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Las Capitanas Universo contra el Capitán Gorrino: El día en que Frank Miller salvó Marvel (XV)

Lo del Capitán Universo siempre me pareció una chapuza tremenda, ¿hay algo más tramposo que el que haya una fuerza pseudomágica que le da poderes a cualquiera según los necesite? Quiero decir, la existencia de esa fuerza hace posible que una historia en la que Dormmammu está a punto de reventar a un vendedor de seguros pegue un vuelco cuando le vengan los poderes al vendedor y de repente pueda arrearle puñetazos al Temible, porque para colmo de males los poderes del Capitán en cuestión son una de las cosas más sobradas que uno pueda echarse a la cara. Pero no me quejo, ¿eh? Ditko siempre es bien, que puñetas.

¡Mary Jane Watson contra la mafia!

Pues aquí tenemos a dos Capitanas Universo por el precio de una, y encima enfrentadas a un tipo con la cara naranja que debe de ser el Capitán Gorrino o algo parecido. En la siguiente página hay una vista de un juicio y una señora de larga melena pelirroja parece muy enfrentada a unos señores con corbata bastante sórdidos, que seguramente sean mafiosos. Ella se enfrenta a ellos y se lleva bien con un pelirrojo low cost -el pelo es naranja, no rojo- pero luego resulta que el del pelo naranja va también con los mafiosos, así que debe de estar jugándosela. Cuando la pelirroja vuelve a casa, se encuentra que otra pelirroja y dos niños están siendo secuestrados por mafiosos a punta de pistola, con lo que la presumible madre de los niños (la otra pelirroja, que debe ser madre porque lleva el pelo recogido) está tremendamente cabreada. Para cuando va a entrar la pelirroja de larga melena -¿son hermanas?- en la casa, abre mucho los ojos y decide entrar en la casa con la pistola en la mano.

Ésto es, sin lugar a dudas, la MIRADA DITKO.

Y al final ni puerta ni nada, entra saltando por la ventana y se lía a tiros con los hampones -me encanta esa palabra-. Consigue que su hermana se vaya con los niños y se parapeta detrás de un sofá, pero la mala madre decide dejar a los niños plantados para ayudar a su hermana y al coger un tubo de insecticida de repente se transforma ella -y su hermana- en las capitanas universo, ¡muérete de envida Carol Danvers! Enseguida reducen a los pillos y se lían a interrogarlos, dejando a los matones para la policía y, de paso, arreglando la ventana que la melenuda se cargó. Así, las dos van hasta un gimnasio a interrogar más matones, hasta que consiguen localizarlos en un cine y les joden la reunión con el Capitán Gorrino, que se escapa mientras las capitanas dan buena cuenta de sus esbirros.

Era llamarlo Capitán Gorrino o Capitán BDSM, tú eliges.

Se da entonces una persecución en la que una de las capitanas va tras él mientras la otra sigue con los matones, con la mala suerte de que la que persigue al malo se queda encerrada en una trampa de agua y, como la señora no le da a la anaerobia, pues como que se ahoga un poco. Cosa que, si lo piensas, es un poco rara, porque al final el Capitán Universo debería poder viajar por el espacio sin problemas, así que ya me dirás tú cómo puede ser un obstáculo para ella el quedarse sin aire.

Que también me recuerda a cuando Mar-Vell le decía a Rick Jones aquello de «¡chaval, para ya de hacerte el chulo y déjame salir, que el que le pega a los pillos soy yo!».

Y claro, cuando la moza se queda sin agua le manda un grito psíquico o algo a la hermana y ella va corriendo donde ella, rompiendo la trampa de agua y ahogando de paso a los esbirros. Las dos escapan detrás del Capitán Gorrino, que escapa en un coche y acaba siendo atrapado por ambas, que lo desenmascaran y acaban encontrándose con que el tipo en cuestión es alguien que conocen pero no caigo en quién es. Y así es como lo reducen, se lo dejan a la policía y se vuelven con los niños, que debían de estar muy a gustito ellos solitos después del pedazo de susto que se han pegado con las pistolas y los tiroteos. Y fin del cómic, porque no hay más y así me he quedado.
Obviamente me he limitado a leer el cómic solo a través de las imágenes, porque al final Ditko es bueno y se puede leer así. Si nos leemos el texto, nos encontramos que el Capitán Gorrino en realidad era el tipo pelirrojo low cost del principio del tebeo, solo que en la última página algun merluzo debió de ponerlo moreno en vez de Jimmy Olsen, con lo que el fallo del colorista (Ben Sean) hace que la revelación final del tebeo quede pocha. Y poco más que decir, que viva Steve Ditko y lo bien que nos lo hemos pasado. Y no, no voy a decir quién es el guionista que si no alguno se me enfada y hace mucho calor para calentarse.

Que encima si te lees el texto el tebeo empeora, porque te mienten directamente con esta escena en la que «lo obligan» a irse con los tíos mafias. Por supuesto, los matones no saben que en realidad «Némesis» (alias Capitán Gorrino) es el propio Edward (alias Pelirrojo light).

La semana que viene tenemos… ¡El Hombre Cosa! ¡De Chris Claremont! ¡El Karma me está compensando por todo lo que he sufrido y lo bien que me he portado, claro que sí! ¡Viva la pachamama!

¡Una historia de piratas! ¡Yay!
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