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Los orígenes de Illyana Rasputin (I): Patronímicos y copitos de nieve

Se suele decir que Claremont en su día iba para actor y que éso lo marcó como escritor, al centrar su trabajo en la caracterización por encima de cualquier otra cosa; al fin y al cabo el trabajo de interpretación se basa en interiorizar tu personaje hasta el punto de tener claro desde su color favorito hasta qué ha desayunado esa mañana, detalles que a priori pueden parecer irrelevantes pero que a veces son la clave de una buena actuación. Y supongo que de ahí viene el que con Claremont hasta el más pequeño e insignificante de los personajes pueda reaparecer en cualquier momento y liarla (o que se la líen) parda.

Y quien dice parda también dice infernal, que tanto da.

Uno de los ejemplos más claros de esto es Illyana Rasputin (que no Rasputina, mecagontó), un personaje que, aunque parte de una aparición fugaz en Giant Size X-Men número 1, lo que me parece más interesante de su creación está en el viaje que lleva el personaje desde su recuperación de forma casual en Uncanny X-Men 146 (junio 1981) hasta que tiene su propia miniserie y se une a los Nuevos Mutantes en New Mutants 14, casi tres años más tarde. Illyana es rehén, personaje secundario, elemento de fondo, herramienta de usar y tirar para el avance de otros personajes… Pero mientras tanto va creciendo, a pesar de que a lo largo de todo ese desarrollo los distintos dibujantes no se pongan de acuerdo ni siquiera en el aspecto físico del personaje. Teniendo en cuenta que acabó convirtiéndose en uno de mis personajes de Claremont favoritos y que a día de hoy podría decirse que es la Nueva Mutante más famosa, supongo que ya era hora de dedicarle su propio espacio por aquí…

O de hablar de patronímicos rusos, un mundo apasionante.

Antes de hablar de Illyana, creo que nos toca aclarar el pifostio que se ha armado con su nombre, y para ello nos toca hablar de patronímicos rusos; a falta de que venga un ruso y me contradiga y me avergüence delante de todos vosotros, por lo que he bicheado por ahí para los rusos el nombre de una persona se compone de tres partes: uno el nombre de pila, otro el nombre del padre y un tercero que es el apellido. Así, tendríamos que nuestro Peter se llama Piotr de nombre de pila, Nikolaievich porque su padre es Nikolai (el «-evich» significaría «hijo de», con lo que putovich sería para llamarle a la gente cosas feas) y Rasputin porque el apellido del padre es Rasputin (de los apellidos de la madre parece ser que se olvidan, porque son gentuza como los ingleses), luego Piotr Nikolaievich Rasputin. Del mismo modo, Illyana sería Illyana Nikolaievna (-evna sería «hija de») Rasputina (porque es mujer y se añade la a), por lo que cuando Claremont y compañía escribían Illyana Rasputin estaban escribiéndolo mal o rebelándose contra el patriarcado, cosa esta última que me parece estupenda y por la que a partir de aquí voy a llamarla Illyana Rasputin y punto, a pesar de que Marvel ahora le haya dado por llamarla Rasputina con cuarenta años de retraso.

¿Pero esta niña está sorda o qué le pasa? ¡Que un tractor bajando cuesta abajo hace ruido hasta cuando va en punto muerto!

Illyana Rasputin empieza su andadura jugando delante de un tractor. Que la niña debe tener algún problema cognitivo serio, porque anda que no hace ruido un tractor -ya sea bajando en punto muerto o no- como para que te de tiempo a oirlo y apartarte discretamente de su camino, pero así es como Coloso puede lucirse ante el respetable transformando su piel en acero orgánico y destrozando un tractor que al estado soviético le ha debido de costar un dineral. Illyana ya es nombrada en ese cómic como «copito de nieve», que para un ruso debe sonar como que a una niña andaluza la llamen mi olivilla o a una mexicana «mi frijolita» (aunque hubo una telenovela que se llamaba así, menudo espanto), pero ya sabemos que gran parte de las expresiones «internacionales» de Uncanny X-Men eran un esperpento absoluto que han envejecido fatal, tales como «¡Fantasma de Lenin!» o una que Illyana usará mucho menos pero que sigue siendo la mar de divertida, «¡Madre Volga!», sobre todo teniendo en cuenta que el río Volga está en Europa y el lago Baikal donde se criaron los Rasputín está a la altura de Mongolia y comparte huso horario con Filipinas…

Aquí Xavier, jodiéndole la vida al personal.

La cuestión es que, como decía más arriba, Peter se va a hacer sus mutantadas y la pequeña Illyana se queda en la URSS con sus padres y ahí le den dos piedras desde 1975 hasta 1981. En esos seis años Illyana seguirá manteniendo la misma edad y solo volvería aparecer cuando Arcade y Ms Locke la secuestran en el Uncanny X-Men 146 -por esto de una pequeña bronca que tienen con el Doctor Muerte y que acabaría cabreando a John Byrne más allá de toda medida-. Tanto Claremont como Cockrum no le dan mucha importancia al personaje en ese número, y hasta un duplicado robot suyo de Mundo Asesino acaba teniendo más protagonismo que la pequeña. Illyana aquí es una herramienta de la trama pura y dura, Arcade trata de secuestrar a seres queridos de cada miembro del grupo -menos de Tormenta, que a esa no la quiere nadie- y supongo que es más práctico secuestrar a una niña que a los padres de Coloso, que ocupan mucho más y lo mismo nos hacen un Tía May en el avión.

