Tras llevar una buena temporada contándonos las aventuras de una versión alternativa de Batman a través de su miniuniverso de White Knight, Sean Gordon Murphy ahora hace lo propio con uno de los mas ilustres predecesores del héroe de DC. En Zorro: Man of the Dead Murphy nos presenta una versión modernizada del clásico justiciero en la que no se limita a trasladar sus aventuras al presente, sino que le da a este un giro no precisamente original pero si tremendamente clásico que puede dar mucho juego. Pero independientemente de como se desarrolle ese elemento en el futuro, el primer numero de esta serie ha sido divertido, emocionante y como siempre es un placer disfrutar del elegante trazo de este gran autor.
El pequeño pueblo de La Vega, en México, lleva décadas bajo el férreo control de un cartel de la droga que ha convertido a sus habitantes en poco mas que esclavos a su servicio. Un pueblo en el que residen dos hermanos que se han enfrentado al brutal asesinato de su padre a manos del líder del cartel de formas muy distintas, Rosa trabajando para el hombre que se lo arrebató todo y Diego sumido en la locura, negando la realidad de lo sucedido y convencido de vivir en el pasado ser el héroe de leyenda que fundó el pueblo hace ciento ochenta años… Pero cuando la tragedia ataca de nuevo Diego decide que ya es suficiente y toma cartas en el asunto, adoptando la identidad que cree que le pertenece para llevar la justicia a su pueblo.
Sean Gordon Murphy definía esta serie en su momento, cuando anuncio el proyecto, como una combinación de Narcos y del Quijote, y hay que reconocer que es una descripción de lo mas certera. El mundo en el que se desarrolla este cómic podría estar surgido de aquella serie, de Breaking Bad o de Better Call Saul (o tristemente también de la realidad) con narcotraficantes viviendo como todopoderosos señores feudales. Y luego tenemos a este protagonista trágico, Diego, quien en lugar de ver su cordura consumida por leer demasiados libros de caballería la pierde tras ver morir a su padre, un origen que parece rendir homenaje a ese Batman que tanto le debe al propio Zorro.
Con esa mezcla de elementos e influencias tan dispares este cómic nos ofrece una visión del Zorro algo mas oscura y violenta de lo habitual, aun tratándose de un personaje que no es ajeno ni a la violencia ni a la tragedia, trasladado a un escenario presente en el que las injusticias abundan tanto como en la época en la que suelen ambientarse las aventuras del personaje. Y aunque toca suspender un poco el sentido de la incredulidad al ver a este nuevo Zorro enfrentarse a matones empuñando armas automáticas, a diferencia del clásico que solo tenia que hacer frente a espadas y armas de chispa, es todo un placer verle moverse por las paginas con esa agilidad tan irreal como emocionante.
Y aquí es donde este cómic, que en otras condiciones no pasaría de ser una lectura ligera y entretenida, se convirtió para mi en una lectura obligada, en su apartado gráfico. Desde hace muchos años soy un rendido admirador del trabajo de Sean Gordon Murphy, quien a pesar de que también es un guionista bastante decente, siempre me ha llamado mas la atención por sus labores artísticas, y en ese aspecto aquí no decepciona en absoluto. Al comienzo mencionaba el trazo elegante de Murphy, y esa es para mi la principal cualidad de su estilo que le hace tan apropiado para un cómic como este. En sus manos el Zorro parece una estrella del cine clásico, como una figura surgida del pasado, moviéndose y luchando con una gran elegancia y fluidez envidiables en una serie de escenas de acción, otro de los puntos fuertes de Murphy que dejan a uno pegado a la pagina.
Con este primer numero Sean Gordon Murphy se ha ganado mi atención, ya que aunque este Zorro: Man of the Dead ni es ni pretende ser un cómic revolucionario o innovador, si que es un cómic muy divertido y repleto de acción, que viniendo de quien viene me atrevo a confiar en que lo mejor esta aun por venir. Y teniendo en cuenta que nos encontramos ante una miniserie de tan solo cuatro números, creo que también podemos atrevernos a esperar a que esta historia huira del relleno e ira tan directa al grano como la espada del Zorro.