No hace demasiado ha comenzado a publicarse el cómic Void Rivals bajo el sello Skybound de Robert Kirkman y que se encuentra escrito por este y dibujado por Lorenzo de Felici. Un cómic con el que a diferencia del caso de ayer no las tengo todas conmigo porque Kirkman es para mi un guionista un tanto irregular que ha escrito cómics que me han encantado y otros que se me han caído de las manos. Pero aun así debo reconocer que estos dos primeros números han resultado ser bastante interesantes, aunque no precisamente originales, y que ha tenido una sorpresa muy inesperada que aun me tiene sonriendo, así que solo por eso voy a seguir confiando en que este sea uno de esos casos en los que no voy a acabar decepcionado.
Zertonians y Agorrians llevan tantísimos siglos en guerra que ya no parecen ni recordar los motivos de esta, solo saben que los otros son los enemigos y que deben odiarse por encima de todo. Pero cuando Darak y Solila, dos pilotos de ambas razas se estrellan en un planetoide deshabitado y sus respectivas naves quedan destruidas, su única oportunidad de sobrevivir sera apartar a un lado ese condicionamiento que han recibido todas sus vidas y trabajar juntos para escapar de allí con vida. Un proceso durante el cual comenzaran a dudar sobre ese odio eterno y mutuo que ha impulsado sus mundos desde hace tanto y descubrirán que quizás tengan mas en común de lo que creen…
Lo se, esto no es para nada original, es una vez mas el argumento de Enemigo Mio (o Infierno en el Pacifico si nos vamos un poco mas atrás y abandonamos el genero de la ciencia ficción) pero es una formula que aunque utilizada incontables veces en múltiples variantes sigue funcionando bastante bien, y quiero pensar que lo hace porque en el fondo la mayoría pensamos que eso de odiar “al otro” solo por venir de otro lugar es un sinsentido.
En ese sentido el cómic no se sale de lo esperado, Darak y Solila, tras un violento primer encuentro, se dan cuenta de que seguir intentando matarse mutuamente no les va a llevar a ningún lado y que no les queda mas remedio que colaborar para poner en marcha al menos una de las naves y escapar de allí aunque solo sea para continuar su guerra. Pero aunque en este sentido la historia sigue la formula habitual en estos casos, Kirkman se guarda alguna sorpresa que otra y poco a poco se nos va revelando que en esta guerra eterna no todo es lo que parece y que hay muchas cosas que los respectivos lideres de ambos les han estado ocultando.
Pero dejando a un lado este clásico relato de encontrar la amistad en el enemigo, el cómic se guardaba una sorpresa que no me esperaba para nada (que en estos tiempos de Internet no me lo destripasen es casi un milagro) y que como decía al comienzo aun me provoca cierta ilusión, pero eso mejor contarlo en los SPOILERS.
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Tras el fracaso del primer intento de poner en marcha una de sus naves canibalizando piezas de la otra, Solila sale a explorar ese planetoide y se encuentra con una misteriosa nave abandonada cuyo diseño no se corresponde a nada existente ni en su mundo ni en el de Darak y que parece llevar siglos allí. Sin nada que perder transfieren algo de energía a los sistemas de la nave con la esperanza de que esta aun funcione y les pueda sacar de allí sin saber que en esa nave, como se suele decir, es mas de lo que sus ojos ven…
Pero una vez que la nave recibe la energía esta comienza a moverse, a cambiar… a ¿Transformarse? Porque esta no es una nave espacial… ¡ES JETFIRE, CIENTÍFICO DE CYBERTRON Y FUTURO MIEMBRO DE LOS AUTOBOTS A LAS ORDENES DE OPTIMUS PRIME! ¡ES UN TRANSFORMER! Solo que para la desgracia de Darak y Solila Jetfire esta mas preocupado por lo que le haya podido ocurrir a su mundo en todos esos años en los que el ha estado inerte en ese planetoide (probablemente haya tenido LUGAR una guerra civil, los cybertronianos se hayan dividido entre Autobots y Decepticons y hayan acabado en la Tierra para seguir pegándose… digo yo) y ESTE parte de regreso a su hogar dejando abandonados a estos pilotos con demasiada mala suerte.
Pero si, Void Rivals ha sido en secreto el primer capitulo de la nueva era de los Transformers en Skybound, lo que ya se conoce como el Energon Universe, algo que a juzgar por lo visto en esta serie no se va a limitar a los Cybertronianos y va a expandirse a otro mundos. Y dado que la serie regular de estos personajes que comenzara a publicarse en Octubre de este año la va a escribir Daniel Warren Johnson, yo creo que podemos estar ante algo de lo mas interesante.
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Y dejando a un lado las sorpresas y las formulas clásicas, no podemos dejar de hablar de Lorenzo de Felici, quien ya trabajo con Kirkman hasta el año pasado en Oblivion Song y que aquí se reúnen de nuevo. Aunque estos primeros números no le han dejado lucirse como el sabe, todos quienes hayan leído Oblivion Song saben que de Felici es un dibujante increíble tremendamente dotado a la hora de dar vida a mundos extraordinarios y completamente alienigenas. Pero aunque el comienzo de esta serie le haya obligado a ser mucho mas sobrio de lo habitual, dado que casi toda la acción transcurre en un mundo desértico, podemos admirar su talento en la forma en la que consigue que dos personajes que se pasan casi todo el primer numero sin quitarse sus cascos transmitan sus emociones solo en base a su lenguaje corporal. Así que solo queda esperar a que a medida que transcurra la serie, la historia le vaya permitiendo soltarse mas y demostrar todo de lo que es capaz.
Aunque sigo sin fiarme del todo de Kirkman, ya que no seria la primera vez que algún cómic suyo con el que estaba disfrutando mucho se me acaba desinflando, de momento esto tiene muy buena pinta y con de Felici a los lápices tenemos asegurado al menos un buen espectáculo visual. Así que solo me queda esperar a que esto siga por el buen camino (aunque quizás un tanto predecible) marcado por estos dos primeros números.