Anda que no es macarra Arcade para hacer un robot que se transforma en demonio y se lía a tiros con el personal.

Es tan irrelevante Illyana en esta historia que ni siquiera se molestan en contarnos como es rescatada, simplemente nos muestran cómo sus captora es derrotada y lo siguiente ya es una viñeta con varios de los secuestrados saliendo de Murderworld, sin que Cockrum dibuje a Illyana por ningún lado más allá de la ya mencionada replica robot de la muchacha que podéis ver aquí mismo. Illyana volvería a aparecer (UXM #148), eso sí, en una de esas escenas costumbristas de Peter levantando maquinaria y Sean Cassidy, Banshee, haciendo trabajos de soldadura mientras Illyana los mira. Lo curioso de esta escena está en que Peter llama a su hermana Illyana Natalaynovna, porque Claremont todavía no debía de tener muy claro lo de los patronímicos o yo que sé. Que ya que estamos, Marvel dice ahora que el nombre completo de la moza es Illyana Nikolaievna Alexandra Rasputina, añadiendo el nombre de la madre detrás del patronímico porque supongo que les revienta servir a una regla patriarcal basada enraizada en los patronímicos de la República Romana, pero si tanto te fastidia eso haberla dejado en Illyana Natalaynovna Rasputin como Claremont dijo (mal) o en el mucho más simple y hábil Illyana (Nikolaievna) Rasputin, digo yo. Yo que sé, cada día estoy más contento con el sistema de los hispanoablantes, los apellidos del padre y de la madre y allá los ordenes como a tí te de la gana.

Prometo dejarme ya de hablar de patronímicos y ponerme con los tebeos, ¡lo juro!

Pero con lo que tenemos que quedarnos de esta escena es que ya se habla de los posibles poderes de Illyana; Conociendo a Claremont, ya en aquél momento ya estaba pensando en hacer algo con la muchacha -en la página siguiente introduce otra mutante adolescente que ya había creado en Spiderwoman, Syrin- y se encontraba en un claro empeño de crear una red de secundarios al grupo en general y Kitty Pryde en particular, habiendo creado personajes como Stevie Hunter, la propia Illyana y otros que vendrían más tarde; la creación de los Nuevos Mutantes no queda ya muy lejos y, aunque en tiempos de Byrne ya se había dado vueltas la creación de un «equipo b» entrenado por Xavier (por mandato divino de Jim Shooter, que entendía que si Xavier tenía una escuela tendría que tener alumnos), aquel plan había quedado bastante en el aire y lo único que tuvieron claro era meter a Kitty y Calibán en el grupo -que es presentado en este mismo número- pero con el tiempo y la marcha de Byrne la introducción de Caliban y la creación del resto de miembros se había ido retrasando y olvidando hasta que las amenazas del departamento de marketing para crear una segunda serie del grupo empezaron a ser tan insoportables que Claremont no tuvo más remedio que recuperar la idea o resignárse a que le acabaran dando el proyecto a yo que sé, Bill Mantlo. Y nadie querría que ocurriera algo así, ¿verdad?

Illyana, la niña xenofoba y su única aparición en Uncanny X-Men 158.

Aun así, Illyana sigue manteniéndose como personaje de fondo, siendo prácticamente irrelevanta y teniendo lo más parecido a algo de protagonismo en UXM #153 con el cuento de hadas de Kitty… Cómic en el que Illyana simplemente es la niña a la que Kitty cuenta el cuento, poco más. Su siguiente aparición -también testimonial- es en el siguiente número, cuando la Patrulla decide mudarse a la Isla de Magneto por considerarla una localización que para Illyana debería ser «más segura» que la mansión (ocurrencias de Xavier, que ya sabéis que es un idiota). Y aunque es cierto que en ese mismo número la mansión es atacada por cazadores sidrianos y de estar allí la pobrecita lo mismo habría acabado peor que con Scott Lobdell, la nueva localización no es precisamente más segura, porque la Isla de Magneto en realidad es nada más y nada menos que un nexo mágico en el que los cultos a los dioses primigenios hicieron cosas terribles en su día y su magia todavía retumba por todos lados. De hecho, Claremont no hace otra cosa que meter escenas en las que los personajes hablan del muchísimo repelús que les da el sitio, pero aun así Xavier no tiene una idea mejor que dejar a la niña en ese sitio tan terrible, ideal para que venga un cultista tarado venido a más y la líe… Pero de Belasco, sus orígenes y del Ka-Zar de Bruce Jones ya hablaremos la semana que viene.

Y luego dirán que ésta es la etapa «optimista» del grupo…
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