa en la última página. Que es uno de esos giros inesperados que todo el mundo dice «oh dios mio, Martin ha matado a un Stark! HIJODEPUTA!» pero no tanto, porque desde luego no se han puesto a jugar al futbol con la cabeza de Jon (como si hicieron con la de Ned Stark, los muy cabrones) y estando Melisandre de por medio, lo menos acabaremos con otro zombi de la familia Stark. Lo que esta claro es que cuando te pasas un libro entero con un personaje tratando de pasar de la infancia a la madurez diciéndose a si mismo «mata a tu niño interior» cada dos páginas mientras lo intercala con los «no sabes nada, Jon Nieve» (pese a que la petarda que decía esa frase ESTA MUERTA DESDE ANTES DE QUE EMPIECE EL LIBRO, DÉJALA DESCANSAR DE UNA VEZ, GEORGE)  no tiene pinta de que vayas a matarlo.

¡Mierda, con tanta nieve no hay sol ni crece un puto tiraguisantes!

Mientras tanto, Tyrion ya tiene su propia frase cansina («¿a dónde van las putas?») y por lo demás, poca cosa que contar, aparte de encontrarse con un Targaryen perdido (la fanspeculación tenía razón, sí) y acabar de esclavo, mercenario y de bombero torero (o lo más parecido que hay dentro de estos libros, ya me entendeis). ¿El gran hallazgo? Penny, la enana retrasada. Un personaje insufrible, insoportable, ideal para que Tyrion deje de ser el tío duro de siempre y acabe haciendo estupideces porque en el fondo es buena gente. La cuestión es que Penny es una enana tontaina que vive enamorada de su cerdo y su perro, y nos pasaremos toda la novela pensando «a ver si la mata de una vez…» mientras algunos degenerados de la generación Final Fantasy VII dirán «el enano con la enana, ¡a ver cuando se enrollan!».  En cualquier caso pues no, ni lo uno ni lo otro, porque el cabrón de Martin sabe bien que las hostias hay que darlas bien dadas y cuando menos te lo esperes, que así duele más. Y Penny esta hecha para ser matada, masacrada, destruida o JeanGreyzarla (esto es, que en realidad sea una despiadada cambiapieles al servicio de Varys).

 No sabes nada, Jon Nieve…

 Y hablando de Varys, esa es otra. Entre el gato que mata cuervos, los niños que se llaman Pate y la masacre que se monta en el epílogo del libro (al más puro estilo «¡No se vayan todavía, aún hay más!») Varys cada vez parece más importante dentro de las novelas, aunque algunos de sus planes junto al Magister Ilyrio no acaben de funcionar. Tanto da, el hecho de que haya reconocido haber estado saboteando cualquier asomo de gobierno «cuerdo» dentro de Desembarco del Rey empieza a acercarlo peligrosamente a mi lista de «Gente que matar por haberse cargado a Ned Stark».

¡No sin mi Targaryen!

 Por su parte, Cersei… Oh Cersei, como he temido por tu vida, como he sufrido por tí. Esa humillación pública, esa forma de caer en desgracia de la forma más tonta, ese convencimiento de Varys de que lo mejor para que vuelvan los Targaryen es que siga gobernando Cersei… Si escribir personajes tremendamente inteligentes es complicado, meterse en la cabeza de alguien tan maquiavélicamente idiota se merece un Nobel. Cersei aparece poco en la novela (¡demasiado poco!), pero lo suficiente para llenarnos de lágrimas de felicidad cada una de sus frases, cada uno de sus deliciosos razonamientos. Cersei, te queremos. Eres la musa de Brainstomping, y mientras la gente va por ahi con camisetas con el lobo de los Stark, el león de los Lannister y demás chorradas, yo pienso llevar una de Cersei disfrazada de Pierre Nodoyuna. Que grande eres, Cersei Lannister.

¡Que conste que lo hace todo por sus niños!

Y lo de Theon no tiene nombre, es uno de los «personajes Cersei» de la serie, y le han metido tantos palos que ha acabado convertido en un Gollum. Y bueno el resto de personajes como Brienne, Jaime, Arya, Sansa… Poca cosa. Algunos ni siquiera tienen un capítulo propio, otros hacen más bien nada y siguen en su linea, siendo sus capítulos más relleno que otra cosa. Hay que decirlo, en el fondo este es un libro de transición hacia algo más gordo, y en general se me queda una sensación parecida a la que me provocó Festín de Cuervos; vale más por lo que está por venir que por lo que nos cuenta, aunque ya nos cuente cosas importantes como Dany montando dragones o los Targaryen invadiendo Poniente.

Habrá que ver que nos cuenta el señor Martin para el próximo libro, ese que se publicará en 2020…

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