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La importancia del contexto histórico: Adaptando los 4 Fantásticos (I)

Vale, ya estamos todos más tranquilos. Ya ha pasado la semana que empezó con el trailer de Masacre y Lobezno (Deadpool y Lobezno en España, porque sí) y cuando todo indicaba que el miércoles iba a ser el día del estreno de Madame Web, cuando todo decía que la comidilla iba a ser los desprecios que le hacía Dakota Johnson a la película que ella misma protagonizaba, Marvel soltó la bomba, el reparto de los 4 Fantásticos. Y más importante todavía, una ilustración que nos revelaba que con toda probabilidad iba a transcurrir en los años 60. Y ésto último es mucho más importante de lo que pueda parecer.

Los diseños locos, el retrofuturismo, lo que mola. En 2008 lo petó un videojuego llamado Bioshock que llevaba mucho ese rollo, pero los estudios de Hollywood ni se dieron cuenta…

Una de las pequeñas tragedias de los 4 Fantásticos es que, para bien y para mal, son muy hijos de su época. Provienen de unos años 50 de terrores nucleares e inicios de la carrera espacial con los yanquis perdiendo, sin una perspectiva clara de que el objetivo final fuera llegar a la Luna. Con la Unión Soviética colocando satélites por doquier y EEUU siempre un paso por detrás, la moral del bloque capitalista estaba un pelín por los suelos; habían pasado de una época de superioridad y llegar hasta a creerse que podían monopolizar las armas nucleares, a salir con el rabo entre las piernas de Corea y ser los segundones de la carrera espacial o lo que es lo mismo, no tener los mejores misiles para sus armas nucleares. La cosa no acababa de mejorar cuando, en Abril de 1961, un cosmonauta ruso llamado Yuri Gagarin, fue el primer ser humano en salir al espacio exterior. Con la moral por los suelos y justo a la vez que un ejército apoyado por EEUU fracasaba en un penoso intento de invadir Cuba, no es de extrañar que la maquinaria propagandística americana empezara a trabajar a todo trapo, con el recién nombrado nuevo presidente de EEUU John Fitzgerald Kennedy dando un año más tarde el ya legendario discurso que solo podríamos titular como «iremos a la Luna, por mis cojones morenos». Pero para entonces, en otra tierra, EEUU no solo había salido al espacio, si no que había vuelto…

Había vuelto mal, sí, pero había vuelto.

Leídos en su contexto, los primeros números de los 4 Fantásticos son mucho más interesantes; el viaje original de Richards y familia al espacio viene motivado por la urgencia para adelantarse a «the commies», los comunistas. En realidad están intentando adelantarse a Gagarin y veladamente también están acusando a la NASA de tomar demasiadas precauciones en sus misiones, que por eso los soviéticos se les habían adelantado. Si sumamos a todo esto que el primer número del cómic no se conoce su fecha de escritura exacta y que probablemente fue mucho antes de su publicación en agosto del 61, se palpa la desesperación en el ambiente. Algunos teóricos han llegado a decir que los 4F era una historia de inventario, una de monstruos o hasta de los Challengers of the Unknown, readaptada para sacar el cómic cuanto antes, lo cual le quitaría mucha más autoría del grupo a Stan Lee de lo que le hubiera gustado reconocer. En cualquier caso, queda claro que Los 4 Fantásticos es un grupo que está completamente ligado a la carrera espacial, y de hecho en cuanto Kennedy hace su discurso de «iremos a la Luna», casi inmediatamente aparece en enero de 1963 el número 13 de la serie, en el que Reed Richards trata de llegar a la Luna, «antes que los Rojos», llegando a tener una carrera literal por el espacio con la nave del Fantasma Rojo y su supermonos. Y no, no acaba de quedar claro quién gana la carrera, pero teniendo en cuenta que los 4F llegan a la luna y son emboscados por el bueno de Ivan Kragoff, la URSS del universo 616 tiene todos los puntos de haber triunfado en esta ocasión.

Me imagino el guión de Stan Lee «los 4F tratan de llegar antes a la luna y los rojos mandan a un señor calvo con monos».

Y me diréis, «vale Diógenes, pero éso es el contexto original, el grupo ahora es mucho más» y yo os diré que una porra. Que la etapa de Lee y Kirby está llena de viajes a lugares rarisimos con la presentación de personajes extrañísimos, pero a la hora de la verdad las grandes historias estaban basadas en el espacio, de ir a otros mundos y que nos visitaran a nosotros. Que la visión de los 4 Fantásticos como «ir al espacio y volvimos convertidos en superhéroes» es la que ha arruinado la serie sistemáticamente durante los últimos 50 años. Que se dice pronto, pero es tal cual; la superfamilia, «Los Increíbles», el convertir la serie en los Supersónicos y no en las aventuras de cuatro astronautas, es todo lo contrario a lo que Kirby tenía en mente para la serie. Y con esto no estoy diciendo que prohiba totalmente el costumbrismo, pero el definir a los 4 Fantásticos como una familia es como decir que La Patrulla X es un equipo de béisbol. O peor todavía, no tener presupuesto para hacer una película como es debido y decir que «el espacio está obsoleto, ahora la última frontera es internet».

El costumbrismo está bien, pero en pequeñas dosis.

Al final es algo impepinable, la fuerza original de la serie era la exploración, y la gran frontera es el espacio, otros universos, otras realidades. Durante sus primeros números el desarrollo de los personajes era impresionante para la época, pero ni mucho menos estaba a la altura de las exigencias de la actualidad. El crecimiento de personajes como Ben Grimm a lo largo de los 50 primeros números es una de las principales bazas de la serie, y mientras otros personajes como Johnny o Sue se estrellan y se quedan un tanto huecos, otros como Reed Richards se quedan en un punto intermedio, teniendo una naturaleza más reactiva que proactiva; con lo que por eso se suele decir que el corazón de la serie es Ben Grimm aunque el detonador de la mayor parte de las historias sea Reed. En esencia, el grupo son Reed metiendo en líos al resto y Ben reaccionando a todo ello, todo esto siempre hablando de la etapa original, la que funcionaba y realmente convirtió la serie en el mejor cómic del mundo.

Vale, sí, aquí trataba de salvar a su señora y a su futuro hijo.

Una vez hemos aclarado ésto, el hecho de que una adaptación cinematográfica del grupo se se vaya a situar precisamente en esa época casi parece algo inevitable, pero ni mucho menos. Los ejecutivos y productores están muy seguros de que las películas de época no suelen funcionar bien si no las dirige Ron Howard y/o hablan de una historia real de superación, con gente sufriendo mucho y tal. Entienden Indiana Jones como una película de la Segunda Guerra Mundial, pero Los 4 Fantásticos es una película de superhéroes, y eso de los superhéroes de época no funciona ni aunque los mezcles con la susodicha Segunda Guerra Mundial, que no dejamos de estar hablando de la misma Marvel Studios que sustituyó a los nazis por «Hydra». Para ellos era una película muy muy arriesgada, pero el éxito del Primer Vengador y Capitana Marvel con su localización noventera parece que les ha quitado el miedo y les permite explorar una época que el MCU hasta ahora no ha tocado más que de refilón, a pesar de ser de vital importancia para el cómic porque no deja de ser el verdadero punto de arranque del universo Lee/Kirby. Pero claro, eso nos deja unas cuantas incógnitas…

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