El número seis de Wizard tiene una portada de Hulk dibujada por Sam Kieth que si lo piensas tiene su gracia cuando te das cuenta de que para la Marvel de la época Kieth venía a ser el sustituto de McFarlane de la misma forma en que lo era Art Thibert hasta que pusieron a Andy Kubert en ese papel. En la entrevista que hay en este ejemplar de Wizard, Kieth habla sobre su experiencia dibujando un serial de Marvel Comics Presents con guión de Peter David, y precisamente revela un dato que desconocía, que esa historia iba a ser dibujada en un principio por Todd McFarlane. Sí, eran los tiempos en los que Marvel Comics Presents todavía intentaba tener unos contenidos «de lujo» combinados con otros bastante más discretitos, lo cual provocaba que los lectores acabaran esperándose al recopilatorio de la historia que les interesaba, porque éso siempre lo reunían en un tomo. Y si no, los números atrasados solían estar bien baratos.
Tras esto tenemos un repaso a la historia del Increíble Hulk y otra entrevista a Peter David -las explotaban bien y solían dosificarlas en dos números, en aquel momento Wizard todavía estaba empezando y no tenían garantizada ninguna entrevista potente para el número siguiente- en la que reconoce la inspiración de su etapa en el famoso cómic de Bill Mantlo que revelaba el trasfondo de maltrato de Bruce Banner y que a su vez copiaba esa idea de una novela gráfica de Barry Windsor Smith todavía en producción, en lo que supuso una de las mayores cagadas editoriales de la era Shooter, porque acabaron perdiendo una novela gráfica que podía haber vendido a espuertas en favor de un número suelto de una serie en horas muy bajas. Aun así, no tenemos la certeza de que ésto habría sido así -aunque era bastante probable- y lo mismo el bueno de Barry no hubiera acabado nunca la dichosa novela gráfica, con lo que lo hecho, hecho está.
David habla de que Mantlo no explotó la idea y que él va en dirección contraria, y que su trabajo en Hulk va dirigido a través es esos cambios de personalidad motivados por el trauma; de hecho, uno de los mejores números de su etapa -que en el momento de esta entrevista estaba muy lejos- se publicó casi cuando iba a dejar la serie, en aquello del mes del Flashback, cuando David decidió dejar claro que Bruce Banner había matado a su padre, algo que en otro tiempo habría sido bastante complicado que pasara los filtros de Marvel y aun así en el 97 pasó los del Comics Code. David cuenta en esta entrevista cómo había intentado explorar las distintas personalidades y que por eso creó la identidad de Joe Fixit, el Hulk mafioso, haciéndolo completamente distinto del resto de Hulks para darle una identidad aparte de Bruce o el Hulk verde. Así, el fusionar todas sus identidades en una justo antes de la saga del Panteón -que más o menos es el momento en el que hace esta entrevista- provoca que tenga más impacto en el lector por estar hecho en un solo número, suponiendo un cambio en el status quo que acabaría siendo una de las etapas favoritas de los lectores por darnos un Hulk completamente distinto, un Hulk «Hulka», completamente desinhibido y que por fin está en paz consigo mismo.
Aun así, su etapa no fue precisamente un remanso de paz, porque cuando trajo al Hulk gris muchos lectores le pidieron que volviera el Hulk verde y tonto, cuando volvió el Hulk verde le pidieron de vuelta al gris, con lo que David empieza a pensar que el secreto del éxito viene en buena parte de cabrear a los lectores, enfurecerlos para que sigan comprando la serie a ver que barbaridad va a hacer ahora este tío. «Teniendo en cuenta cuanta gente se quejaba de la versión de Claremont de X-Men, imagino que el secreto de Chris estaba en enfadar a la gente» dice David, no sin cierta razón en que cuando la gente es muy pasional sobre una serie, el cambio siempre cabrea a más de uno. Y es la hipocresía del lector de superhéroes, quiere cambios en historias que se alargan hacia el infinito, pero a la vez no suele apreciarlos mucho y de entrada tiende a rechazarlos.
Finaliza la entrevista con David comentando su salida de la serie de Star Trek de DC, motivada por las múltiples pegas que le iba poniendo Paramount al respecto; «a Kirk ya no le interesan las mujeres», «no puedes hacer eso porque no lo hemos establecido en las películas» y a la vez «no puedes hacer eso porque no es original», «no puedes usar ésta raza alienígena inventada por ti» y «no puedes usar esta raza que nos inventamos nosotros, ¿por qué no te inventas una?». La situación llegó a ser tan delirante que David empezó a sospechar que Paramount no le quería en el cómic, con lo que decidió enviar un guión de prueba bajo otro nombre, uno muy original, Robert Bruce Banner. El guión fue admitido sin la menor pega, con lo que David llegó a la conclusión de que aunque el trabajo estuviera muy bien pagado, los dolores de cabeza no merecían la pena y era mejor dejar la serie. Curiosamente, Peter David seguiría escribiendo novelas de Star Trek durante muchos años sin mayor problema, llegando a ser uno de los autores más prolíficos de la franquicia. Vete a saber, lo mismo los cómics de Star Trek los llevaba Paramount y las novelas CBS, no me sorprendería nada…