Cuando hablamos de una película como Transformers 3, hay que dejarse muchas cosas a la entrada del cine. Como la propia definición de la palabra “película” o “cine” que podamos tener y esas cosas. Michael Bay jura y perjura que no se repetirá la debacle de la segunda parte, ¿Lo habrá conseguido?
Transformers 3 promete eso, y por eso empieza contandonos cosas sobre el programa espacial, la llegada del hombre a la Luna, Kenneddy, Nixon, Neil Armstrong… Y luego ya sale Shia Labeouf (el hombre cuyo mayor logro es tener casi todas las vocales en su apellido) y hace sus cosas, que son protagonizar la película entera y hacer que te preguntes a santo de que estas películas se llaman “Transformers” y no “Shia grita mucho con unos robots gigantes”. El caso es que la película empieza con Shia follándose a otra tía imposiblemente buena (Megan Fox se ha echado a perder y ya no le ajunta a Michael Bay, asi que la han echado) mientras lloriquea porque lleva dos meses desde su graduación y todavía no ha encontrado un curro que cumpla sus expectativas (¡oh que tragedia! ¡Bienvenido al puto mundo real!). Aparte de encontrarse a John Malkovich mas pistojo que nunca y a un notas que salía en Anatomía de Grey y la peli del Equipo A, no hace mucho más.
Mientras tanto los supuestos protagonistas de la película, los autobots, se dedican a hacerle el trabajo sucio a los EEUU en Irak, Afganistán y esos sitios en los que va el mundo libre a robar petroleo y encabronar al personal. Que curioso que Optimus Prime se llene la tarjeta de sonido de frases en plan “estamos aquí para ayudar a la humanidad”, y lo que haga en realidad sea tomar partido en guerras ajenas, pero bueno…
El caso es que el gobierno de EEUU se encuentra un autobot perdido durante cientos de años en la cara oculta de la Luna y que habían traido a la Tierra los rusos hace chorrocientos años. Lo reaniman, y se descubre no se que historias de un arma terrible que hace que los decepticons salgan de su letargo y vuelvan a pegarse todos y Shia pueda volver a gritar por todos lados y poner de los nervios a la gente a la que le quedaba una mínima esperanza de que este chico llegara a alguna parte como actor.
Y lo peor es que él es lo mejor de la película. Sí, no estoy borracho. Los transformers estarán muy bien animados, las fantasmadas a algunos les encantarán, pero es un inmenso más de lo mismo con reciclaje indiscriminado, mientras que Shia… Pues Shia es Shia, y hace el trabajo para el que le pagan. Como John Malkovich, como Frances McDormand, como Turturro. Actores que pasan por la película, hacen sus cuatro escenas y recogen el sobre con la pasta sin plantearse siquiera ver la película (y mejor para ellos).
Lo que yo me pregunto es como cuernos hacen el guión de estas cosas. ¿Cogen el guión de las otras y cambian cuatro párrafos o qué? La película es soporífera, inaguantable a más no poder, y para colmo engaña. Porque, como decía antes, esta peli no va sobre los autobots; ¿alguien puede decirme de que va Optimus Prime, Bumblebee o Megatron? ¿Qué coño hacen ahora estos en la Tierra, a que se dedican, de que van? ¿Cuáles son sus motivaciones? ¿Cómo se reproducen, que comen? ¿Para qué esta la nueva novia de Shia, para gritar y patalear? ¿Cómo pretenden que no echemos de menos a Megan Fox, si a su sustituta le dan un personaje mil veces peor montado?
No es una mala idea hacer protagonista de la serie a un humano que sea el hilo conductor de cada película, pero si es un pelín estafa que en tres películas el objetivo de unos y otros sea el mismo, el de unos conquistar el mundo y el de otros el de hacer lo que Obama les diga. Tenían una oportunidad de hacer algo con Transformers (materia prima digo yo que debían tener, según tengo oído los guionistas de la serie de Marvel no se dedicaron sólo a juntar letras y cobrar cheques) y lo que han hecho ha sido meter tetas, culos y robots gigantes.
Señor Bay, no voy a pedirle que haga arte y ensayo pero… ¡Olé sus huevos!