Un año mas y coincidiendo con el mes del Orgullo toca hablar de como lo van a celebrar Marvel y DC, y mientras que para la primera tendremos que esperar aun un par de semanas, ya tenemos aquí el especial DC Pride 2022. Desde un punto de vista cínico/realista esta claro que las compañías sacan este tipo de productos por quedar bien y tratar de lavar su imagen, pero no me cabe duda de que las personas implicadas en el proyecto, autores y editores, realmente lo hacen por creer en el proyecto. Y aunque como suele suceder en estos casos de antologías en las que tanta gente interviene el resultado final es un tanto irregular, este año también hay unas cuantas cosas que vale la pena destacar.
Si, no todas las historias tienen el mismo nivel, y el que este tipo de especiales suelan tener un tono algo mas “ligero” que las series regulares da pie para que en ocasiones las caracterizaciones de algún personaje que otro cante un poco mas de la cuenta y toque plantearse si esto entra realmente en continuidad (aunque tratándose de DC el plantearse si algo esta dentro o fuera de la continuidad casi depende del día de la semana). Pero al menos hay que agradecerle a DC que no se limite a relegar a sus personajes LGTBI a este tipo de proyectos y que buena parte de quienes aparecen en este especial son personajes que cuentan con serie propia o que son presencia habitual en series regulares, como Jon Kent/Superman, Tim Drake/Robin, Batwoman, Sojourner Mullein/Green Lantern, Nubia, Jackson Hyde/Aquaman, Harley Quinn o Poison Ivy entre otros.
El especial comienza con una historia del actual Superman a cargo de Devin Grayson y Nick Robles en la que aparte de reencontrarnos con viejos conocidos como Dorothy Spinner o con unos cuantos Legionarios que han viajado al pasado para acompañar a su compañero y celebrar su propia diversidad, también nos encontramos con momentos un tanto “peculiares”. Hay que reconocer que la caracterización que hace Grayson de Damian Wayne es un tanto peculiar, como ese momento en el que se prepara para ir al desfile del Orgullo en Metrópolis casi como si fuese a una guerra, porque asume que eso es siempre como Stonewall en los sesenta, que si embargo contrasta con ese momento en el que tranquiliza a Jon recordándole que su padre estaría orgulloso de verle ser el mismo. Y es tan el mismo que Jon sale del armario de la forma mas publica posible ante todos los habitantes de Metrópolis.
Y el desfile del orgullo también se celebra en Gotham, donde Travis Moore se encarga de narrarnos otra etapa del nuevo camino en el que se ha embarcado Tim Drake y su recién descubierta bisexualidad junto con Bernard Dowd. Una etapa en la que a las complicaciones naturales de descubrir una nueva faceta de uno mismo se añaden las de llevar una doble vida superheroica (aunque tiene toda la pinta de que Bernard ya sabe que Tim es Robin) y que continuará en un próximo especial dedicado a Tim que se publicara en unas semanas que espero que acabe desembocando en que el personaje recupere su serie regular.
También podemos encontrarnos aquí con Connor Hawke, el hijo de Green Arrow recién recuperado en continuidad en una historia en la que Ro Stein, Ted Brandt y Frank Cvetkovic le muestran tratando de explicar lo que significa para el su asexualidad. Una historia en la que partiendo de elementos que ya se encontraban en su serie regular de los años 90 se establece su nueva identidad (y que en este caso es bastante mas creíble que el caso del Hombre de Hielo). Jadzia Axelrod y Lynne Yoshii por su parte recuperan a Alysia Yeoh, la ex compañera de piso trans de Barbara Gordon que parece que va camino de convertirse en una superheroina. Y en otra de estas historias Dani Fernandez y Zoe Thorogood nos muestran a Harley y Poison Ivy enfrentándose a sus propios miedos solo para salir airosas y reafirmar lo que sienten la una por la otra.
Y aunque el especial cuenta con otras historias, sin duda el plato fuerte de este es una historia que destaca sobre el resto no solo por salirse de la norma y de la ficción para contarnos una historia del mundo real, sino por estar escrita nada mas y nada menos que por Kevin Conroy, el mejor Batman que hemos tenido fuera de las paginas de un cómic. Este y J. Bone nos llevan a un momento que ahora es histórico, cuando Conroy obtuvo el papel protagonista en la mítica serie animada de Batman, pero que no fue precisamente un camino de rosas para este.
Conroy aquí desnuda su alma para contarnos el largo y tortuoso camino que le llevo a encontrar “su voz” para convertirse en Batman. Todos esos años en los que mientras su vida familiar se hacia pedazos de la forma mas trágica posible tenia que adaptarse a llevar una doble vida ocultando su homosexualidad. Y aunque Conroy trato de vivir su vida lo mejor que pudo, sin ocultar quien era en el terreno personal, si que tenia que ocultarlo en el terreno profesional si quería seguir dedicándose a la actuación. Todo mientras muchos de sus amigos morían victimas del sida en los ochenta y los rumores sobre su homosexualidad le costaban mas de un momento desagradable y oportunidades de trabajo.
Algo que cambio en los noventa, cuando el agente de Conroy le consiguió una audición para la serie de animación de Batman, personaje del que Conroy apenas sabia nada. Allí Bruce Timm, Andrea Romano y otros le pusieron al día sobre quien era el personaje y lo que querían hacer con el, preguntándole si era un personaje con el que se pudiese identificar y al que pudiese darle vida. Y aunque las vidas de Bruce Wayne y Kevin Conroy no tenían mucho en común, este si que tenia décadas de rabia y frustración acumulada, un pasado lleno de tragedias y experiencia de sobra en mostrar diferentes facetas de si mismo a diferentes personas, algo que le permitió entender al personaje de una forma que probablemente el no esperaba y que como ya sabemos acabó haciendo historia.
Esta historia se convierte en el broche final perfecto para este especial, ya que no solo nos permite recordar como la sociedad en muchos países ha avanzado a mejor en muchos aspectos, y que mientras que Conroy en su día tuvo que llevar una doble vida para conservar su trabajo hoy en día esto ya no supone necesariamente el final de la carrera de nadie (aunque aun queda muchísimo por avanzar en ese terreno). Pero también es un ejemplo de lo importante que es el contar estas historias, de normalizar el que el mundo no es homogéneo ni falta que le hace y de permitir que todo tipo de publico pueda verse reflejado en la ficción.