Es curioso, porque hace no tanto se nos preguntaba por aquí por Across the Spider-verse, la última película de Miles Morales contándonos qué es ser realmente Spiderman. Y, la verdad, teniendo en cuenta que la película quedaba cortada, es complicado hacer una reseña de la misma. Podemos hablar del diseño artístico y otros aspectos técnicos que siguen siendo un chorreo que ha cambiado por completo la forma en la que se hace animación en todo el mundo, pero lo cierto es que la historia no está completa, y no acabamos de saber hasta que punto ciertas tramas van a alguna parte; por eso se me hace difícil de juzgar muchas de las tramas de la misma. Podemos presuponer muchas cosas, pero como no estamos ante un «corte» como Infinity War o El Imperio Contraataca, pues como que no me creo con ganas de hablar de ello.
Ojo, si ésto fuera un medio profesional y no tuviera más cojones pues lo haría claro, pero ésto al final es lo que es. Hablamos constantemente de cómics con historias cortadas, por supuesto, pero no son películas que en su formato se da por hecho que finalizan al final de su metraje. No creo que sean lo mismo ni veo la necesidad emitir un juicio sobre ellas cuando están a medias… Sobre todo cuando buena parte de la crítica profesional está realizada sobre trabajos inacabados; no me hace falta irme hasta 2020 y Cyberpunk 2077 para decir que el que un medio asuma que todo fallo que tenga el producto estará subsanado para su estreno puede ser un fallo garrafal para su propio prestigio. De hecho, tenemos mucho más reciente el caso de la película de Flash, cuyas críticas iniciales -las anteriores al estreno- se realizaron sobre una copia incompleta en base a la que muchos interpretaron algunas cosas que luego no se daban en la versión final; el caso más claro está en la presencia de un hipotético nuevo Batman que en la versión final no solo no aparecía, si no que para muchos de ellos acabó siendo una broma de mal gusto. Pero claro, ¿que podían esperar? Habían visto una copia incompleta, una película que carecía de varias secuencias completas y con los efectos especiales a medias; muchos de sus fallos eran perdonados sin pensarlo dos veces, cuando resulta que en la copia final muchos de esos efectos inacabados seguían presentes y se tuvo la desfachatez de justificarlos como una «decisión artística». No señores, éso es una chapuza de mal gusto.
Pero insisto, se puede hacer «una historia a medias» como es este Spiderverse porque es la mar de divertida e interesante, picoteando por la historia de Spiderman -y otros cómics de Marvel de los que Sony no tiene los derechos, no- con una reinterpretación de los Captain Britain Corps basada en los traumas de Peter Parker bastante resultona, pero tanto el ciclo de personajes como Gwen Stacy o el propio Miles no sé hasta que punto son toda la cera que arde -doy por hecho que no- mientras otros como el de Peter B Parker me parecen más limitados y su trama dentro de la propia película carece de esa finalidad para juzgarlos, sobre todo por ser personajes secundarios dentro de la historia. Y lo que es peor, expresar estas dudas probablemente me llevaría a un debate sin una conclusión clara, porque sin conocer el final de la historia no vamos a llegar a ninguna parte. Y ojo, entiendo que es completamente legítimo que la gente quiera hablar de estas cosas, después de todo éso es precisamente lo que hacemos por aquí, pero aun así sigo sin verle el sentido; un capítulo de una serie de televisión puede ser una unidad dramática con ramificaciones a una historia a largo plazo, pero se puede hablar de esa unidad y si acaso especular con el resto. A mi lo primero me interesa, lo segundo a ratos me aburre, porque en muchas ocasiones ese «imaginar» me lleva a crearme expectativas que no acaban estando a la altura de lo que me acaban ofreciendo. Y ésto no pasa porque yo sea más listo que los guionistas, si no porque en realidad yo me he creado una historia en mi cabeza que es distinta a la que se habían creado los autores.
Y en parte creo que por eso los críticos de The Flash fueron injustos, porque se montaron su película en su cabeza y la realidad -chapuzas aparte- no estaba a la altura. Todos conocemos las reglas del juego y habiendo leído unas cuantas novelas de misterio empezamos a reconocer patrones que nos llevan a identificar fácilmente al asesino de cualquier historia. Y cuando acertamos, tenemos el cuajo de decir que era «previsible». No cabrón, no era «previsible», porque como te hubieran dado otra respuesta habrías corrido a decir que era una conclusión absurda y hasta tramposa, porque te ibas a sentir engañado. Jessica Fletcher -o Poirot, o quien sea- te expone en una caja de zapatos todos los hechos y pistas para que tú elabores el rompecabezas, si te enfrentaras a un asesinato en el mundo real ni de broma lo tendrías tan fácil porque nunca tendrías la certeza de tener todas las variables. Un asesinato de ficción es un evento precocinado con unas reglas determinadas que responden a unos parámetros que acabas conociéndote al dedillo, nada más.
Se me ocurren un millón de tramas que están ahora mismo en marcha en cómics y televisión, pero tenemos que ser humildes cuando toca y ser conscientes de que en realidad solo podemos juzgar cuando están todas las cartas sobre la mesa. ¿Quiere éso decir que no podemos decir que la idea de una MJ superheroina es un absurdo? Sí, podemos decir eso, pero sabiendo que es un juicio que en parte es a priori. Sin saber si la MJ superheroina va a triunfar o darnos la razón y ser un fiasco, aunque sepamos que lo más probable sea eso último. Pero, en cualquier caso, estaríamos especulando, cuando probablemente sea más lógico decir que el que los personajes secundarios de Spiderman pasen de ser gente «normal» a supermodelos o superheroinas devalúa muchísimo al trepamuros porque certifica que la serie hace mucho que dejó de ser la de un «tipo normal». Igual que le pasa a Miles Morales, que no es precisamente el Brian Braddock de Alan Moore. Y hasta ahí llega mi opinión sobre la trama de Across the Spiderverse….