Terminanos hoy con nuestra particular celebración de la semana santa en este viernes de pasión, fecha en la que aunque se manda a los fieles guardar ayuno y abstenerse de la carne, toca hablar de un manga en el que sus protagonistas no hacen precisamente ninguna de esas dos cosas… desde cierto punto de vista. Un manga que ademas, y aunque aun faltan dos días para el domingo de resurrección, no me cabe duda de que Diógenes pegara un grito tan fuerte cuando vea cual es que resucitara a los muertos. Pero así es el Birds of Shangri-La, un manga que difícilmente dejara indiferente a nadie gracias a la historia y el arte de una autora increíble, Ranmaru Zariya, que se ha convertido en una de mis favoritas en muy poco tiempo. Así que vamos a despedir la semana santa a lo grande descubriendo que tiene que ofrecernos este manga BL.
Las necesidades económicas de Apollo le llevan a aceptar un trabajo en Shangri-La, un exclusivo y lujoso prostíbulo masculino, encargándose de mantener preparados a sus empleados, apodados los pajaritos, para sus encuentros con los clientes, algo con lo que encuentra ciertas dificultades ya que Apollo es hetero. Pero para ayudarle a aclimatarse le asignan trabajar con Phi, un veterano del lugar que le enseñara todo lo que necesite saber para hacer su trabajo a la perfección y que se divertirá jugueteando con la inocencia de su nuevo compañero. Y aunque las normas del local dejan claro entre otras cosas que esta prohibido enamorarse, ambos hombres se sorprenderán al darse cuenta de que esa es la norma que mas les va a costar cumplir…
Birds of Shangri-La, o Shangri-La No Tori en el japones original, comenzó su serialización en 2016 en las paginas de la revista Canna. Una revista que en nuestro país debe ser bastante popular ya que de ella se han nutrido numerosas editoriales españoles que publican BL a través de series que han publicado por aquí como son “Puedo oír el Sol”, “Yamada y el Chico”, “Boy Meets Maria”, “Restart”, “Stranger”, “Twilight”, “Grapefruit Moon”, o “Niichan” más alguna que otra que esta a punto de publicarse como “Boys of the Dead” y “La flor que parecía bailar” (aparte de alguna más que se me habrá escapado) Series a las que no me cabe duda que se acabarán uniendo otras de esa misma cabecera que tanto parece gustar a los editores locales.
Y ya me parece estar escuchando a Diógenes berreando por los pasillos “¡Esto es asqueroso!” “¡Están romantizando la prostitución!”, y seguramente no le falte algo de razón, porque es cierto que aquí Zariya presenta una visión demasiado idealizada de la prostitución. Shangri-La es tan exclusivo que solo se puede acceder a el por invitación personal de su dueño, quien parece que no se ha aprovechado jamás de ninguno de sus empleados y que se encarga de prohibir la entrada de por vida a cualquiera que trate minimamente mal a uno de sus “pajaritos”. Éstos, por su parte, no solo se encuentran allí absolutamente libres, sino que viven a cuerpo de rey con toda clase de lujos a su alcance, pueden negarse a recibir clientes y se muestra que todo lo que existe allí está creado para su bienestar. Pero pese a todos esos esfuerzos para limpiar la imagen de la profesión, la historia sigue siendo lo que es y es comprensible que para muchos pueda resultar algo demasiado incomodo que aleje de la lectura de este manga.
Pero si uno consigue superar ese escollo, lo que se encuentra es una historia apasionante llena de erotismo en la que dos hombres con bastantes mas cosas en común de las que ellos mismos creen se ven condenados no solo a entenderse, si no a mucho mas. Así, Apollo es un hombre frio y reservado a quien una traición en su pasado le ha llevado a construir un muro a su alrededor para intentar impedir que vuelvan a hacerle daño y mantener las distancias con todos los que le rodean, una traición que le llevo a contraer una deuda importante que espera poder saldar con este trabajo que jamas hubiese imaginado aceptar. Un trabajo para el que se muestra tremendamente torpe, sin saber como comportarse y desconcertado a cada paso que da en este nuevo mundo en el que se ha adentrado, actitud que contrasta por completo con Phi.
Y es que Phi, por su parte, parece todo lo contrario; jovial, charlatán y amistoso, y está mas que dispuesto a echarle una mano a Apollo para aclimatarse a Shangri-La siempre que se pueda divertir jugando con la incomodidad que este siente por su nueva situación. Pero bajo esa fachada se esconde alguien con un pasado tan complicado o mas que el de su nuevo compañero. Un pasado que ha vuelto para atormentarle y en el que sufrió también una dolorosa traición que le ha llevado, como a Apollo, a buscar la forma de mantener a raya a los demás, aunque sea de una forma superficialmente diferente.
Aunque a medida que van conociéndose mas y mas esas fachadas se resquebrajan, y las fronteras entre su relación laboral y la personal se van diluyendo, dándose cuenta de que lo único que quieren ambos en el fondo es poder volver a confiar plenamente en alguien, en poder entregarse por completo y querer a alguien sin miedo a las consecuencias. Pero mientras que Phi no tiene demasiados problemas en que eso sea así, a Apollo le cuesta mas. No se trata solo de que tenga que mantener las distancias para conservar el trabajo que tanto necesita, sino que siendo hetero le cuesta aceptar como ese cariño que ha ido sintiendo cada vez con mas fuerza hacia Phi y esa necesidad de protegerle a cualquier precio se parece cada vez menos a la amistad y complica bastante el futuro de ambos.
Ademas como ya señale en su día cuando reseñe su Liquor & Cigarettes, Ranmaru Zariya ademas de ser una gran escritora es una dibujante increíble. Su habilidad y elegancia para que incluso los momentos mas explícitos de la historia, que hay bastantes mas aquí, se conviertan en algo intimo y delicado y no en un simple despliegue de pornografía. Pero es su dominio de la anatomía y la expresividad de sus personajes lo que brilla aquí con mas fuerza aun. Como sucedía en su anterior obra, es digna de admiración la forma que tiene Zariya de conseguir que sus personajes sean capaces de transmitir tanto sin palabras, siendo capaz de que el lector aprecie lo que estos personajes sienten realmente incluso cuando ellos mismos tratan de negarlo. Todo esto hace que cada vez me reafirme mas en mi opinión de que Zariya es una de las mejores artistas con las que cuenta el panorama del BL actual.
Y aunque yo Birds of Shangri-La lo he leído gracias a su edición en ingles por parte de SuBLime Manga, desde hace unos meses se puede conseguir en España gracias a la editorial Nowevolution, quienes publicaron el pasado mes de noviembre el primer tomo de la serie bajo el titulo de Pájaros de Shangri-La y que supongo que en algún momento de este año publicaran el segundo (la serie sigue abierta en Japón por lo que como mínimo habrá un tercero). Yo por mi parte espero que poco a poco sigan llegando el resto de obras de esta autora como Coyote o Void y su recopilatorio de historias cortas “Nemuri Otoko to Koi Otoko”, que hasta ahora es una autora que no me ha decepcionado y a quien espero que descubra mas gente, porque vale mucho la pena.