Hace… Trece años o así, dije que el rey estaba desnudo. Por aquel entonces no me hacian mucho caso, pero aquel post acabó siendo una especie de mina antipersona que provocó que multitud de gente viniera a decirme lo equivocadísimo que estaba, que me metiera con Rob Liefeld, que era un analfabeto y yo que sé que más. Porque claro, no me estaba metiendo con lo último de Jim Lee, me estaba metiendo con una de sus vacas sagradas, la portada del primero número de X-Men. Así que, trece años después ( que por cierto, no hemos celebrado los 14 años de Brainstomping), me planto delante del ordenador y vuelvo a teclear porque sí, Jim Lee ha vuelto a dibujar a parte de la Patrulla X…
Ésta cosa es para el omnibus de Marvel VS DC, con todos (casi todos) los crossovers entre ambas compañías. Hay clásicos como el Titanes VS X-Men, además de cosas más mediocres que pasaron sin pena ni gloria y de las que es mejor no hablar, pero a la vez… No creo que ninguna de ellas se merezca una portada así. Lo lógico sería avisar a alguien con un mínimo sentido de la composición, y no a un patazas crónico que a estas alturas está más preocupado de mirar tablas de excel que de dibujar. Porque se ha buscado una composición que funcione en portada y contraportada y como ilustración conjunta, pero en realidad lo que nos han dado es un esperpento. En Twitter lo llamé atrocidad, pero mejor me corrijo, llamarlo atrocidad sería usar una palabra que prefiero usar para cosas más serias como casi todo lo que hace últimamente Netanyahu. No, la palabra adecuada para esta imagen es esperpento, desidia, dejadez y hasta vagancia, a pesar de que Lee se ha currado todas las rayitas del mundo.
Y vamos a empezar por los personajes de DC, que se supone que Lee los tiene más frescos; Batman está literalmente golpeando al aire, como asustando a Lobezno con su sobajo. Su brazo derecho es gigantesco y la articulación del codo es imposible, la cadera es imposible de visualizar como algo humano y en fin, que si el otro día hablábamos de las capas la capa en esta ilustración es otro ente difícil de visualizar. Y si bajamos la lista y miramos a Superman la cosa no mejora; es cabezón, su brazo izquierda también está completamente dislocado y parece que tiene serios problemas motores. Vaya por delante que sí, que todos los personajes apestan a estar copypasteados, y el ejemplo más claro es el de Frank Castle en la contraportada, que parece tal cual calcado de una ilustración de Jim Lee de los 90. Lo parece tanto que juraría que es así, pero de momento me la envaino, aunque perfectamente puede ser el típico rompecabezas para salir al paso. Eso sí, Scott Williams es un entintador tan eficaz que es capaz de maquillar cualquier estropicio…
Luego tenemos a Cyborg demostrando la incapacidad de que Lee de juntar un brazo con un tronco, , en una pose agachado «porque sí» con Deathstroke detrás pero a un tamaño más grande. Los defensores del esperpento me dicen que Lee no se rige por las reglas académicas, pero forzar las reglas es algo que hace la gente que sabe dibujar y éso se nota, porque cuando lo hacen es de la forma más efectiva. En este caso tenemos que ésto no funciona por mera incapacidad y/o desidia. El Hulk que tiene detrás es horrendo, no digamos ya ese Coloso al que los brazos le salen otra vez de las costillas y mira al vacío preguntándose contra qué tiene que pelear. Debajo de él tenemos a Robin y Raven chiquiticos, rellenando espacio y enfrentados a vete tú a saber qué.
Volviendo a la portada, tenemos a uno de los peores Lobeznos dibujados por Jim Lee. Hay que tener en cuenta que esto es grave, porque es peor que el Lobezno que hacía en Alpha Flight cuando le entintaba Al Milgrom; el que Lee vuelva a dibujar uno de sus personajes fetiche de Marvel debería ser algo a celebrar, pero en este caso tenemos una monstruosidad llena de rayitas que parece realizada por uno de sus imitadores. Dejando de lado la atroz anatomía en la que cualquier parte de su cuerpo más grande que su tronco, lo realmente triste es la cara, completamente carente del nervio que sí que sabía imprimirle al personaje en los 90. Tras él tenemos un Capitán América en pequeñito, completamente olvidable y a una Fénix Oscura con cinturilla de avispa que es uno de los poquísimos personajes en toda la ilustración que muestra ambos pies.
Finalmente tenemos a Tormenta atacando al aire -de eso sabe mucho, controla el clima- y abajo a Spiderman con uno de los brazos más extraños que haya visto en mi vida, es como si tuviera uno con el biceps mirando hacia nosotros y otro justo detrás con el biceps mirando hacia arriba. Y no tengo mucho más que decir de este dibujo, o más bien sí, porque si me paro a mirarlo más cada vez veo más barbaridades sin ningún sentido. Honestamente, me da pena que una reedición así tenga unas portadas tan penosas -de la del recopilatorio de Amalgam mejor no hablar- y por una vez espero que haya una portada alternativa de Phil Jimenez o alguien que sepa estar a la altura. Hoy en día Jim Lee es un ejecutivo y supongo que éso es lo mejor, porque si quiere volver al tablero de dibujo creo que lo mejor que puede hacer es tomarse su tiempo «reaprendiendo».
Pero entre nosotros, no creo que le interese.