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¡Smash! Los clásicos de Fleetway vuelven a la vida

Hoy toca, una vez más, hablar de clásicos británicos, pero pasados por un filtro de modernidad. Porque en los últimos años, Rebellion ha realizado algunos tímidos intentos de traer al presente a algunos de los personajes más populares de su amplio catálogo, especialmente a los de la desaparecida Fleetway. Algo que han llevado a cabo en una serie de especiales en la que se reúnen unos cuantos de ellos, algunos cruzándose por primera vez en su historia, y que Dolmen nos trajo el año pasado recopilado en un bonito tomo en el que los nombres de clásicos como Spider, Zarpa de Acero o Mytek se unen a los de grandes autores como Paul Grist, Chris Weston, John McCrea y Charlie Adlard, entre otros. Algo que espero que sea el primer paso para darles cierta regularidad a estos personajes, que, décadas después de su creación, aún tienen mucho que ofrecer.

Los clásicos nunca mueren

Antes de continuar, me gustaría recordar que este no es el primer intento que se hace en recuperar a estos personajes, ya que en 2005, y gracias a un acuerdo entre DC Comics e IPC, y dentro de su linea Wildstorm, se publicó la miniserie titulada Albion (como la línea editorial de Dolmen que recupera estos cómics), que contaba con un argumento de Alan Moore, guion de su hija Leah y el marido de esta, John Reppion, dibujos de Shane Oakley y George Freeman y portadas de Dave Gibbons. Pero, aunque su publicación provocó la aparición de un recopilatorio de algunas de las historias clásicas de estos personajes, bajo el título de Albion: Origins, y un spin-off protagonizado por Thunderbolt Jaxxon, escrito por Dave Gibbons y dibujado por John Higgins, la cosa se quedó ahí y todos estos personajes regresaron al limbo. Al menos hasta que Rebellion adquirió sus derechos y comenzó a reeditar en condiciones sus aventuras originales.

Esto va a tocar releerlo y reseñarlo

Pero, pese a que la reedición del material clásico parece estar funcionando bastante bien por aquellas tierras, de momento, traer a esos personajes al presente para contar con ellos nuevas historias es algo que en Rebellion se están tomando con calma. De momento, solo han publicado un especial unitario titulado Smash! (en honor a una de las muchas cabeceras de cómics de los sesenta en aquel país) en 2020, al que siguió una miniserie de tres números en 2023, bajo el mismo título y escrita por Paul Grist y dibujada por unos cuantos grandes dibujantes. Aunque, de momento, eso y su reedición en tomo a finales del año pasado es lo único que hemos podido disfrutar de estos clásicos personajes, por lo que espero que el tomo venda lo bastante bien como para que la editorial encargue un par de miniseries de estas al año o les haga algún hueco en 2000 A.D. o en Judge Dredd Megazine.

Dan ganas de pegarles fuego a todos ellos

Pero, dejando a un lado lo que le depare el futuro a estos peculiares personajes, lo que hoy nos ocupa es este puñado de historias del que podemos disfrutar ahora. En el primer especial nos encontramos con una serie de historias autoconclusivas y completamente independientes entre sí, que nos muestran qué fue de algunos de aquellos clásicos personajes después de que dejasen de aparecer en las páginas de sus respectivas revistas, o, en algunos casos, nos presentan incluso a los herederos de aquellos. Un grupo de historias con un tono bastante desigual, desde ese Zarpa de Acero paródico a cargo de Charlie Higson y Charlie Adlard, el inquietante regreso de los muñecos de Dollman con Simon Furman y Chris Weston, o mi favorita de todas ellas, donde Rob Williams y John McCrea devuelven al siniestro Spider a la acción, demostrando que sigue siendo un genio maquiavélico. Tristemente, ninguna de estas historias tuvo continuidad, y tuvieron que pasar tres años hasta el siguiente intento, que obvió lo que se había contado aquí.

Que falta le hace una serie regular

De nuevo bajo el título de Smash!, y con Paul Grist al frente del proyecto, un gran fan de estos que ya los recuperó a su manera en las páginas de su muy recomendable Jack Staff, nos encontramos aquí con una aventura unida por un tenue hilo conductor que nos lleva desde la Era Victoriana hasta nuestros días, con un objeto diabólico en el punto de mira de los distintos protagonistas de esta historia. Una que comienza cuando Janus Stark, el maestro escapista, frustra los planes de un culto diabólico y pone en marcha, sin saberlo, una cadena de acontecimientos que desembocarán a comienzos del siglo XXI, afectando las vidas de multitud de héroes y villanos durante las siguientes décadas. A lo largo de todas estas historias se aprecia el enorme cariño y respeto que siente Grist por todos ellos, estando cada personaje perfectamente caracterizado, tratándolos no como algo anacrónico de lo que reírse, sino con una seriedad y autenticidad que se agradece mucho.

La que ha liado

Y se nota también cuál es el favorito de Grist (y el mío, ya que estamos), ya que es Spider quien se lleva la mayor parte del protagonismo, mostrando una increíble longevidad. A lo largo de las décadas, se enfrenta a agentes del gobierno como Jane Bond o Louis Crandell (Zarpa de Acero), visita el castillo de Cursitor Doom, huye de la espada de Adam Eterno e incluso queda atrapado en el Decimotercer Piso de ese edificio de apartamentos en el que Max, el ordenador al frente de este, se asegura de que sus inquilinos no sufran ningún inconveniente, sin importar hasta qué extremos deba llegar para ello.

Yo necesito mas de estos dos juntos

Pero lo bueno y lo malo de esta fórmula es que, aunque podemos disfrutar de un amplio abanico de personajes, esta miniserie es más bien una serie de pequeñas historias vagamente interconectadas que una única historia en sí. Y, aunque es muy disfrutable tanto por los personajes como por los autores implicados, resulta un tanto frustrante que no haya una mayor continuidad entre estas, aparte de la persecución del McGuffin de turno. Pero, viendo cómo Grist ha dejado algún misterio que otro sin desentrañar en esta historia, en torno a uno de estos personajes clásicos que se encuentra ausente, pero muy presente, confío en que esto no sea más que un prólogo de lo que está por venir (si las ventas responden).

Esto se podría haber llamado «The Spider and company»

Aunque, independientemente de lo que depare el futuro a los protagonistas de este tomo, las historias que nos encontramos aquí valen mucho la pena, ya que permiten al público que no les conocía acercarse un poquito más a estos clásicos, y confío en que también sirva para despertar su curiosidad y que le den una oportunidad a la reedición de sus aventuras originales que Dolmen ha estado recuperando a través de su línea Albion, ya que se trata de cómics que valen bastante la pena.

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