Continuamos con la Semana de los Asistentes y el repaso de Stravinkay Modelarus a la carrera de Jim Salicrup, quien estuvo envuelto en muchos de los títulos mas importantes de Marvel en los ochenta.
La serie de los Vengadores, que hasta entonces parecía bien encaminada al éxito entraría en una etapa de inconsistencia creativa; cambiando constantemente de autores tanto a los guiones como al arte, no recuperando su estabilidad narrativa y nivel previo hasta la llegada de Roger Stern como escritor ya con Mark Gruenwald firmando como editor.
Por otro lado; Salicrup se encuentra editando a su antiguo superior en el Capitán América donde Stern se ha unido a John Byrne para dar a la serie un salto en calidad. Previo al dúo llegar a la decena de colaboraciones, un aparente mandato editorial de Shooter opuesto a las historias continuadas se ve seguido al pie de la letra por el novicio editor y rechazado de lleno por el equipo creativo llevando al repentino fin de la prometedora etapa. La serie volvería o mejor dicho seguiría sin tener dirección creativa y Salicrup, aprovechando el programa de fill-ins de la Marvel de Shooter, se tomaría su tiempo en proveer a la serie con un equipo creativo fijo finalmente decidiéndose por uno consistente de los guionistas John Marc DeMatteis y David Anthony Kraft junto al artista Mike Zeck. Este equipo creativo sería heredado por Mark Gruenwald cuando este se hiciera cargo de la edición de la serie.
En Iron Man Salicrup conseguiría mantener al equipo creativo que le venía heredado de Stern al menos hasta un par de números antes de entregar la serie a Mark Gruenwald en 1983 (quien supervisaría la etapa de Denny O’Neil). Similar es el caso con Master of Kung Fu y su equipo creativo además de Marvel Two-in-One (donde cometería luego el gravísimo error de dejar escribir la serie a Tom DeFalco). Pero Salicrup no solo quedó a cargo de las series en las que trabajaba junto a Stern sino que a sus responsabilidades se sumaron las series que perdieron a sus editores con la marcha de los últimos autores/editores (gente que se editaba a si misma) que los locos años ’70 habían dejado en Marvel.
Entre estas series se encuentra Thor, donde inicialmente Salicrup editaría al dúo de Gruenwald/Macchio reemplazando a Roy Thomas; la serie no tendría un buen nivel ni una dirección creativa durante la estadía de Salicrup siendo el mismo Mark Gruenwald que hereda Iron Man y Capitán América el que edita la increíble etapa de Walt Simonson en la serie de la deidad nórdica. También sería el caso de los 4 Fantásticos donde la marcha de Marv Wolfman dejaría la serie en el aire. A pesar de un comienzo muy prometedor por parte de Salicrup con un Byrne de autor completo entintado por Joe Sinnott, la serie deambularía por un año en un rumbo artístico desacertado con una etapa encabezada por un Doug Moench que no estaba a gusto en el título y un Bill Sienkiewicz que apenas parecía si mismo. Eventualmente Salicrup rectificaría dando las riendas de forma definitiva a un John Byrne en estado de gracia.
Para 1983 Salicrup sería en esencia reemplazado por Mark Gruenwald. Su paso como editor se hace evidentemente el valle entre el pico creativo que supervisó Stern y el que supervisa Gruenwald (o Louise Jones) en sus series. Editaría Marvel Age y la maxi-serie de Visión & la Bruja Escarlata de Steve Englehart y Richard Howell pero su firma en los créditos de Marvel se hace cada vez más rara de ver. Hasta que en 1986 se necesita a alguien para hacerse cargo de una oficina de Spiderman que ha hecho estragos y quemado a una de las figuras más prometedoras del Bullpen en Jim Owsley. En mi opinión, previo a Owsley la serie principal ya venía perdiendo fuelle; cuando no se recreaba demasiado en los laureles de la continuidad, la cargaba de decisiones creativas de poco futuro. Con Owsley las series secundarias al menos comenzaron a ser de interés en sus intentos de dar pulso a las historias del personaje por todos los medios (muchos de ellos sensacionalistas) y traerlas más al tono de muchas historias contemporáneas.
Pero la labor probó ser demasiado pedir de un joven veinteañero que, con muy poca asistencia, solo consiguió parcialmente energizar en cierto modo al personaje y las series. El mismo Owsley se hizo cargo de cerrar muchos cabos sueltos y dejar el campo preparado para un Salicrup que de todos modos se encontraba con que encima a Shooter se le había ocurrido casar a Peter Parker con Mary Jane Watson. Y con todo, entre el casamiento y la Última Cacería de Kraven a cargo de John Marc DeMatteis y Mike Zeck; el mundo de Spiderman se proponía emocionante. Pero la Marvel de DeFalco sería incapaz de sacar provecho a la situación; Salicrup traería a un cada vez menos prometedor Todd MacFarlane a la serie principal y luego también daría una nueva serie del personaje a un decepcionante, inflado y desalentador Todd MacFarlane como autor completo. Ambos dejarían Marvel al poco tiempo. Desde entonces Salicrup ha trabajado para Topps Comics, Stan Lee Media y Papercutz Graphic Novels.
Cuando comencé a escribir esto mi intención era hablar solamente de como coinciden The Dark Phoenix Saga y el Avengers #200, quizás mencionando algo sobre Spiderman. Pero las cosas se me han ido de las manos como de costumbre y ni siquiera estoy seguro de que Salicrup sea un buen ejemplo de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado teniendo en cuenta sus inicios y carrera o hasta el resultado de cosas que podrían considerarse errores. Y ahora me veo en la posición de tener que cerrar esto de alguna forma. Diré que hablar de editores puede ser complejo; es difícil decir que hace a un buen o mal editor a simple vista (aunque hay excepciones: ¡Brevoooooort!), sus deberes o tareas son muchas y prácticamente indefinibles, su influencia nebulosa, las anécdotas de interferencia externa o historias conflictivas siempre presentes. En resumen; nunca se tiene la información suficiente para poder alcanzar una conclusión sobre un editor (o como diría Dick Giordano sobre algunas criticas a cómics que editaba: los fans no tienen ni la más mínima idea de lo que hace un editor).
Pero personalmente a la hora de hablar de editores me gusta pensar que son tan responsables de los cómics que firman como los autores; aunque sea ese mínimo de confianza se debería tener en su trabajo acreditado. Y con eso en cuenta; creo que Jim Salicrup es una persona con mucha suerte, ya sea de la buena o de la mala, y también creo que no es un buen editor.