Pues si, este año el principal reclamo del Salón del Cómic de Tenerife fue la presencia de Howard Chaykin, un veteranísimo autor con un buen montón de grandes cómics a sus espaldas y cuyo trabajo he admirado desde la época en la que empecé a fijarme en serio en quienes hacían los cómics que disfrutaba. Y claro, la idea de estar frente a alguien así admito que me intimidaba un poco, no solo por tratarse de alguien cuya obra adoro desde hace décadas y eso me ponía algo nervioso, sino porque a través de entrevistas y artículos Chaykin tenia para mi la imagen de alguien hosco y poco accesible, pero como no tarde en comprobar esa imagen no podría haber estado mas equivocada. Así que vamos a ver como fue la presencia de este grande del cómic en Tenerife.
El viernes fue mi primer “encuentro” con Howard Chaykin, cuando lo vi acercarse a la mesa que la organización había preparado para el junto a la exposición dedicada a el (en la que no había muestras de ninguna de sus obras de las décadas mas recientes y de la que el propio Chaykin llego a decir que cualquiera que la viese pensaría que el se había muerto hacia veinte años) mesa en la que iba aceptando encargos de sketches que hacia sobre la marcha a 50 euros la pieza y vendiendo dibujos originales de sus obras mas actuales. Y aunque al principio la idea de acercarme me seguía intimidando, aproveche que un par de amigos iban a encargarle unos dibujos antes de que fuese su sesión de firmas y me acople a ellos, llevándome una mas que grata sorpresa.
Y no lo dijo solo en este video, lo comento mas veces
En lugar del tipo serio y taciturno que casi temía encontrarme, tenia ante mi a un tipo de lo mas amable y atento y encantado de hablar con sus fans. Mientras iba realizando los dibujos que le iban encargando Chaykin canturreaba canciones de viejos musicales, respondía a todo lo que le preguntasen y contaba anécdotas y chistes con su ácido y sarcástico sentido del humor, todo un contraste con la imagen que tenia de el (pero sin. Así me fui enterando de como en sus viejos tiempos como asistente de Gil Kane a veces se ponían a ver musicales clásicos (de los que Kane tomaba inspiración a la hora de retratar el movimiento de sus personajes) que el clima de Tenerife le recordaba a su hogar, una casita en California cerca de la playa en una zona casi deshabitada y comentaba con sorna a cada uno que le comentaba que sus cómics favoritos suyos eran los clásicos de los 80 que si eso era de cuando el era bueno en lo que hacia (lo que aprovechaba para recomendar sus obras actuales). Definitivamente me había creado una imagen muy equivocada de el.
Tras pasarme un buen rato así, desde la distancia, llego la hora de su sesión de firmas, donde salto una sorpresa un tanto inesperada. Y es que parece que a nadie de la organización se le ocurrió preguntarle a Chaykin de antemano por sus condiciones para dicha sesión, y una vez que estaba sentado en su mesa sobre el escenario fue cuando se enteraron (ellos y los que estábamos esperando) que Chaykin cobraba 10 euros por cada cómic que firmaba y que los sketches que pudiese hacer en el interior de los mismos costarían igual que los dibujos que estaba haciendo en su mesa. Algo que aunque yo no le critico, cada autor esta en su derecho de hacer y cobrar lo que quiera, si que fue algo que echo para atrás a muchos de los que esperaban en la cola, algunos por no haber llevado efectivo y otros porque no esperaban (esperábamos) hacer gasto ahí.
Que no puedo hablar por los demás, pero yo personalmente, desde que Diógenes decidió invertir los ingentes ingresos publicitarios del blog en criptomonedas, tengo la cuenta de gastos del blog a cero. Una sorpresa de la que espero que tomen nota en la organización para que en próximas ediciones hablen estas cosas con los invitados y puedan anunciar las condiciones de cada uno en la web y evitar así este tipo de sorpresas. Pero aunque las circunstancias en ese momento me obligaron a quedarme de nuevo en la distancia pude ser testigo de alguna entrañable anécdota que otra, como cuando alguien fue a pedirle a Chaykin un dibujo de Boba Fett y este se negó afirmando que ese personaje era un cubo de basura (si al menos le hubiesen pedido un Din Djarin…) aunque no tenia problemas en dibujar personajes de Marvel o DC pero se le notaba y mucho que prefería cuando le pedían alguno que realmente era suyo o al menos algo a lo que le tenia cariño.
El sábado fue un poco mas de lo mismo, el inmenso respeto (y aun algo de temor) de acercarme a Chaykin me hacían mantener las distancias, y también un poco la falta de fondos pese a lo mucho que le rogué a Diógenes que dejase de hacer caso a todo lo que decían en su grupo de telegram de criptobros y me hiciese una transferencia, pero al menos tuve el privilegio de poder asistir a la charla que Chaykin dio a ultima hora del día. No voy a entrar en muchos detalles ya que por suerte la charla fue grabada y colgada en el canal de youtube del Salón, así que cualquiera puede verla cuando le apetezca (pese a que la labor del traductor allí presente cambiase un poco el sentido de lo que realmente había dicho Chaykin)
Da gusto oír a gente así
Pero si me gustaría destacar un momento que no me vi venir del video que aparece arriba. Ese cuando durante el turno de preguntas del publico uno de los asistentes le preguntó a Chaykin que si en su juventud había conocido la obra de autores españoles, pregunta que como se puede ver en el video le hizo bastante gracia porque se dio cuenta enseguida de que quien preguntaba sabia la respuesta. Y resultó que Howard Chaykin es un rendido admirador de nuestro Carlos Giménez, que le descubrió en su juventud gracias a las ediciones mexicanas (quizás fueran las españolas o las chilenas, que no me suena que en Mexico lo publicasen) de su Dani Futuro que llegaban a una tienda de su barrio (uno de gran población latina, lo que explica lo bien que se expresa en español) y que desde entonces había admirado mucho su trabajo y el de otros paisanos como Esteban Maroto y su 5 por Infinito.
¿Pero quedo ahí. la cosa? ¿Realmente transcurrió todo el Salón del Cómic sin que me acercase al menos a saludar a Howard Chaykin? ¿De verdad perdí la oportunidad de intercambiar unas palabras con el y marcharme de allí sin llevarme al menos un pequeño recuerdo? Para saber todo eso habrá que volver mañana por aquí ya que por supuesto que he partido esta crónica en tres partes, seria indigno no hacerlo.