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Ron Lim y los royalties del Infinito: Wizard, The Guide to Comics #5 (I)

Para el repaso del quinto número de Wizard ya tenemos algo distinto, porque la revista ya empezaba a entrar en su etapa «profesional» y a ser menos divertida. Sale con fecha de enero de 1992 y estamos hablando ya del año de la Muerte de Superman, la Caída del Murciélago, las barrabasadas del Infinito y, en general, la pérdida de interés de buena parte de los lectores por el género de superhéroes. Y sin embargo sí, es la era del boom especulativo, el momento en el que se ganaba más dinero con todo esto con el mínimo de trabajo, y eso llevaba a que aparecieran editoriales independientes como setas intentando arrimar el cazo.

Sudores fríos me dan estos anuncios, recuerdos de Vietnam..

Una de ellas es Now, que se anuncia utilizando la misma tipografía corporativa que la Marvel de Jim Shootercon autores como Chuck Dixon o Mike Baron en títulos licenciados como Green Hornet, Kato of the Green Hornet -que no nos engañemos, la serie la hacen porque Kato ES Bruce Lee-, Tales of the Green Hornet y ya por fin otras no relacionadas como Married… With Children -¡de ésto escribí un artículo entero!- The Real Ghostbusters y The Twilight Zone. No sé hasta que punto alguien querría un cómic de Matrimonio con Hijos, pero supongo que la licencia más fuerte eran los Cazafantasmas y para entonces ya estaban en la curva de descenso de su popularidad. En la siguiente página tenemos un anuncio de Previews avisando de que iban a reiniciar su numeración y dejándonos claro que si pensábamos que 1991 fue genial, que te esperes a ver 1992. Y lo remarcan diciendo que el último año había sido bueno, pero que 1992 parece mejor todavía. Lo cual no me parece una mala idea si estás hablando yo que sé, de las olimpiadas o de los juegos para la Supernintendo, pero si hablamos de cómics, de cómics de superhéroes… Bah, vosotros lo sabéis mejor que yo.

Aquellas cazadoras vaqueras se pusieron muchísimo de moda y estaban por todos lados, yo llegué a querer una… Pero se me pasó la tontería bastante pronto.

La presentación de Gareb tiene su primera foto en color para mostrárnoslo rodeado de Todd McFarlane y Rob Liefeld, los que serían los grandes impulsores del «estilo Wizard» de periodismo sobre el cómic norteamericano. Y bueno, además de hablar de los conciertos a los que ha ido y de aprovechar para comentar que la película de Spiderman «de James Cameron y ILM» se estrenará en el 93 y que el no aceptará el papel de Peter Parker si no le dicen antes quién tendrá el de Mary Jane (¿hace falta que lo repita?) Gareb también nos habla de que han entrevistado a los Simonson, que son gente encantadora y que fue «divertido» ver su colección de cómics, porque -lo vais a flipar- los tenían en estanterías, ¡como si fueran libros! Que es raro ver cómics que no están en cajas o en bolsitas. Bueno, igual es gente a la que le gusta LEER TEBEOS. Ugh, y luego se preguntarán por qué los lectores salimos espantados por aquellos años…

Calculo que por royalties de las cosas estas del infinito Lim se pudo sacar tranquilamente en torno al medio millón de dólares. Pero no me hagais caso, que pudo ser mucho más.

Tras un repaso a los orígenes de Estela Plateada, tenemos una entrevista a Ron Lim, dibujante por aquelos años del ex heraldo de Galactus y, para muchos, el gran aguafiestas del Guantelete del Infinito porque, quieras que no, nos cambiaron a George Pérez por este señor. Que sí, que la culpa es de Pérez por largarse, pero sin ser yo el mayor fan de Pérez, ¡anda que no da bajona que te lo cambien por Lim justo en el clímax de la historia, por mucho que la mayor parte de la historia anterior la hubiera dibujado el propio Lim! En justicia, sí, lo suyo habría sido que lo dibujara todo Lim porque al fin y al cabo él es el que se curró todos los números de Thanos thanoseando, pero ya me entendéis… Lo primero que hace es acusar a DeFalco y Gruenwald de haberlo contratado en Marvel sin mencionar su trabajo para Malibú en Exmutants, cosa que todos le agradecemos mucho.

Quiero agradecerle a Wizard que estos artículos, a diferencia de bastantes de los números anteriores, ya se pudieran leer.

Ya metidos en harina, Lim habla de que el nuevo guionista de Silver Surfer, Ron Marz, es mucho más abierto -que Starlin- y que va a crear un montón de nuevos personajes, que va a poder coguionizar los cómics… Bueno, no coguionizar, «darle ideas para historias». Fuera de esto, habla de su trabajo en Capitán América -si que debía de gustarle a Gruenwald, sí- y de que el año que viene dibujará el crossover de Infinity War, o lo que es lo mismo, Starlin queriendo cobrar cheques nuevos porque mucha idea para ese crossover no tuvo. Se puede decir muchas cosas de Ron Lim, pero lo cierto es que a los editores debía de encantarles porque cumplía absolutamente todas las fechas de entrega y en una época de talentos «volátiles» el hombre se mantuvo firme en todo momento, no fallando un solo número y siendo una garantía, al margen de la calidad dle producto final. Que no nos engañemos, en aquel momento si algo les hacía falta a las editoriales eran dibujantes de garantías…
Habla Lim de que su volumen de trabajo mínimo son dos páginas diarias trabajando 8 horas 5 o seis días a la semana. Que en caso de andar pillado de tiempo sube a trabajar todos los días, pero que no suele tener tanto problema. Termina la entrevista diciendo que le gustaría dibujar los 4 Fantásticos porque son sus personajes favoritos -no te voy a negar que su Ben Grimm era muy Byrneano y tenía cierto encanto- y que le gustaría dibujar la serie algún día, cosa que en aquel momento ya había conseguido dibujando los números previos a la etapa Simonson pero que, gracias a DeFalco y su manía de batir records, no llegaría a hacer.

Pues estos eran los 4F de Ron Lim con entintado de Mike DeCarlo, claro está.
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