Creo que en los Tales of Asgard de Jack Kirby una de las relaciones más interesantes de ver era la de unos jóvenes Thor y Loki, unos «hermanos» constantemente a la gresca por culpa de un Loki que tenía más mala sombra que otra cosa. Así, la relación entre ambos en aquellos cómics siempre me pareció que tenía un potencial tremendo que luego se ha visto explotada en etapas como la de Walter Simonson en Thor (aunque ahí ya era el Loki completamente villano, era un Loki más «relajado») o el Journey into Mystery de Gillen, que aprovechó una «reencarnación» de Loki para recuperar la relación fraternal de Thor y Loki que ni siquiera en los Tales of Asgard había sido tan armoniosa.
«Thor & Loki: Double Trouble» le da un giro a esa relación, es una versión de los Tales of Asgard adaptada a los nuevos tiempos que en ningún momento busca enmendarle la plana al original, si no convertir la relación entre ambos en algo más parecido a… Mortadelo y Filemón. Sí, porque tenemos dos idiotas dándose de tortazos todo el rato, uno liándola y el otro tratando de ser responsable a pesar de no dar pie con bola, y al cómic solo le faltaría que acabara con Odín persiguiendo a los dos zapatilla en mano para que acabara siendo un cómic de Zipi y Zape. Pero vamos al meollo del asunto…
Veréis, se suele decir que la comedia nace de poner a personajes humanos en situaciones tremendamente serias, que el ser humano tiende al ridículo, al pragmatismo o a las ideas de bombero en situaciones desesperadas en vez de tirar por la épica, que suele ser lo más raro. En Double Trouble (secuela «espiritual» de Spider-Man & Venom Double Trouble) Mariko Tamaki y Gurihiru buscan hacer un cómic humorístico sobre la juventud de los dos protagonistas, más influenciado por las versiones cinematográficas que por lo kirbyano, y vaya si les sale bien; porque aunque la premisa del cómic sea bastante idiota, el resultado final es un cómic entretenidísimo que me ha supuesto toda una sorpresa, a pesar de que ya sabía de antemano del buen hacer de sus autoras.
La cosa va sobre un Thor hinchado de orgullo -recordemos, la cura de humildad vino mucho después- que es el héroe absoluto de Asgard y adorado por todos los asgardianos, cosa que al envidioso Loki no le acaba de gustar, con lo que su perversa -y humana- naturaleza lo lleva a meter a Thor en líos. Y joder si la lía, porque en el primer cómic pica a Thor para colarse a robar una reliquia del arsenal de Odín -sí, ya he dicho que esto está más basado en las pelis que en los cómics- y no le cuesta mucho hacerlo, porque para convencerlo solo tiene que soltarle el proverbial «a que no hay huevos a…» para que Thor se cuele en la bóveda y se lleve un cuerno mágico cuya una indicación es un cartel muy grande en el que pone «¡No tocar este cuerno!». Por supuesto Loki no solo da la alarma en cuanto Thor se cuela dentro, si no que en cuanto éste escapa como puede y le da el dichoso cuerno, lo primero que hace es tocarlo y convocar una serpiente gigante a la que él desde luego no se va a enfrentar, que se encargue de ella Thor…
Y así empieza una serie de trompazos y situaciones absurdas que Thor trata de arreglar y Loki no para de enmarañar, mientras el resto de Asgard paga con las consecuencias. A pesar de que hace años en Thor The Mighty Avenger ya se exploraron las posibilidades para la comedia de Thor, y algunos de las escenas más antológicas del Thor de Walter Simonson también iban en esa dirección, hay que decir que una serie sobre estos personajes que sea pura comedia es todo un soplo de aire fresco. Porque si bien ya tenemos personajes como Deadpool que hacen del humor el leitmotif principal de sus cómics, cuando tomamos personajes profundamente serios se toman así mismos demasiado en serio, brillan; de ahí nacía la genialidad de la Liga de la Justicia de Giffen & DeMatteis, un contrapunto a una era extremadamente oscura en el género de superhéroes que es una lástima que no tuviera más continuidad. Hablando como estamos hablando de un «género de géneros» como son los superhéroes, es una auténtica lástima que no haya más comedia, porque estoy convencido de que a nivel cualitativo como comercial la cosa podría cundir bastante.
Para muestra un botón que no deja de ser la inspiración directa del cómic que tenemos entre manos, y es que probablemente este cómic no habría sido posible sin la contribución de Taika Waititi en Thor Ragnarok, una película profundamente inspirada por los cómics ya mencionados y que hizo hincapié en la relación «chafardera» entre los dos hermanos, resultando en una historia bastante más humorística pero no menos épica, y dando lugar a que posteriores apariciones de Thor fueran más «relajadas». Y es que este supuesto «cambio» de Thor, tanto en el cómic como en el aspecto cinematográfico, no deja de invitar a la reflexión, porque no dejamos de hablar de un personaje que tuvo mucha comedia a su alrededor, desde secundarios como Volstagg o el propio Hércules hasta el propio Loki, que hasta en los tiempos de Tales of Asgard y en lo más dramático de la era Kirby tenía algún momento en el que su naturaleza maliciosa y liante lo llevaba a generar escenas humorísticas.
Con lo que tenemos que la relación entre un hermano engreído y que se lo toma todo profundamente en serio y un hermano liante nos da todo el combustible del mundo, porque no deja de ser un arquetipo de la comedia tan antiguo como el del payaso serio y el payaso triste, algo que prácticamente remite a hace cuatrocientos años y la comedia del arte. Por eso creo que la pareja de Thor y Loki funciona tan bien y por eso este Double Trouble es un cómic la mar de recomendable y que espero que tenga continuidad (no solo cuatro números como el de Spiderman, más, ¡más!), porque tengo miedo de que pocos lo estén leyendo a pesar de ser uno de los mejores cómics que está publicando Marvel en este momento.