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El día en que Lobezno dejó de fumar: Lo dejo cuando quieran

A finales del año 2001, poco después de terminar el primer año de la etapa de Joe Quesada como Editor-in-Chief de Marvel, Lobezno dejó el tabaco. Y Ben Grimm. Y Nick Furia. Absolutamente todos los superhéroes de Marvel dejaron de fumar, todos a la vez. En DC el proceso sería más lento, pero algo parecido iría ocurriendo, porque en DC no hubo ninguna proclamación, mientras que en el caso de Marvel, Joe Quesada lo soltó como una bomba en la prensa generalista: los superhéroes de Marvel ya no fuman, que fumar está la mar de feo.

Publicidad antitabaco que se insertaba en los cómics de la época.

Quesada fue más allá en su elaboración de dicho anuncio confesando una historia familiar de tabaquismo, achacando a la adicción a aspirar nicotina y alquitrán la muerte de su propio abuelo y no pocos problemas de salud para su padre, y añadiendo a todo esto que los superhéroes son un ejemplo para la chavalería y que esto de sacarlos fumando provocaba que los niños se plantearan seriamente coger el cigarro para «molar». Y claro, ése era un ejemplo la mar de feo, que ellos podrían haber quitado el Comics Code, pero su preocupación por la infancia seguía siendo la misma o más y estaba claro que no podía ser que el Lobezno de Morrison fumara. Quiero decir, Lobezno podía trinchar gente y destripar todo lo que quisiera en sus series PG -que ojo, el «Parental Guidance» no quiere decir que la serie fuera para mayores, simplemente que los padres tenían que estar pendientes de los niños y explicarles que eso de matar gente -o fumar- estaba mal.

Última portada con Lobezno fumando; las portadas de Barry Windsor Smith debían de ser caras y con el genio que se gasta el hombre, ¡cualquiera le pedía hacer una corrección!

Sumado a todo esto estaba el hecho de que Quesada hizo este anuncio en plena «era de la provocación», cuando de la mano del publisher Bill Jemas estaba todo el santo día llamando a DC «AOLComics» y a Paul Levitz Paul Pevitz -yo que sé, a él le hacía gracia- y espectáculos bochornosos como Marville, Origin o en general, todo lo que hacía Bill Jemas, estaban a la orden del día. Y por eso, muchos de los lectores -yo incluído, para que negarlo- pensamos que ésto era otra tontería de Quesada, que se les pasaría pronto. Y que narices, era tan característico lo de que Lobezno o la Cosa fumaran, que era como arrebatarles a los personajes parte de su ser; ¿realmente tenía sentido un Nick Furia sin un puraco enorme en la boca? ¿Un JJ Jameson? La nueva regla de Quesada no prohibía del todo el tabaco en sus cómics, porque lo seguía permitiendo en los villanos porque, y cito literalmente, «son idiotas», siendo la otra gran excepción la línea Max para adultos, en la que había libertad para que todos fumaran como les viniera en gana.

En el interior del cómic podemos ver el momento histórico en el que Lobezno deja de fumar…

Todo esto se hizo en una época en la que en EEUU la sociedad empezó a escapar del yugo de las tabaqueras y las prohibiciones del tabaco en espacios públicos se multiplicaron, con lo que los fumadores europeos al viajar al no-ya-tan-nuevo-mundo se encontraban con que no les dejaban fumar en la habitación de su hotel o en los espacios comunes, que tenían que salir a fumar a las terrazas o que tenían que alejarse de las entradas de los edificios. Por supuesto, tampoco podían fumar en transportes públicos -ni siquiera en taxi, ¡un escándalo!- o en la mayor parte de los bares, ¿es que estos yanquis se habían vuelto locos? ¿Y la libertad? La… libertad. Ya. La libertad para carbonizar tus pulmones y los de los demás empezó a reducirse en Europa poco después, primero con la prohibición en centros de trabajo y pronto llegó la más sangrante todavía, la que prohibía fumar en bares y restaurantes e impulsó la creación de terrazas al aire libre y a la consagración de montones de plazas públicas donde antaño se jugaba a la pelota al despliegue de terrazas con sombrilla para que los fumadores pudieran seguir consumiendo mientras aspiraban su preciada nicotina.

…aunque la última vez que lo veríamos fumar sería en di New X-Men 119, con Igor Kordey. Aun así, la cosa está disputada…

Por supuesto, cuando Disney compró Marvel la cosa se puso mucho peor. Disney -hasta donde yo sé- no tiene accionistas de Phillip Morris ni ninguna tabaquera, por lo que si en los viejos tiempos el ponerle el cigarrillo en la mano al protagonista era un imperativo, allá por 2010 la política de Disney era no solo la de eliminar el tabaco, si no la larga también el alcohol, con lo que los superhéroes de Marvel ya no solo no iban a darle al fumeque en las películas, si no que a partir de mediados de la década siguiente pasaron a tener terminantemente prohíbido beber cualquier tipo de bebida espirituosa. De hecho el mismo Tony Stark, que en Iron Man 2 había manifestado un alcoholismo severo a imagen y semejanza de su versión original, en Iron Man 3 tuvo que diluir su alcoholismo en «crisis de ansiedad» y sus noches de borrachera en «trabajar mucho en su taller» con una fuente de quesos y una bodega tremendamente bien surtida al alcance de su vaso. Pero sí, el alcohol y el tabaco habían muerto en Marvel justo a tiempo para truncar la adaptación de una de las historias que más habían hecho en los lectores de los 80 para evitar que cayeran en el vicio de la botella. Cosas de la vida, pero aun así…

…porque ese mismo mes también aparece fumando en Uncanny X-Men 400.

Ojalá yo hubiera crecido en un mundo sin tabaco. No conozco a absolutamente ningún fumador que no se plantee dejarlo, ya sea por salud o por lo caro que acaba siendo, pero aun así el personal sigue cayendo en las garras de ese feo vicio, pese a que ha dejado de estar presente en absolutamente todas las facetas de nuestra vida. Se ha reducido dramáticamente su presencia en la sociedad y las muertes que provocaba -aunque ojo, muchas de las muertes se asociaron al tabaquismo y con el tiempo se ha visto que la contaminación ambiental también ha estado jugando un papel importante en todo esto- pero a la hora de buscar responsabilidades, lo cierto es que hay que reconocer que fumar… Molaba. Molaba ver al héroe con un pitillo, era un recurso visual fácil para dibujantes y actores, permitía que tuviera la mano ocupada en algo, les daba un aspecto sofisticado y, sobre todo, permitía que una escena post-coito quedara perfectamente demarcada solo por el hecho de que los personajes estaban fumando.

Portada rechazada para New X-Men 119 porque claro, era tarde para quitarle el cigarro dentro, pero en la portada ya se podía rechazar. Y sí, es el mismo Sciver que ahora se ha vuelto un perfecto imbécil.

Y así, a lo tonto, se nos olvidó que Lobezno fumaba como un carretero. Alcohol sigue bebiendo tanto o más que los personajes de Star Trek -¡hay que ver como le dan al bebercio en la flota estelar, en todos los episodios van al bar!- y algunos desgraciados se olvidan por completo de que lo suyo siempre fue la cerveza y no aberraciones como el «whisky canadiense», pero ahí sigue incitando al alcoholismo. Por su parte Ben Grimm ya no fuma y ahora suele darle más a la cocina, por eso de que tiene una familia que atender y le gusta darle de comer a los chavales o yo que sé, mientras que el pobre Nick Furia… En fin, vamos a dejarlo en que en la luna no hay mucho tabaco y así es fácil perder el vicio.

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