No hace tanto el compañero M’Rabo trataba de cantarnos las alabanzas de The Cape, una serie de superhéroes «retro» de nuevo cuño a la que yo perdonaba la vida porque acababa de empezar. Cosas de darle un voto de confianza a los géneros que te gustan, vaya usted a saber.
Si bien es cierto que M’Rabo sigue en sus trece, yo no puedo hacer otra cosa que darme por vencido; The Cape es el mayor conglomerado de tópicos trasnochado que se pueda echar uno a la cara, y aunque te puedan gustar más o menos los tebeos de gente en pijama rompiendo cosas, esta serie flaco favor le hace al género sacando a la luz sus tópicos más trasnochados. Ni estamos en los años 50, ni tampoco en el abismo de los 90.
Ya de entrada vemos los constantes plagios/fusilamientos que hace a series como Batman con personajes como Orwell (que no deja de ser Oráculo, pero en una versión sosa y horrenda que hasta hace buena a la Chloe Sullivan de Smallville) o Killer Croc, «homenajes» que podrían perdonarse si con semejantes gallinas clónicas hicieran buen caldo. Pero la realidad es que la serie es aburrida como ella sola, la copia no mejora el original si no que lo destiñe, y encima parece seguir el esquema de las series malas de «en el piloto establecemos la historia, después metemos episodios de relleno hasta los dos episodios de mitad de temporada y otra vez relleno hasta el último episodio, en el que contamos una gran revelación que negaremos en el primer episodio de la segunda temporada y así poder seguir igual».
Ojalá me equivoque. Porque, de verdad, me gustaría que esta serie funcionase. Se la ha puesto a caer de un burro por razones total y absolutamente absurdas, haciendo insinuaciones de pederastia entre el padre y su hijo, o afirmando que el mentor del protagonista, al ser dueño de un circo de ladrones, es automáticamente un plagio del Joker. Supongo que el personal no ha leido suficientes tebeos para ver de dónde viene la verdadera referencia, asi que me la callaré para ver si alguno acaba diciéndola… (¡Y no vales tu, M’Rabo!)
Pero de momento, The Cape no se aguanta porque sus personajes son arquetípicamente planos y carentes de una originalidad que les de interés, la realización es sosa y estandar con la única valentía de usar distintos planos simultaneos en pantalla al más puro estilo «24» . La serie no se aguanta porque es previsible a matar, porque los dilemas morales del protagonista están más sobados que los pechos de una concursante de Gran Hermano; ¿realmente el protagonista tiene que seguir ocultándose de su familia y hacerles sufrir haciendoles creer que ha muerto siendo un supervillano de baratillo? ¿No podría decirles la verdad, ir a cenar con ellos de vez en cuando y así evitar que el jefe de su mujer se la acabe pasando por la piedra?
The Cape es un viaje del héroe estandar sin muchas ambiciones cuyo único personaje interesante es un enano con mala hostia. Por lo pronto la NBC ya ha reducido el número de episodios para esta temporada, asi que mucho tiene que mejorar esta serie para llegar a sobrevivir y merecer la pena. Y es que comete el mayor pecado que puede cometer una serie con capas: aburre.