Crematorio ya es la buena. Sí, la buena. Si mis últimos artículos me he estado quejando de la media de calidad de la series españolas, de lo mucho que se ha avanzado en algunas y de lo poco que se ha avanzado en otras, Crematorio es el mejor ejemplo de a qué deben aspirar todas ellas.
Queda claro que una vez Canal + pasó a ser un canal más de la tele de pago, sogecable y compañía algo tenían que hacer con el plus más que poner «El día después» y demás programas futboleros. Por eso decidieron montarselo en plan HBO, series de una duración más o menos definida y con unos valores de producción (presupuesto) más parecidos al cine que a la tele convencional. Y aquí es donde entra Crematorio.
Crematorio era originalmente una novela de Rafael Chirbes sobre la corrupción urbanística y el ladrillazo de la Costa de Sol, cosa que tristemente esta tan de moda en los telediarios a costa de Camps y no se qué de unos trajes.
En realidad, la serie no deja de ser un repaso claro de con que se han dedicado a especular algunos miserables los últimos treinta años. La droga en los ochenta, la vivienda en los noventa… El protagonista, Rubén Bertomeu (José Sancho) se ha dedicado a todo eso y más durante todo ese tiempo. Empezó con la droga, y ahora es un promotor que ha convertido en terreno edificable todo su pueblo, Misent. La serie arranca con la muerte de su hermano (que se dedicaba a la política) y cómo se descubre uno de sus múltiples chanchullos en el crematorio de la localidad. A partir de ahí y hasta el final de los ocho episodios de los que consta la serie, todo le irá cuesta abajo.
Síendo la serie protagonizada por Pepe Sancho, el Don Pablo de «Cuéntame», uno casi podría decir que es un spinoff de la serie de TVE. Pero una leche. Pepe se sale por todos lados interpretando a Rubén Bertomeu, y todos los actores que salen junto a el brillan más todavía probablemente gracias a él. Sin querer contar mucho el argumento, diré que actores que en otras partes no me han convencido mucho, en esta serie son perfectamente creibles, y que el trabajo de Jorge Sanchez-Cabezudo me ha impresionado muy agradablemente.
Los diálogos están cuidadísimos, y las tramas estan perfectamente llevadas. Sorprende (tristemente) en estos tiempos una historia tan bien hecha, manejando tantos personajes sin descuidar ninguno de ellos. Es cierto que esta basado en una novela (que no he leido) y que con eso probablemente ya lleven parte del trabajo hecho, pero hasta personajes totalmente secundarios estan tratados con un cuidado increible. La fotografía es, como se suele decir, de película, visualmente esta muy por encima de lo que se suele ver en la tele española y de muchas superproducciones yanquis que vienen con toda la maquinaria publicitaria a cuestas. Porque Crematorio puede mirar cara a cara a grandes del género como Los Soprano y hasta guiñarle el ojo a animaladas como El Padrino.
La serie se emitió en Marzo en Canal + y acaba de salir en DVD, y no puedo hacer otra cosa que recomendarla.