Lo sabemos, sí, lo sabemos. Sabemos que Peter Parker es Spiderman y que Peter Parker se gana la vida sacándole fotos a Spiderman. Sabemos que en un principio lo hizo porque era un adolescente en riesgo de exclusión, que lo hizo por ayudar a pagar facturas a su tía May aunque a posteriori la tía May no tuviera ningún problema a la hora de pagarlas cuando él se independizó (supongo que su pensión solo le daba para ella sola) y que Peter tiene un corazón de oro que prefiere morirse de hambre antes que perjudicar a los demás. Lo sabemos. Pero… No nos vamos a engañar, Peter Parker llegó a la edad adulta siendo un fraude.
Porque Peter no solo ha llegado a sacar fotos de sus múltiples peleas con villanos dejando la cámara en disparo automático (que en los tiempos de la fotografía analógica anteriores al autofocus aquello tenía que ser divertidísimo) si no que para colmo de males ha posado para si mismo y se ha quedado tan pancho. Cuando la cosa empezó a ser muy sospechosa (porque solo vendía fotos de Spiderman) Peter pasó a contar que tenía una relación «especial» con Spiderman, que le dejaba sacar fotos a cambio de que le diseñara equipamiento o hasta un porcentaje de las ganancias. Y no sé que opinaría la hacienda estadounidense de ello, pero a priori colaba. Cuando hará unos diez años Peter fue desenmascarado como un fraude y expulsado de la profesión periodística, la historia del Peter fotógrafo pasó a mejor vida, y por eso en las encarnaciones cinematográficas más recientes del personaje no hemos visto a Peter sacando fotos ni con el móvil. Ahora es científico, como tantos y tantos superhéroes…
Pero para el momento en el que Peter falsificó esas fotos que provocaron su caida en desgracia, el de Queens ya llevaba décadas falsificando su trabajo periodístico con manipulaciones la mar de burdas e infames, prácticamente desde el principio de su carrera profesional. Porque ya en el Amazing Spider-Man número 4 nos encontrábamos con Spiderman pegándose contra el Hombre de Arena en su propio instituto (que estaba allí para exigir que le dieran un título de secundaria o si no reventaba al director, vaya con la titulitis), y derrotándolo de una forma la mar de anticlimática, aspirándolo con la aspiradora del colegio. El problema es que, una vez tuvo al pobre Flint Marko metido en un saco, Peter se dio cuenta de que no había sacado fotos de aquella pelea -que lo dicho, tampoco había sido nada espectacular- con lo que decide… Falsificar las fotos. «¡Tal vez con un poco de ingenio todavía puedo apañar las fotos para JJ!» y el canalla procede a sacarse fotos a si mismo pegándole puñetazos a puñados de arena que el mismo va tirando por los aires, mientras insiste que esto «¡Dado que ésto pasó de verdad hace unos pocos minutos, ésto no puede ser considerado como algo no ético! ¡Es como volver a rodar una escena de una película!» No, Spiderman, no es ético, es una jodida farsa y hasta tú mismo lo sabes. Pero en aquel momento eras un menor, no sabías lo que hacías, eras medio idiota… Habrá que perdonarte. De momento.
Porque cinco números después el chaval fue a peor, mucho peor todavía. Desesperado porque la seguridad social de EEUU es inexistente (aunque en aquel momento estaba bastante mejor de lo que estaría con Reagan, también es verdad) y su tia May estaba más pallá que pacá, Peter decide falsificar unas fotos en las que se ve claramente que Electro es Spiderman. Aquello era muy burdo (simplemente eran fotos de Electro y Spiderman en el mismo sitio) pero Jameson fue con ello porque le permitió el titular de que había pruebas de que Spiderman era Electro. Y alguno puede pensar que en esa historia se ve claramente que a Peter le disgusta esto de faltar a la verdad, y hasta dice sentirse avergonzado de si mismo, pero si leemos entre líneas lo que vemos es que lo que le fastidia a Peter es que está echándose mierda contra si mismo, el narcisista hijo de puta. Cierto es que necesita mil dólares y Jameson solo se los daría si le ofrecía pruebas de que Spiderman era Electro, pero…
Por supuesto para el final del cómic Peter demuestra que Spiderman no es Electro y aquí no ha pasado nada, pero aun así Stan Lee no explica como el Bugle recupera su credibilidad inmediatamente solo porque Peter saque unas fotos de Spiderman pegándose con Electro. Pero bueno, lo de que haya periódicos arrastrando su credibilidad por el fango sin que pase nada ya es tristemente habitual hoy en día, con lo que supongo que cuando llegamos al número 624 de Amazing y Mark Waid escribe esto que vemos más abajo, pues no deberíamos sorprendernos:
En aquel momento Jameson se ha convertido en el alcalde de Nueva York (la idea era curiosa, aunque no se hizo gran cosa con ella) y un nuevo Buitre -uno del que felizmente nadie se ha vuelto a acordar- atacaba al alcalde en su despacho, con el resultado funesto de que un guardia de seguridad moría intentando protegerlo. En ese momento corre la teoría en los medios de comunicación de que el propio Jameson tuvo algo que ver con la creación del susodicho Buitre, con lo que la aparición del villano en la oficina de Jameson es todo un descrédito para su carrera política, aunque fuera para atacarlo, porque todos dan por hecho que buscaba venganza por haberlo transformado en un engendro horrible. Intentando salvarle el culo a Jonah -y a si mismo, que no olvidemos que fue la administración de Jameson la que le había dado trabajo en la oficina de prensa del ayuntamiento, ¡Peter Parker con nómina!- nuestro intrépido ya no fotógrafo decide hacer otra de las suyas y falsificar unas fotos para demostrar que la visita del Buitre a Jameson no fue nada amistosa, demostrando que se habían peleado. El problema es que, fuera de las consecuencias o la ética y aunque Jameson se hubiera comido con patatitas las dichosas fotos y no hubiera dicho ni pio… Estas fotos no arreglan absolutamente nada.
Si el Buitre estaba en el despacho de Jameson y se cargó a un guardia, es porque no tenía buenas intenciones para con Jameson, por lo que es lógico que, aunque Jameson hubiera creado a este Buitre, se enfrentara a él. Waid se carga un pilar fundamental de Spiderman por un problema de ética profesional que la propia serie de Spiderman nunca le dio mucha importancia (más que aquella vez en la que alguien desprestigió a un periodísta por usa un testigo que estaba mal de la cabeza y se creía un asesino en serie, os acordaréis de él porque el periodista acabó convertido en Veneno). Y desde entonces Jameson está fuera del Bugle, sabe que Peter Parker es Spiderman y ahora es super amiguísimo suyo -llegó hasta a ser familia política de Peter, oye- y la carrera periodística de Peter Parker está completamente desaparecida. Y antes de que me aparezca otro cínico diciéndome que el periodismo está muerto, os diré que lo importante del Daily Bugle no era tanto que fuera un periódico como los personajes que vivían allí, el escenario que le daban a la serie y lo mucho que lo unían a la ciudad de Nueva York, mucho más que un laboratorio que parece salido de Silicon Valley.
Peter Parker es un fraude, nunca fue el mejor fotógrafo del mundo ni nada parecido, pero era un fotógrafo y ésa faceta de él se sigue echando de menos.